Masamune Date

CAPITULO 6 (PREMIUM BONUS)

Masamune- Mantente alejada de mí.

No me moví. No creía que pudiera dejarlo ahora.

Masamune- Está bien, entonces.

(Masamune, ¿qué necesitas?)

Me respondió, sujetando mi mentón con una mano y atrayéndome hacia él. Nos quedamos allí, con mi espalda presionada contra la pared de su habitación.

Masamune- Si eres tan indefensa, te devoraré por completo.

(No sé qué le pasa hoy. Solo tengo un presentimiento. Pero...)

Masamune- ¿No vas a huir?

MC- No. Me quedaré.

Masamune estaba un poco salvaje, un poco animal. Sentí que podía girarse de repente y clavarme esos grandes colmillos...

MC- ¿Qué te ha cambiado, Masamune?

Apretó mi cuerpo con más fuerza contra la pared. Contra el suyo. Su mirada era totalmente primitiva.

Masamune- No lo sé.

Y entonces, mordió mi labio. El beso sensual era feroz, con un toque de dolor, pero yo estaba bien. Más que bien. Estaba electrizada. Masamune continuó con sus besos salvajes, usando sus dientes, usando su lengua. Sus labios cubriendo con ternura cada lugar que mordía. Deslicé mis manos por su cuello en un movimiento calmante pero provocador. Quería ambas facetas de él- su dulzura y esta ferocidad. Masamune volvió a besarme, más profundamente, negándose a soltarme hasta haberme robado todo el aire.

Masamune- Respiras. Todavía respiras.

Apretó su frente sudorosa contra la mía. Descansó su nariz en mi labio, inhalando profundamente mi esencia mientras yo jadeaba de placer. Todo lo que podía oler era pólvora, sudor y a Masamune. Volvió a presionarme, deslizando su pierna entre las mías. Miré fijamente ese ojo fiero, cargado de un calor salvaje y atormentado.

MC- Sí. Sí, lo estoy.

Masamune apoyó su cabeza en mi hombro, pero la bestia dentro de él seguía aullando. Podía clavar sus dientes en cualquier momento. Y entonces, lo hizo. Mordió mi garganta, no con fuerza, solo lo suficiente para compartir su dolor conmigo. Un dolor que se convirtió en placer. Mi cuerpo ardía ahora. Cada cosa que Masamune hacía me quemaba por dentro. Pasó su lengua, caliente, tan caliente, sobre el pulso de mi cuello. Y mantuvo sus labios allí.

Masamune- Tienes pulso. Tu corazón aún late.

Gruñó. Mi animal salvaje. Volvió a apoyar su mejilla en la curva de mi cuello y yo acaricié su cabeza. Era como acariciar a una bestia. Un momento estaba tenso, al siguiente, calmado.

(Una parte de mí desea esto, pero lo que más quiero es que Masamune esté bien. No quiero que se arrepienta después).

MC- Masamune, duele.

Su mirada animal se alzó hacia mí, completamente abierta. En realidad no dolía, al menos no de un modo que me desagradara. Pero mis palabras lo habían despertado, tal como esperaba. La luz salvaje de su ojo se desvaneció, reemplazada por ese azul frío y sereno. Masamune rió, como si estuviera liberando algo.

Masamune- Lo siento. ¿Te dolió? Lo siento. Por eso quería mantenerte lejos.

MC- Y aun así te dije que me quedaría.

Masamune- Pero no podrías haber esperado eso de mí.

(Estaba preparada y tenía el control de la situación. Pero, más importante, quería ayudarlo.)

Masamune pasó sus dedos con suavidad por mi cuello.

MC- Entonces... ¿por qué me mordiste?

Masamune comenzó a hablar, con vacilación.

Masamune- Necesitaba saber que seguías viva.

MC- Me lo preguntaste antes, aunque pensé que estabas burlándote de mí. Ahora veo que es algo más serio.

Se separó de mí y se apoyó contra la pared a mi lado.

Masamune- Esto sonará loco, pero a veces no estoy seguro de si la persona que veo está realmente viva. Cuando alguien vive, su cuerpo sigue cálido, y a veces necesito sentir ese calor para confirmarlo.

MC- ¿Por qué?

(Nunca había visto a Masamune tan desesperado como en este momento.)

Masamune- Porque alguien puede estar a tu lado un instante, y al siguiente volteas... y ya no está. Es especialmente fuerte cuando huelo pólvora. Porque...

MC- ¿Es por tu padre?

Masamune- ¿Sabías de eso?

La mirada de Masamune cayó al vacío, fija en nada.

(Entonces es cierto.)

-----------------------------------------------------------------

Ieyasu- No entiendo qué lleva a un hombre a dispararle a su propio padre.

---------------------------------------------------------------------

(Si Ieyasu no me lo hubiera contado, no habría entendido de qué se trataba esto.)

MC- Escuché que le disparaste. Pero hay más detrás de eso, ¿verdad?

Masamune- Debe haber sido Ieyasu quien te lo dijo.

Asentí. Masamune suspiró.

Masamune- Fue durante mi campaña para unificar Oshu. No logramos resolver las cosas con uno de los clanes rivales. Se negaban a ceder el poder. Mi padre ya estaba retirado. Lo secuestraron, planeando usarlo como rehén para influenciarme. Cuando los alcancé, él dijo... Fue durante mi campaña para unificar Oshu. No logramos llegar a un acuerdo con uno de los clanes rivales. Se negaban a ceder el poder. «¡No deshonres al clan Date! No puedes intercambiar mi vida por la de todo Oshu. ¡Dispara a ambos antes de que me usen en tu contra!». Y así disparé a él y al secuestrador. Si yo hubiera estado en el lugar de mi padre, también le habría ordenado que me disparara. No siento culpa alguna. Estaba cumpliendo el último deseo de mi padre- proteger la tierra que dedicó toda su vida a defender.

(Eso no puede ser cierto. Si realmente no sintieras culpa, no reaccionarías así solo por el olor a pólvora.)

----------------------------------------------------------------------------




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.