MASAMUNE- Te escucho. Sólo dímelo.
MC- Hablábamos sobre tratar de entendernos.
MASAMUNE- Sí, lo hicimos.
MC- ¿Conoces un buen lugar para tomar café, quiero decir, té por aquí?
Después de mirarme con curiosidad, Masamune asintió y me llevó por un sendero que me era familiar en el pueblo.
(Aquí vamos. Una cita con Masamune Date. Bueno, esas dos palabras no riman.)
Mientras caminábamos, mis expectativas aumentaron, junto con mi emoción.
*
MC- ...Y en una cita, podemos comer, o beber, y hablar.
Masamune y yo estábamos sentados en un banco al aire libre, compartiendo un plato de panecillos dulces.
(La comida es buena y el clima es hermoso. En realidad, es perfecto para una cita al aire libre.)
MASAMUNE- Ya veo. Entonces, ¿cómo está la comida?
MC- Está buena. Realmente buena. Fue una buena elección.
Le sonreí, disfrutando de la dulzura del pan en mi boca.
MASAMUNE- Me alegra oír eso.
Masamune me dirigió una tierna mirada mientras servía su té.
(Ahora que lo pienso, ¿por qué Masamune dejó el consejo en primer lugar? Tal vez estaba aburrido. A menudo hace las cosas por capricho. Bueno, me gusta eso de él. Aunque no estamos hablando mucho. ¿Cómo puedo romper el hielo?)
Busqué en la tienda algo que pudiera ser un buen punto de partida para la conversación.
MC- Oh, es un gato.
Un gato carey, olfateando el aire, se nos acercó.
MC- Hola, cosita bonita. Me pregunto si es callejero.
MASAMUNE- Me pregunto a qué sabrá.
MC- Sí, yo... ¿Qué? ¡¿Por qué pensarías eso?!
MASAMUNE- ¿Qué tiene eso de extraño? Es algo perfectamente natural de pensar.
MC- No. Lo natural es pensar ¡Qué lindo! Nunca me he preguntado a qué sabe un gato.
MASAMUNE- Podrías estar perdiéndote algo. ¿Y si son deliciosos?
(Nuestras conversaciones siempre terminan así. Bueno, al menos sé que es una de sus bromas.)
Masamune se agachó y recogió una larga paja de hierba. La agitó hacia el gato carey, acercándolo un poco más.
MC- ...no estás tratando de atraparlo para poder averiguarlo, ¿verdad?
MASAMUNE- Tal vez.
(No te preocupes, gatito, yo te protegeré.)
Llevé mi taza de té a mis labios, vigilando de cerca a Masamune y al gato.
MASAMUNE- Miau. Miaaau. Miau. ¡Miau!
Estuve a punto de escupir mi sorbo de té.
(¡Oh Dios mío, Masamune, no hagas eso mientras estoy bebiendo!)
MASAMUNE- ¿Estás bien?
Todavía estaba tosiendo. El profundo maullido de Masamune había sido demasiado lindo para las palabras.
(¿Estaba intentando hablar con él?)
Tosí para limpiar el té de mis vías respiratorias, y luego me eché a reír.
MC- ¡Ja, ja, ja, ja, ja! Masamune, tú...!
MASAMUNE- ¿De qué te ríes?
MC- ¡Masamune, jaja, tú estabas maullando! ¡Parecías tan tonto!
MASAMUNE- ¿Me veía tonto?
MC- ¡Lo siento! ¡Jajaja! Te veías lindo, en realidad. Realmente lindo.
Me dolía el estómago por todas las risas. La expresión de asombro de Masamune finalmente se transformó en un ceño fruncido.
MASAMUNE- ¡Hey! Es suficiente, ¿de acuerdo?
(¡Míralo sonrojarse! Eso es lindo, también.)
Masamune se apartó de mí, escondiendo sus rojas mejillas. Pero las puntas de sus orejas también estaban rojas. Cuando vi eso, de repente sentí una sensación profunda en mi interior.
(Realmente me he enamorado de él. ¿Cuándo sucedió? ¿Fue de un momento a otro? ¿O fue gradualmente, mientras pasaba tiempo con él?)
Habíamos tenido varios altibajos en el poco tiempo que nos habíamos conocido, pero todos esos momentos me parecieron dulces. Masamune se volvió hacia mí, como si se diera cuenta de algo.
MASAMUNE- Esa es la expresión. Eso es lo que quería ver.
MC- ¿Oh?
La hermosa cara de Masamune mostró su satisfacción.
MASAMUNE- Ahora pareces más la de siempre. Parecías preocupada. ¿Es por eso que querías ir a esta cita?
MC- Tenía otras razones. Pero, ¿cuándo parecía preocupada?
MASAMUNE- ¿Durante el consejo de guerra?
(Me estaba poniendo un poco nerviosa ahí dentro, es verdad.)
MC- ¿Y por eso dejaste el consejo?
MASAMUNE- Sí. Siento que digo esto muy seguido. Pero quiero verte sonreír.
Este hermoso y salvaje hombre con su mirada feroz y su melena... Esta criatura impredecible que rezumaba genialidad y capacidad había hecho que su objetivo fuera hacerme feliz.
(Y lo soy, cuando estoy contigo. Pero quiero más. Sin embargo, todavía no sé lo que Masamune quiere, pero de eso se trata esta cita. Para averiguarlo.)
Ahora comprendía que el amor desbordaba desde lo más profundo de mí, y con él algo más- deseo.
MC- ¿Masamune?
(Creo que por fin es el momento adecuado.)
MC- Y, otra cosa que pasa durante una cita, si las cosas van bien...
Mi corazón latía fuerte y mis manos temblaban. Le puse una mano en su manga.
MASAMUNE- ¿Sí? ¿Qué pasa?
Era imposible apartar la mirada de este hombre que se había vuelto tan importante para mí. Me acerqué y me estiré hacia él. Incluso olía de maravilla. Y luego lo besé, sus cálidos labios de seda contra los míos. Sólo fue un breve momento que compartimos. El calor revoloteaba a través de mí, donde había estado el nerviosismo. Me alejé un poco, le estudié un momento para ver su reacción. Masamune me miraba como si le hubiera caído un rayo.