CAPITULO 4 (6-10) (HIS SIDE STORY)

En el bosque al noreste de Azuchi, mis hombres y yo detuvimos a un grupo de exploradores avanzados de Kenshin. Unas horas más tarde, estaba con los curanderos ayudando a atender a los heridos.

MC- He venido con suministros. ¿Alguien necesita ayuda?

Masamune- MC.

Noté cómo se puso rígida cuando me vio.

(Ya lo había pensado antes sobre la chica, pero es muy fácil de leer.)

Era evidente que cuando me miraba, me veía como era hace tres días...

Masamune- Muévete, o te mataré.

MC- No dejaré que mates a Sasuke.

(Sin forma de luchar contra mí o defenderse, se interpuso frente a mi espada. Entonces lloró, diciéndome que no podía entender lo que estaba haciendo.)

MC- Me niego a matar. Por ninguna razón. No soportaría que murieran las personas importantes para mí, y todos tienen a alguien que les importa.

(Obviamente, nadie quiere perder a las personas que ama.)

Un viejo recuerdo que nunca pude olvidar, grabado en mi mente, volvió a reproducirse.

(Pero no puedes lograr tus objetivos sin sacrificios. Soy el líder del clan Date. No puedo volver a los días en que pensaba como tú. Pero tampoco voy a obligarte a pensar como yo.)

Y eso estaba bien. Las creencias de MC debían venir de la vida que llevó en el futuro. Lo entendía. Lo que no lograba entender era por qué me dolía la mirada de rechazo en sus ojos.

MC- Déjame ayudarte.

Masamune- Gracias.

(No la he visto sonreír desde entonces. Ni una sola vez. Pero puedo recordar las lágrimas en sus ojos con tanta claridad.)

MC llevó la bandeja de medicinas hacia mí mientras atendía a Yojiro. Intentando ponerla cómoda, mantuve un tono profesional.

Masamune- MC, pásame el ungüento.

MC- Aquí.

Tomó el frasco y me lo extendió. Alcancé a tomarlo, mis dedos rozaron su mano y sentí un escalofrío en mi brazo. MC se apartó de mí y el frasco se cayó.

MC- ¡Ups! Déjame.

Masamune- No, yo lo hago.

(Esa era la misma mano con la que me había apartado de un golpe.)

Mis pensamientos no estaban en el ungüento, que había caído sano y salvo sobre el tatami. Estaba de vuelta en ese momento, la última vez que habíamos estado tan cerca de tocarnos.

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Masamune- Volvemos.

MC- No vamos a hacer nada. Yo vuelvo sola.

La bofetada había sido más impactante que dolorosa, pero la sensación se había quedado conmigo estos últimos tres días.

(Pero, ¿por qué? ¿Por qué no puedo simplemente olvidarlo?)

Sin pensarlo, me agaché para recoger el ungüento. Inmediatamente me arrepentí. Un dolor agudo recorrió mi brazo cuando la herida se abrió de nuevo.

(Había olvidado la herida de espada.)

Soporté el dolor y recogí el frasco, actuando como si todo estuviera normal. MC ya estaba en otra parte, repartiendo vendas limpias a los demás.

(Parece que no se dio cuenta. Bien.)

Después de intercambiar algunas palabras, terminé con Yojiro y lo despedí.

(Ahora solo encontraré una habitación vacía y me ocuparé de este brazo.)

Me levanté lentamente. MC se acercó a mí.

MC- Masamune, ¿puedes darme un momento?

Masamune- ¿Qué ocurre?

MC- ¿Puedo ver tu bra... ¡MMPH!

Si preguntaba por mi brazo, no tardarían todos en darse cuenta. Rápidamente le tapé la boca con mi mano.

(Así que sí se dio cuenta de que estaba herido. Tiene buen ojo. Supongo que la llevaré conmigo por ahora.)

MC- ¡Mmaphamume, déja...!

Masamune- Shh. Ven.

Ya había gente mirándonos con curiosidad. La llevé afuera.

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Cuando encontramos una habitación vacía, la solté. Ella me lanzó una mirada furiosa.

MC- No hagas eso, por favor. ¡La próxima vez, un simple shhh bastará!

Masamune- No quería que lo supieran.

MC- ¿Saber sobre qué?

Masamune- Sobre mi herida.

Levanté mi brazo izquierdo y le mostré el corte. MC hizo una mueca de dolor.

MC- ¡¿Por qué ocultabas eso?! No deberías haber estado ayudando, deberías haberte hecho tratar tú mismo.

Masamune- Yojiro no lo parece, pero es un preocupado. Si supiera que me herí protegiéndolo, ¿qué crees que haría la próxima vez que estuviéramos en una pelea?

MC- ¿Estás diciendo que podría arriesgarse para protegerte?

Masamune- Sí. Y al preocuparse por mí en lugar de por sí mismo, moriría. Estaría desperdiciando su vida por nada.

MC- ¿De verdad piensas eso?

Masamune- ¿Qué? Claro que sí.

MC- Crees que morir es un desperdicio. Entonces, ¿por qué es tan natural matar o morir por tus convicciones?

La expresión de MC se tornó confusa.

(Ella no lo entiende. Tiene que haber alguna manera de hacerla entender.)

Masamune- ¡Son dos cosas diferentes! Nunca permitiría que mis subordinados murieran por algo tan inútil como intentar compensar un error que cometieron.

(Si hay que sacrificar algo, debería ser por el futuro, no por el pasado. No voy a condenar a alguien a morir solo porque cometió un error una vez. No hay orgullo ni honor en una muerte así.)

MC se quedó en silencio. No estaba seguro de haberla hecho entender. Suspiré.

(Ella nunca ha estado en una batalla real. Claro que no puede entender.)

Masamune- Como no hay nadie alrededor, aprovecharé para curar esto. No tienes que mirar.

Me quité la manga y revisé la herida. Tuve suerte... era superficial. Luché por quitar la tapa del desinfectante sin derramarlo.