MASAMUNE- Yo también quiero saber más sobre ti.
Las palabras de Masamune volvieron a tener ese extraño y atractivo poder.
MASAMUNE- Las cosas que dices realmente me desconciertan. No sé de dónde vienen tus ideas, o qué sentido tienen para ti. Pero cuando amenacé con quebrantarlas, empezaste a llorar. Y prefiero verte feliz que llorando.
Masamune suavemente tocó mi mejilla.
(Masamune.)
Me miró, y algo en su ojo azul tiró de mi corazón. Entonces sonrió.
MASAMUNE- Si no sonríes, es difícil besarte.
MC- ¡¿Qué?! ¿Besarías a la misma chica que amenazaste con matar?
MASAMUNE- ¿Eso es raro?
MC- ¡Sí, es raro! ¡Yo no intentaría besarte después de que intentar matarte!
Sorprendida, quité la mano de Masamune de mi mejilla.
MASAMUNE- Eso no es raro para mí, es una realidad de mi vida.
Masamune giró mi mano en la suya, envolviendo sus cálidos dedos alrededor de los míos.
MASAMUNE- Supongo que realmente necesitamos entendernos mejor.
Se acercó mi mano a sus labios y la besó, rozando su labio inferior bajo mis dedos por un segundo, sonriendo juguetonamente.
(No aprenderás sobre mí tratando de sacarme la información con un beso. No importa lo bien que se sienta.)
MASAMUNE- Se me acaba de ocurrir una idea. MC, ¿estás libre esta noche?
MC- Eso depende.
MASAMUNE- Es una oportunidad para que me conozcas.
MC- Sólo quiero saber por qué razón estás luchando.
MASAMUNE- Si quieres una respuesta ahora, sólo puedo decirte que es para poder seguir siendo yo. Si quieres una respuesta larga, ven a verme esta noche. Te lo mostraré con acciones, no con palabras.
(¿No es la comunicación con acciones lo que nos trajo aquí? Aunque eso no significa que no iré.)
MASAMUNE- Cuando el sol se ponga, ven a casa de Hideyoshi. Estaré en la habitación de Mitsunari.
MC- ¿Quieres que nos encontremos en la habitación de Mitsunari? ¿Por qué?
MASAMUNE- Buena pregunta.
Masamune se rio baja y melodiosamente.
MASAMUNE- ¡Supongo que tendrás que venir si quieres averiguarlo!
*
(¡Vamos a ver si la curiosidad realmente mató al gato!)
Esa noche, fui a la mansión de Hideyoshi.
(Ahora mismo, tengo curiosidad por saber por qué Masamune eligió este lugar para reunirnos.)
Un vasallo de Hideyoshi me llevó a la habitación de Mitsunari. Sin escuchar ningún sonido, abrí la puerta y entré.
MC- ¿Con permiso?
(Wow. ¡Es como si una tormenta hubiera estallado en una biblioteca!)
Mitsunari y Mitsuhide estaban sentados entre el caos de cartas, mapas y libros.
MITSUHIDE- Realmente vino. Mitsunari, tienes una invitada.
MITSUNARI- ¿Tengo qué? ¡Oh! MC. Es muy amable de tu parte que hayas venido.
Mitsunari levantó la vista con asombro del libro que estaba leyendo.
MC- Buenas noches. Masamune me citó aquí, ¿está...
MITSUNARI- Sí, nos informó que te unirás a nosotros para cenar.
MC- ¿Para cenar? ¿De eso se trata todo esto?
Me di la vuelta cuando la puerta se abrió detrás de mí.
MASAMUNE- Lo lograste. Buena chica.
Tan pronto como entró en la habitación, Masamune me acarició el cabello afectuosamente.
MC- ¿Qué es eso de la cena?
MITSUHIDE- Masamune insiste en que Mitsunari y yo recibamos la cantidad adecuada de comida. Él hace esto todo el tiempo. Esta noche, nos dijo que tú también vendrías.
MASAMUNE- Mitsuhide ya lo explicó. De todos modos, me vendría bien tu ayuda en la cocina.
MC- ¡Me halaga que asumas que puedo ser de ayuda!
Masamune se dirigió hacia la cocina y una vez más me encontré siguiéndole.
(Debería haberme dicho que íbamos a cenar. Mi mente se fue a algunos lugares muy... interesantes.)
En el lugar había arroz, sopa y algo hirviendo que olía delicioso.
(¡Wow! ¡Es una comida bastante elaborada la que tiene preparada aquí!)
Cuatro bandejas ya estaban colocadas con la mayoría de las guarniciones, muy bien colocadas.
MC- ¿Quieres que te ayude a llevar esto?
MASAMUNE- Tan pronto como haya añadido los toques finales a las verduras.
Masamune levantó la tapa de una de las ollas para comprobar lo que había dentro.
MASAMUNE- Se ve bien. Diría que están casi listas.
(Suena como un gran chef. Masamune realmente conoce bien la cocina.)
MC- ¿Has preparado toda esta comida? ¿Para esos dos?
MASAMUNE- Sí. Nuestros dos Mitsus morirían de hambre si se lo permites. Tampoco han visto la luz del sol desde que nos enteramos de que Uesugi y Takeda estaban en movimiento.
(Entre hacer esas raciones y cocinar para los Mitsus. Estoy pensando que a Masamune realmente le gusta alimentar a la gente.)
Estaba impresionada. Masamune sacó una cesta de guisantes y comenzó a ensartarlos, su toque final.
MC- Es muy amable de tu parte hacer esto por ellos dos.
MASAMUNE- ¿Amable? Realmente no lo veo de esa manera. Necesitas comer para vivir. Esos dos no se dan cuenta de lo importante que es eso. Pensé que, si les daba un par de buenas comidas, empezarían a apreciar más el proceso.
MC- Sí, Mamá.
MASAMUNE- ¡Nunca criaría a mis hijos para que fueran tan malos como esos dos!
El rostro amargo de Masamune cuando lo consideró seriamente me hizo reír.