Masamune Date

CAPITULO 10 (1-5)

IEYASU- Tengo que decirte algo. Anoche, Masamune colapsó.

MC- ¿Qué?

IEYASU- Tuvo que ser llevado de vuelta a su mansión.

(Él no es alguien que se dejaría cargar. ¡Debe haber estado inconsciente!)

La ansiedad se apoderó de mí y me dejó helada.

(Me dije a mí misma que las cosas estarían bien porque la guerra había terminado, que Masamune se recuperaría de su lesión. No, incluso si lo hiciera, la pérdida de sangre y las peleas mientras estuvo lesionado podrían haber exacerbado su condición).

MC- Ieyasu, ¿qué tan malo es?

IEYASU- Deberías ir a verlo por ti misma.

Ieyasu me quitó los suministros médicos de las manos.

IEYASU- Me llevaré esto. Vete.

MC- ¿Tan malo es?

Ieyasu no hablaba ni me miraba a los ojos.

(Lo es.)

Su silencio parecía quitarme todo el aire del cuerpo.

(¿Sangrado interno? ¿Una infección en la herida? ¿Masamune entró en estado de shock?)

Me dirigí a la puerta, la preocupación me impulsaba a correr.

(Tengo que verlo.)

MC- Gracias por hacérmelo saber. Cuida de todos los que están aquí. ¡Tengo que ver a Masamune!

Salí corriendo de la habitación.

IEYASU- Sé que rompí mi palabra... Pero no puedo quedarme de brazos cruzados y ver cómo se preocupa porque eres un imbécil testarudo, Masamune.

Corrí por los pasillos de camino a la puerta del castillo.

(Hideyoshi. Mitsuhide.)

Los vi a los dos caminando delante de mí. Se giraron cuando me oyeron acercarme.

MITSUHIDE- Alguien tiene prisa.

HIDEYOSHI- ¿De nuevo? ¿No te dije que la seguridad es primero?

MC- ¡Lo siento! ¡Será la próxima vez! ¡Es una emergencia!

HIDEYOSHI- ¡Hey!

Levanté la mano para disculparme cuando los adelanté a los dos.

HIDEYOSHI- El ritmo de Masamune debe ser contagioso. Deberíamos intentar usarlo para aumentar la velocidad de la tropa.

MITSUHIDE- No, no serviría de nada. Esos dos eran un conjunto homogéneo desde el principio.

(Masamune es más resistente que cualquiera que conozco, pero sólo es humano. Y estamos a siglos de distancia de la clase de medicina que puede tratar una seria complicación.)

MC- ¡Masamune! ¡Masamune, estoy aquí!

Pasé corriendo por delante de Kojuro y los demás parando solo para quitarme las sandalias antes de abrir la puerta de la habitación de Masamune.

MASAMUNE- Ciertamente eres tú, chica.

MC- Estás despierto. Te ves bien. Muy bien, en realidad con ese kimono aflojado...

Masamune estaba sentado en su futón, mitad tendido en un espléndido momento de ocio, mitad atónito ante mi presencia.

MASAMUNE- Ieyasu te dijo algo, ¿no? Le advertí que no te dejara venir hoy.

Bajo su kimono, pude ver vendas frescas en el hombro, pero su color era excelente.

MC- Espera. ¿Qué tiene de malo que viniera hoy?

MASAMUNE- El doctor me obligó a quedarme en la cama todo el día. No quería que me vieras en este estado tan lamentable.

Revisé su estado tan lamentable. Estaba guapo y sano, aunque fruncía el ceño.

MC- ¡Ojalá me hubieran dicho que estabas a salvo!

MASAMUNE- Entonces mírame bien. Puedes ver por ti misma que estoy sano y salvo.

MC- ¿Estaba Ieyasu diciendo la verdad sobre tu colapso?

MASAMUNE- Solo me mareé. Necesitaba comer y descansar para recuperarme. Pero cuando todos se enteraron, me obligaron a tomarme el día libre. Por eso estoy aquí.

(Supongo que todos sus vasallos lo descubrieron y se pusieron en acción. Estaban preocupados por él, tal como pensé que estarían. Aun así, qué alivio oír que Masamune está bien.)

MC- Me asustaste. Bueno, Ieyasu me asustó. Pero, aun así, ¡tenía miedo por ti!

Con la adrenalina perdida, me senté al lado de Masamune.

MASAMUNE- Deberías conocerme mejor que eso. Por supuesto que estaría bien.

MC- No contra una infección. O una hemorragia interna. ¡No puedes luchar contra todo con una espada! Me hiciste esperar, y cuando pensé que no tendría la oportunidad de volver a verte...

MASAMUNE- ...te hice esperar, ¿verdad?

La cara de Masamune se volvió severa y tensa.

MASAMUNE- Puede que no me sienta muy bien después de todo.

MC- ¿Te duele?

MASAMUNE- Es difícil de explicar. Acércate más.

MC- De acuerdo. ¿Es tu hombro?

MASAMUNE- Sólo sé que duele.

MC- Huh.

(Esa podría ser su herida abriéndose.)

Masamune descansó la cabeza en sus manos, parecía adolorido. Me levanté de nuevo.

MC- Déjame ver.

Mientras me inclinaba hacia él...

MC- ¡¿Qu...?!

Una sonrisa se asomó a través de su flequillo justo cuando su brazo salió disparado para agarrarme. Masamune se inclinó hacia atrás sobre el futón, y yo me senté en su regazo encima de él.

MASAMUNE- No estaba seguro de si te atraparía con esa, mi chica curtida en la batalla.

MC- ¡Masamune! Gran mentiroso.

(¡Todavía estoy preocupado por ti, sabes!)

Fruncí el ceño, aunque no podía estar enfadada con él, me relajé una vez que su brazo se deslizó a mi alrededor.

MASAMUNE- No estaba mintiendo.

Suavemente, Masamune tomó mi mano en la suya.

MASAMUNE- Duele.

MC- ¿Tu herida?

MASAMUNE- No. Aquí.




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