Pronto todos volvimos al campamento. Masamune e Ieyasu estaban hablando con sus vasallos sobre su próximo plan de ataque.
(Masamune parecía normal, a pesar de toda la sangre que perdió.)
Me quedé cerca de la tienda, vigilando cada cambio que tenía.
IEYASU- Entonces, ¿el envenenamiento de anoche fue hecho por Kennyo?
MASAMUNE- Sí. Dejaron muy claro que intentaba asestar un golpe a Nobunaga paralizando a nuestras fuerzas. Estamos en desventaja por un gran número de hombres debido a eso. Pero nuestro ataque furtivo afectó también a las fuerzas de Kenshin y Yukimura. Y no hay señales de que se aproximen sus refuerzos.
IEYASU- Estamos cerca de neutralizar su fortaleza. Un empujón más bastará.
MASAMUNE- Exactamente. Por eso atacaremos de nuevo al amanecer. Ambos bandos están agotados. Va a ser un juego de quien vacile primero.
(Masamune, me temo que serás tú si sales a la batalla al amanecer.)
Me esforcé por no gritarle y tratar de hacerle entrar en razón.
X- Mi lord, no vi a Kenshin Uesugi en el campo de batalla.
Vasallo- ¡Si aparece mañana, eso podría cambiar las cosas para nuestro grupo!
La mera mención del nombre de Kenshin parecía moverse por el campamento como un mal viento. Masamune resopló suavemente. Estaba segura de que era la única que veía cómo se tensaba su lado derecho al hacerlo.
MASAMUNE- No estarán tan asustados como para entregarle el futuro de Oshu a él, ¿verdad? Si Kenshin viene, yo me enfrentaré a él. Lo mataré y regresaremos a Oshu con todo Echigo a cuestas. ¿Qué tal suena eso?
Hubo un rugido de aprobación de sus vasallos. Masamune respondió con una audaz sonrisa.
MASAMUNE- Así que no se preocupen.
Vasallos- Cierto. ¡Sí!
Masamune, como siempre, había sacado pasión e inspiración del miedo.
(No está mostrando que está sufriendo.)
Masamune tenía un don, un carisma que podía levantar el ánimo de todos.
(Esconder su dolor es una hazaña en sí mismo. Pero si hace un buen trabajo escondiéndolo, nadie se enterará. Y no habrá nadie que lo apoye.)
Esperé hasta que el consejo de guerra se disolvió y todos empezaron a dispersarse.
MC- Masamune.
Una vez que Masamune estuvo solo, me dirigí a él.
MC- ¿Estás bien?
MASAMUNE- No sé de qué estás hablando.
Masamune se encogió de hombros, el movimiento fue rígido e incómodo. Suspiré.
(¡No trates de hacerme sentir mejor fanfarroneando! ¡Quiero que te cuides!)
Sabía que él jugaba un papel vital como figura inspiradora para todos. Lo vi durante esa reunión. No es que no lo entendiera, pero él también tenía que cuidarse, o no duraría.
MC- Masamune, lo digo en serio. ¿Cómo está tu cabeza? ¿Tienes fiebre? ¿Algún mareo?
MASAMUNE- Sí, de hecho, estoy muy mareado. Puede que necesite algo para ello.
MC- ¡Podría ser un estado de shock! ¿Qué es lo que necesitas? Lo conseguiré.
MASAMUNE- Necesito un beso tuyo.
MC- Por esa broma tan mala, no obtendrás nada.
(Sólo por un momento, ¿podía dejar de intentar alegrar el ambiente?)
MC- Dame tu mano.
MASAMUNE- ¿Quieres mi mano? Toma.
Sostuve su mano en la mía.
(Bien. No está fría ni húmeda.)
MASAMUNE- ¿Cómo está mi mano?
Masamune me guiñó el ojo. No le di una respuesta.
(Yo soy la única que sabe de su lesión. La única que puede actuar en consecuencia. Honestamente he considerado decírselo a todo el mundo, para que pueda recibir protección durante la batalla de mañana. Pero sé que tiene razón sobre la moral. Y dañar la moral podría ponerlo en un peligro semejante.)
Lo analicé durante la reunión y se me ocurrió una solución.
(...De esta manera, puedo garantizar que Masamune se mantendrá salvo.)
MASAMUNE- ¿MC? ¿Estás bien?
MC- Estoy bien. Descansa un poco esta noche. Mañana partiras temprano, ¿verdad?
MASAMUNE- Sí. Así es.
Soltando la mano de Masamune, le ofrecí una sonrisa. Parecía que iba a decir algo, pero no lo hizo. Y ya que aun tenía mucho que hacer esta noche. Me di la vuelta y me fui...
Masamune observó cómo MC caminaba en dirección a su tienda. La sonrisa que ella le había ofrecido agobiaba su mente. No se había reflejado en sus ojos.
MASAMUNE- ¿MC?
Masamune miró a MC entrar en su tienda con sospecha.
IEYASU- Estás actuando de manera extraña.
MASAMUNE- ¿Te parece que MC esta distinta?
IEYASU- Siempre ha sido distinta. ¿O quieres decir recientemente?
MASAMUNE- Podría estar imaginándolo. Tuve la extraña sensación de que no volvería a verla sonreír. No. ¿Qué estoy diciendo? Olvídalo.
Masamune se fue, e Ieyasu se quedó solo con nada más que la sensación de aprensión que tenía por sus dos amigos.
*
Esa noche, en el campamento principal de las fuerzas Uesugi... Kenshin semi-escuchó el informe de Yukimura, quejándose finalmente de aburrimiento.
KENSHIN- El alto al fuego nocturno es tan tedioso.
YUKIMURA- Intentar una incursión nocturna puede llevarnos a una trampa. Si eso sucede, estaremos perdidos. La mañana llegará pronto. Sea paciente, mi lord.
KENSHIN- ¿Lo suficientemente paciente para que lleguen los refuerzos? Entonces no quedará nada.
YUKIMURA- ¿Aun espera con impaciencia el amanecer?