Masamune Date

DRAMATIC ROUTE - CAPITULO 11 (6-10)

Masamune- ¿Tienes pensamientos inquietantes?

Aun abrazándome, la voz de Masamune era un murmullo.

MC- Oh, los mismos nervios previos a la batalla.

Su brazo se apretó a mi alrededor. Levanté la vista, sólo para ser recibida por su intensa mirada.

(¿Masamune?)

Masamune- MC.

MC- ¿Sí?

Masamune presionó sus labios, rociados por la lluvia, contra los míos.

MC- ¿Por qué fue eso?

Masamune- Un hechizo para protegerse del nerviosismo. Sé que no te gusta esto. La tormenta, la lucha.

MC- Sí.

Masamune- Ni siquiera yo sé qué va a hacer Lord Nobunaga con Kennyo. Si crees que estás a punto de ver algo que no te va a gustar, mira hacia otro lado. No te preocupes.

(Ya no me dice que tengo que estar preparada.)

MC- Gracias por decir eso. Lo haré.

(La misericordia que es normal en mi tiempo es algo que Masamune lucha por entender. Pero lo está intentando y todo eso es por mí.)

Su deseo de intentarlo significaba mucho para mí.

(Creo que estoy lista para enfrentar lo que sea que pase esta noche.)

Levanté la vista y vi el relámpago danzar entre las nubes oscuras, dejando que la lluvia cayera sobre mi cara.

(Es extraño, pero de pronto ni siquiera los rayos me asustan. Y la lluvia realmente se siente bien.)

Ieyasu- ¿Teníamos que ir tras Kennyo en medio de un tifón?

Ieyasu suspiró lo suficientemente fuerte como para que el sonido se transmitiera a través de la lluvia.

Masamune- ¿Te estás quejando por una pequeña lluvia? Esto es más agradable que algunos baños que he tomado. Se siente genial. Creo que estás loco.

MC- Masamune tiene razón. ¡Se siente genial!

Ieyasu- Masamune te ha vuelto loca.

Masamune- Hey, la chica es muy sensata.

Hideyoshi- Concéntrense, ustedes dos. ¡Ya casi llegamos!

Hideyoshi se acercó para que pudiésemos oírle, había una nota de amonestación en su voz.

Hideyoshi- Pasado este punto, iremos a pie. Kennyo podría tener hombres merodeando por ahí, así que manténgase alerta.

La lluvia había empezado a amainar. Me bajé del caballo y entramos en el espeso mar de árboles.

(Hay algo en este lugar que me hace sentir mal.)

Tal vez fue el profundo silencio que pareció cubrir nuestros pasos.

Masamune- ¿Es ese el nido de la víbora?

Seguí la mirada de Masamune. Al principio, no vi nada más que árboles y oscuridad. Entonces lo vi. Estaba camuflado por el follaje, pero había un refugio hecho por el hombre justo delante.

(Eso parece una cabaña de película de terror, seguro. Y Kennyo podría estar ahí.)

Mantuve un ojo vigilante en nuestro entorno. Hideyoshi desenvainó su espada.

Hideyoshi- Vamos.

La luz de una grieta en las nubes alcanzó la espada de Hideyoshi, dándole un brillo frío. Sus vasallos rodearon silenciosamente la cabaña, asegurándose de que Kennyo no tuviese camino para escapar.

Nobunaga- Atrápenlo vivo.

Hideyoshi- Sí, mi lord... Masamune, dijo vivo, ¿entendido?

Masamune- Estoy aquí mismo, Hideyoshi.

(¿Me pregunto si han tenido problemas con esto en el pasado?)

Los ojos de Masamune brillaron como una bestia lista para atacar.

Masamune- Pero hirió a mis hombres y a la chica. Se lo debo. Vivirá, pero me aseguraré de que pague esa deuda.

Ieyasu- Y yo te detendré sí parece que estás yendo demasiado lejos.

Masamune- Ustedes realmente no confían en mí, ¿verdad? Vamos. Entremos por el frente.

Masamune corrió a la pequeña choza. Ieyasu le siguió. Apenas podía respirar.

(¡Puedo oír la lucha dentro!)

Me mantuve firme ante el sonido penetrante de acero sobre acero.

Kennyo- ¡Malditos perros callejeros del diablo!

Un hombre estaba en la entrada de la cabaña, bloqueando la espada de Masamune con una de las suyas.

(¡Oh, diablos! ¡¿Ese es Kennyo?! ¡Ahora lo reconozco!)

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Kennyo- Deberías volver a casa pronto. Los demonios acechan en el bosque por la noche.

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(¡Siempre pensé que ese nombre me era familiar!)

Pero ver su rostro de nuevo me trajo el recuerdo de nuestro primer encuentro.

(¡El monje escalofriante que conocí en el bosque era Kennyo!)

Masamune- ¿Guardar una hoja oculta en el bastón? Inteligente.

Kennyo- Pensé que Uesugi habría acabado contigo, pero te ves sorprendentemente bien, Masamune Date.

La espada de Kennyo era lo suficientemente delgada como para ocultarla, pero lo suficientemente fuerte como para soportar la de Masamune.

Masamune- ¿Pensaste que un truco barato como el veneno me frenaría? Supongo que no has leído sobre mí.

Kennyo- ¡Cállate, perro faldero de Nobunaga!

Masamune movió la empuñadura de su espada y puso su peso en ella, partiendo en dos la espada de Kennyo.

(¡Sí!)

Con su arma perdida, Kennyo se quedó inmóvil cuando la punta de la espada de Masamune apuntó ahora a su corazón. Hideyoshi e Ieyasu se movieron a ambos lados, sosteniendo su espada también. Kennyo no se movió. Ni siquiera habló. No hasta que Nobunaga se adentró con una calma majestuosa.

Kennyo- Nobunaga Oda!

Nobunaga- Ha pasado mucho tiempo, Kennyo. Tanto que me olvidé de la cicatriz que te hice.




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