Más que un sentimiento

Capítulo XV: «Carta para un amor exánime»

Gijón, España

26 de junio...

Siete años antes de la extinción humana...

Para mi persona especial...

Siempre me ha «molestado» el hecho de que me digas que no entiendes por qué me gustas o cómo me llegaste a llamar la atención. Admito que llego a ser más iluso contigo que con cualquier otra persona, por lo que me cuesta entender si en verdad crees eso, estás fingiendo o exagerando. Sin embargo, quiero que entiendas que ante los ojos de alguien eres lo mejor, eres perfección, belleza, simpatía, alguien interesante y realmente importante. Así que considero oportuno y guapo, hacerte una carta explicándote cada una de esas razones por las cuales me gustas.

Me dejó pensando cuando me recomendaste esforzarme por otra persona, pero no por ti, por simplemente ser tú, por creer que puedo conseguir algo mejor. Mantengo la idea que manifesté esa ocasión: «no sabes lo que considero lo mejor para mí». Y por si no ha quedado claro, ese algo eres tú. Agradezco eternamente poder hablar contigo, acostarme y levantarme de la cama contigo en mente cada día, que aparezcas así sea en una mínima parte de todos mis sueños.

Desde que te vi, te consideré una de las mujeres más preciosas que había conocido, obviamente aquella belleza tan perfecta, es subjetiva, pero quiero que entiendas que para mí eres mucho más hermosa que cualquier otra persona que te pueda hacer sentir menos.

Comenzaste llamando mi atención, para paulatinamente demostrarme que era más que eso con cada conversación que manteníamos. A pesar de que el enamorarse es una palabra muy fuerte, créeme que sí soy capaz de hacerlo, deseo hacerlo.

Me he cansado de expresarte mi cariño en tantas ocasiones, no obstante, a pesar de que un «te amo» llega a ser tan significativo en estos casos, hay una analogía bastante cliché, pero curiosa, sobre la cual  me gustaría basarme como perfecto pretexto y decir que te amo.

Verás... piensa en una flor, tu favorita... los girasoles.

Cuando veas esa flor, y la quieres, la arrancarás y llevarás contigo, porque llamó tu atención, ignorando que estás acabando con su vida, porque la ves como algo que conservarás pocos días.

En cambio, si amas a ese girasol, no lo arrancarías, para no dañarlo, todo lo contrario, lo visitas todo el tiempo, estás atenta a él, lo riegas, te aseguras que reciba sol suficiente, lo cuidas. Te preocupas demasiado por esa flor, quieres admirarla el resto de tu vida en una relación sempiterna.

Sé que el hoyo de gente interesada en ti jamás estará vacío, sé que hay muchos además de mí, pero te aseguro que nadie te verá como yo. Me cautivan cada una de tus ideas, todos tus pensamientos me interesan con demasía. Pocas cosas me generan más calma y ternura que tu risa, al escucharla presiento que estás bien, lo que me alegra, que compartas conmigo ese sentimiento de felicidad, saber que estás bien, me calma sentirte feliz.

Soy fan #1 de tu arte y tus dibujos, todos tus cuadros me fascinaron, es algo que admiro mucho de ti en sobremanera, la verdad no me cansaré de elogiarte jamás.

No pretendo extenderme mucho, así que para concluir, espero y hayas sentido la metáfora de las flores que escribí, ya que en ella quiero establecerme para decirte que te amo. Y lo más importante, espero que esta carta te haga saber que para una persona, para mí, lo eres todo... eres perfección gracias a tus «imperfecciones»... eres lo mejor que podría desear. Te amo.

-Javier




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.