CAPITULO 5 (1-5) (HIS SIDE STORY)

Masamune- Yo también quiero conocerte. Las cosas que dices realmente me desconciertan. No sé de dónde vienen tus ideas, ni cómo tienen sentido para ti. Pero cuando los amenacé, comenzaste a llorar. Y prefiero verte feliz que llorando.

Toqué suavemente la mejilla de Sakura.

(Hay una cosa que quiero saber. No, espera... son dos cosas. ¿Qué te hará sonreír? ¿Y por qué es tu sonrisa tan hermosa?)

Vi en sus ojos que ya no rechazaría mi contacto. Para mí, eso era suficiente.

Masamune- Si no estás sonriendo, es difícil besarte.

Sakura- ¡¿Qué?!

Sakura frunció los labios en señal de queja.

(Con esa mirada, tendré que guardar nuestro próximo beso para cuando vuelva a sonreír.)

Sakura- ¿Besas a la misma chica a la que amenazaste con matar?

Masamune- ¿Eso es raro?

Sakura- ¡Sí, es raro! ¡Yo no intentaría besarte después de intentar matarte!

Sakura apartó mi mano de su mejilla, mirándome como si me hubieran salido bigotes y cola.

Masamune- Eso no me parece raro en absoluto. Es la realidad de mi vida.

(Nunca sabes cuándo la vida llegará a su fin. Porque mañana podríamos ser enemigos, eso hace que aprovechar el momento sea aún más importante.)

Tomé su mano entre las mías y la acerqué a mis labios. Besé el dorso de su mano con calidez, con suavidad.

Masamune- Supongo que realmente necesitamos entendernos mejor.

Pasé mis labios por la punta de su dedo índice, donde su uña se encontraba con su suave piel.

Masamune- Acabo de tener una idea. Sakura, ¿estás libre esta noche?

Sakura- Eso depende.

Masamune- Es una oportunidad para conocerme.

Sakura- Yo solo quiero saber por qué luchas.

Masamune- Si quieres una respuesta ahora, solo puedo decirte que es para seguir siendo yo mismo. Si quieres la respuesta larga, entonces ven a verme esta noche. Te lo mostraré con acciones, no con palabras.

Los ojos de Sakura brillaron adorablemente ante la indirecta.

(Sabía que eso llamaría su atención. Podría simplemente decirle lo de la cena, pero ver cómo reacciona será más divertido.)

Masamune- Cuando el sol se ponga, ven a la residencia de Hideyoshi. Estaré en la habitación de Mitsunari.

Sakura- ¿Quieres que nos encontremos en la habitación de Mitsunari? ¿Por qué?

Masamune- Buena pregunta.

Sonreí, decidido a mantener el misterio.

Masamune- ¡Tendrás que venir si quieres descubrirlo!

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Masamune- Todo está listo por todos lados.

Estaba usando la cocina de Hideyoshi. Después de colocar las guarniciones en las bandejas, revisé el caldo, satisfecho.

(Quería que todo estuviera caliente y listo para cuando llegara Sakura. Si viene, será pronto. Debería hacer que Mitsuhide y Mitsunari limpien antes de que llegue. El cuarto está hecho un desastre. Probablemente empeoró en el tiempo que llevo aquí.)

Dejé la cocina para ir a hablar con ellos. Pero cuando me paré frente a la puerta de Mitsunari, escuché voces adentro.

(Parece que Sakura ya llegó.)

Sakura- Buenas noches. Entonces, Masamune me llamó aquí, ¿él está...?

Mitsunari- Sí, nos informó que nos acompañarías para cenar.

Sakura- ¿Para cenar? ¿De eso se trata todo esto?

(Maldición, arruinaron la sorpresa.)

Al descubrirse el secreto, abrí la puerta para saludar.

Masamune- Llegaste. Buena chica.

Sakura recibió mi llegada con la sorpresa que esperaba. Sonriendo, acaricié su cabello, contento de que toda mi preparación al menos hubiera logrado esa reacción en ella.

Masamune- Llegaste. Buena chica.

Sakura- Entonces, ¿qué hay de la cena?

Mitsuhide- Masamune es bastante insistente en que Mitsunari y yo comamos la cantidad adecuada de comida. Esto lo hace todo el tiempo. Esta noche nos avisó que tú también vendrías.

Masamune- Mitsuhide ya lo explicó. De todos modos, podría usar tu ayuda en la cocina.

Sakura- ¡Me halaga que asumas que puedo ser de ayuda!

(Casi listo.)

Me arremangué las mangas y revisé las verduras que tenía hirviendo a fuego lento. Sakura se acercó a las bandejas de todos, examinando la comida con ojos entusiasmados.

Sakura- ¿Quieres que ayude a llevar esto?

Masamune- Tan pronto como termine de dar los toques finales a las verduras.

Probé la consistencia de las verduras con mis palillos de cocina. Tenían exactamente el punto perfecto de crujiente.

Masamune- Se ven bien. Diría que ya casi están listas.

Sakura- ¿Tú preparaste toda esta comida? ¿Para esos dos?

Masamune- Sí. Nuestros dos Mitsus morirían de hambre si los dejáramos. No han visto la luz del sol desde que supimos que Uesugi y Takeda están en movimiento.

Sakura se acercó y observó curiosa cómo cocinaba.

(Apuesto a que cree que soy raro por cocinar. Bueno, ya verá qué opina cuando lo pruebe.)

Tomé un puñado de arvejas y comencé a quitarles los hilos.

Sakura- Es muy amable de tu parte hacer esto por ellos.

Masamune- ¿Amable? No lo veo de esa manera. Necesitas comer para vivir. Esos dos no se dan cuenta de lo importante que es eso. Pensé que si les daba un par de buenas comidas, comenzarían a apreciar más el proceso.

Sakura- Sí, mamá.

(¿Mamá, eh? La mía estuvo bastante ausente en mi vida. Pero, si yo fuera madre...)