MASAMUNE- Está bien, gatita. No dejaré que te pierdas.
Miré fijamente al ojo de Masamune. Estaba muy cerca. Su mano alrededor de la mía se sentía caliente. Y una parte de mí sentía que era un buen momento para maullar. Shogetsu, su tigre cachorro, merodeó por la habitación antes de salir por la puerta por la que yo había entrado.
MC- Puedo cuidarme sola, gracias. Es tu tigre del que estaba hablando. El que acaba de huir.
Pensé en deshacerme de toda esta situación por mi cuenta, pero fue igual de tentador quedarme aquí con Masamune.
MC- Además, tenemos que hablar de lo de esta mañana. ¡¿Qué demonios fue eso?!
MASAMUNE- Antes de responder a eso, ¿soy tu última parada del día?
MC- Sí. Ahora, sobre mi pregunta...
MASAMUNE- Bien. Eso debería darnos suficiente tiempo. Déjame acompañarte de vuelta. Te lo diré en el camino. ¡Kojuro, voy a salir! Tú y los chicos vigilen el lugar mientras no estoy.
Kojuro, el hombre que me había guiado hasta la habitación de Masamune, y las dos filas de vasallos que había en la sala, respondieron con entusiasmo en sentido afirmativo. Masamune se puso en pie, y yo me levanté con él.
MC- Ahora estoy familiarizada con el castillo. Puedo volver por mi cuenta. Así que, cuando quieras soltarme la mano, yo sólo...
MASAMUNE- No seas tímida. Vamos. Te prometo que no muerdo.
MC- ¡No, lo dije en serio!
Pero como si estuviéramos atados por esposas invisibles, no podía apartarme de él. Masamune me llevó por el pueblo de Azuchi.
MASAMUNE- Mira el cielo, MC.
(Sera mejor que me rinda con que me suelte y me divierta por ahora.)
MASAMUNE- Por cierto, tengo todo lo que necesito en mi mansión.
MC- ¡Bien, iba a preguntarte eso!
(Masamune me hizo olvidar completamente mi trabajo.)
MC- ¿Sabías el motivo por el que venía a verte?
MASAMUNE- Yo fui quien le dijo a Nobunaga que te diera ese trabajo en primer lugar.
MC- ¿Se te ocurrió esta tarea? ¿Por qué?
MASAMUNE- Parecías preocupada por el tamaño del castillo de Azuchi. Ahora ya familiarizada con todas las residencias y su gente.
(Pensé que era una buena manera de pasar mi primer día en el trabajo.)
MC- ¿Y todos esos trucos eran una forma de asegurarme de que recordara a todos?
MASAMUNE- ¡Ja! No, las preparé para que no te aburrieras. ¿Las disfrutaste? Quería regalos que te hicieran sentir bienvenida.
MC- Eran más bromas que regalos.
MASAMUNE- Podrías admitir que lo pasaste bien.
MC- ¡No, de verdad que no!
(Podíamos mantener este argumento en pie todo el día.)
Cualquier queja que le hiciera a Masamune, se le escaparía como agua en la espalda de un pato.
(Probablemente debería seguir su ejemplo. ¡Aunque eso me recuerda a mi pobre cuaderno de bocetos! Bueno, para bien o para mal, parece que he hecho un amigo aquí. Si puedo llamarlo así.)
Aldeano 1- ¡Mira! ¡Es Lord Masamune!
Aldeano 2- ¿Y es ella la bella princesa de la que todos hablan? ¡Hacen una dulce pareja!
(Una pareja, ¿eh? Si supieran.)
A su favor, caminando de la mano, probablemente parecíamos una pareja.
(El romance y las citas, en especifico, deben ser otra de esas cosas que han cambiado en 500 años.)
MC- Esa fue una respuesta bastante corta, por cierto. Ciertamente no requería una caminata. ¿Por qué no me lo dijiste en tu residencia?
MASAMUNE- ¿Hmm? Pensé que ya había respondido a eso.
MC- No. Estoy bastante segura de que no lo hiciste
MASAMUNE- Bueno, cuando quieres saber de algo en el futuro, ¿te quedas ahí y hablas de ello?
MC- Generalmente, sí.
MASAMUNE- Para mí, la acción es una forma más confiable de obtener una respuesta honesta de alguien.
(Cierto. Esa primera noche, me apunto con una espada. Honestamente, prefiero hablar.)
MASAMUNE- Además, hace un día precioso. Bueno para el ejercicio.
MC- No puedo negar eso.
(Masamune está permanentemente en estado de alta velocidad. Debí haberme dado cuenta de eso en nuestro paseo a caballo la primera noche. Esa no es mi velocidad, pero tal vez no sea tan malo.)
Mientras caminábamos, miré a Masamune, buscando la mejor forma de manejarlo a partir de ahora.
(¿Es simplemente optimista? ¿Seguro que él lo sabe y posiblemente no puede molestar a otras personas?)
MC- Eres un hombre muy diferente.
MASAMUNE- Eso es un cumplido, ¿verdad?
MC- En este caso, sí. Es un cumplido.
(Masamune parece obtener mucho placer de la vida mientras ignora alegremente las reglas. Lo encuentro admirable.)
MC- Me acabo de dar cuenta. Este no es el camino al castillo de Azuchi.
MASAMUNE- Ciertamente no lo es. Ya que ambos estamos disfrutando esto, pensé que podríamos ver algunos lugares de interés de la ciudad.
MC- ¿Y de cuántas visitas estamos hablando?
MASAMUNE- Bueno, eres de 500 años en el futuro. ¿Qué tal 500 paradas para mostrarte cómo es la vida en nuestro tiempo?
(No puede estar hablando en serio. ¡¿Cierto?!)
No detuvimos a mirar telas, almorzamos a la orilla del río con algunos niños, dimos un paseo por el jardín, cenamos... Cuando volvíamos al castillo de Azuchi, estaba segura de que había visto toda la ciudad dos veces.