MC- Trata de entenderme. Puedo cocinarte algo si eso te ayuda.
MASAMUNE- Lo intentaré.
Suspiró, pero le siguió una sonrisa.
MASAMUNE- Muéstrame lo que te hace ser tú. Y trataré de entenderte.
Hubo algo en su suave voz que hizo que mi corazón diera un salto.
MC- Trato hecho.
MASAMUNE- Espero con ansias lo que se te llegue a ocurrir.
(Todo lo que dice tiene un encanto increíble y carismático. ¡Podría embotellar sus palabras y bebérmelas!)
Seguí a Masamune con mis ojos mientras se deslizaba por las sábanas y se levantaba. Mi corazón latía muy rápido.
(Pensé que necesitaba saber qué motivaba a Masamune por el bien de mi propia supervivencia. Una vez que lo descubrí, dejó de ser sobre supervivencia o curiosidad. ¡Ahora es como si no supiera lo suficiente sobre él!)
MASAMUNE- Ven conmigo a mi casa después del desayuno.
MC- ¡Si te ofreces a hacer el desayuno, tenlo por seguro!
MASAMUNE- Bien. Hay algo que quiero mostrarte.
MC- ¡No puedo esperar a verlo!
*
MC- Masamune, esto es...
Masamune me llevó a través de su mansión a su habitación. Cuando llegué allí, mi corazón se detuvo.
MC- Este es mi vestido. ¿Cómo?
Fui recibida por un vestido de cuerpo entero en vívidos colores de azules y blancos. Era como si mi ilustración hubiera cobrado vida fuera de la página.
(Algunos elementos son diferentes. El encaje ha sido reemplazado con seda pura, y la moldura con bordados.)
MASAMUNE- Ese dibujo que te tome la primera noche. Lo usé para crear esto.
(Es increíblemente fiel a lo que dibujé. Ni siquiera yo habría pensado que podría hacerlo con las herramientas y técnicas de esta época. ¡Y todavía ni siquiera había hecho el patrón! Masamune lo descubrió a partir de un solo dibujo!)
MC- ¿Realmente hiciste esto? ¿Simplemente con mi dibujo?
MASAMUNE- Bueno, me dijiste que era un dibujo usado para hacer ropa, ¿no?
MC- Sí, pero...
MASAMUNE- Parecías tan inspirada mientras dibujabas. Quería saber cómo te verías cuando uno de ellos terminado.
(¿Eso es lo que Masamune estaba pensando cuando me arrebató mi diseño?)
MASAMUNE- Cuando les expliqué la idea a las costureras, se emocionaron mucho.
Lo observe una vez más, admirando la artesanía y la armonía de los colores.
(¡Esto es tan asombroso! No creo que hubiera conseguido una creación como esta en casa.)
MC- Necesito pensar a quién vamos a usar para probárselo.
MASAMUNE- ¿No te lo vas a poner?
MC- ¡Oh, Dios no! No hago ropa para mí. Me encanta diseñar ropa para otras personas. Me encanta cómo les ayuda a verse a sí mismas tan hermosas. Hice mi primer vestido para que una amiga se lo pusiera. Desde entonces, supe que eso era lo que quería hacer.
Visualizar a la persona, y cómo se verá con mi ropa, eso es lo que me hace dibujar.
MASAMUNE- Esa no era la reacción que estaba visualizando.
MC- ¿En serio?
Me di la vuelta para encontrarme con la intensa mirada de Masamune.
MC- ¿Qué es lo que esperabas?
MASAMUNE- Esperaba una de esas caras de gato feliz que a veces haces. Como hace Shogetsu cuando le froto la barriga. Pero no puedo quejarme, después de todo, sigues sonriendo maravillosamente.
(Masamune...)
Estaba mirando su ojo azul como el océano, incapaz de mirar hacia otro lado. Su mano se deslizó detrás de mi cuello, y me atrajo hacia él.
(¡Estoy tan feliz que podría besarlo! Podría besarl... Besar...)
MC- ¡Beso! ¡No! ¡Malo!
(¡No puedo! ¡No debo!)
Me puse una mano en la boca y la otra en la de Masamune.
MASAMUNE- ¿MC?
Al darme cuenta de lo que yo quería, me di cuenta de lo que estábamos a punto de hacer, y puse una mano sobre la boca de Masamune.
MASAMUNE- ¿Mmrh?
MC- Gracias. De verdad. Gracias.
Me agarró de la muñeca y me quitó la mano de encima.
MASAMUNE- ¿Qué estás haciendo?
MC- ¡Nada! ¡Nada en absoluto!
(Íbamos a besarnos, como en el lago. Todo es perfecto. Excepto que no lo es. Porque, uh, porque esta sería la segunda vez. ¡No es que haya un número de veces necesario! ¡¿Número de veces necesario para qué?! ¡¿En qué estoy pensando?!)
MASAMUNE- Me tienes intrigado.
MC- ¡Sí, bueno, por supuesto! Puedo explicarlo.
Masamune me acercó a él, pero me alejé. Lo intentó de nuevo, y me retiré de su abrazo nuevamente. Bailamos así por un minuto.
(¡Quiero decir, nos hemos besado, hemos dormido en la misma cama, AH, pero no de esa manera! ¡Pronto regresaré a casa, y haré diseños con estilo!)
MASAMUNE- ¿Estás huyendo de mí?
(Oh, ¡esa es una gran idea! ¡Corre!)
El fuego de mi corazón se encendió como si le hubieran echado gasolina. El ojo de Masamune se iluminó como un gran gato con su presa a la vista.
(Si nos besamos de nuevo, algo me sucederá. Algo que ya no podré negar.)
MASAMUNE- Deja de correr.
MC- ¡No estoy corriendo! ¡Ésta soy yo, no corriendo!
Volví a apartarme del brazo de Masamune y salí corriendo de su mansión tan rápido como mis pies me lo permitían.
MASAMUNE- ¡Estás definitivamente corriendo! ¡Vuelve aquí! ¡MC! ¡Espera!
MC- Oh, vamos, ¡¿por qué me persigues?!
MASAMUNE- ¡Porque estás huyendo de mí!