Masamune extendió su mano, ofreciéndomela.
Masamune- Entonces vamos a casa.
MC- Sí.
Justo cuando iba a tomarla...
MC- ¿Eso fue un relámpago?
El sonido fue ensordecedor. El templo se sacudió bajo nuestros pies.
Masamune- ¡Chica!
Masamune me agarró de la mano y de forma protectora me jaló hacia él. Escuche el crujido de la madera a través del zumbido de las espigas. La entrada se inclinó y se derrumbó ante nuestros ojos.
Masamune- ¡Golpeó el templo!
MC- No sólo eso, ¡ha provocado un incendio! ¡Mira!
El humo llenó la habitación como fuego, encendido por el relámpago, que se extendió rápidamente a través de las paredes de papel del templo. Las llamas envolvieron el suelo de tatami y se dirigieron hacia nosotros.
(¡La salida está completamente bloqueada! ¡Necesitamos otra salida!)
Sasuke- ¿MC? ¿Masamune? ¡¿Están bien ahí dentro?!
Sasuke estaba a medio camino entre la salida hacia el balcón y la habitación en la que estábamos.
MC- ¡La salida ha colapsado!
Sasuke- Tendrán que pasar por el balcón y salir por aquí. ¡Pero dense prisa! El agujero de gusano podría aparecer en cualquier momento. ¡Podrían quedar atrapado en él!
Masamune- Mejor que saltar hacia el fuego. Estoy listo para un viaje a 500 años en el futuro. Suena divertido. Vamos, MC. Con cuidado ahora. Toma mi mano.
MC- Sí.
Tomé la mano de Masamune, con fuerza y seguridad en la mía. Pero cuando dimos los primeros pasos... El techo que nos cubría se deformó y se dobló con un sonido espeluznante.
MC- ¡¿Qué?!
Masamune- No...
(¡Oof!)
Sentí un fuerte golpe por detrás. Me habían empujado, suave, pero con firmeza. Caí de rodillas, golpeando el suelo del balcón. Escuché que la habitación detrás de mí se derrumbaba, un revoltijo de madera, azulejos, baldosas y piedras. Mis pensamientos se movían en cámara lenta, como si tuviera miedo de razonar lo que acababa de ocurrir.
Sasuke- ¡¿MC?!
Sasuke corrió y me ayudó a levantarme.
(Estoy aquí. Sasuke está aquí. ¿Dónde está...?)
MC- E-estoy bien. ¿Masamune? ¿Dónde estás...?
Mi mano, había sujetado la mano de Masamune con tanta fuerza, pero ahora no sentía nada.
Sasuke- Todavía está adentro.
MC- No.
Me di la vuelta con horror. Los postes y las vigas formaban una maraña de escombros, bloqueando la entrada a la habitación.
MC- ¡¿Masamune?!
Justo detrás de los escombros estaba Masamune.
MC- ¡Masamune!
Masamune- ¿Estás bien, MC?
MC- ¡Estoy bien! Tenemos que sacarte de...
Masamune- No te muevas. ¡Este lugar es inestable!
Masamune gruñó de dolor. Una viga rota yacía incómodamente sobre su hombro. Parecía que lo había golpeado fuerte al caer.
MC- ¡Estás herido!
Masamune- Estoy bien. No te preocupes por mí.
Sonrió con confianza, pero yo no pude hacer lo mismo. Cada latido de mi corazón, cada segundo era agonizante.
(Me empujó para protegerme.)
El pánico le gritó a mi cerebro, pidiéndole que se desconectara, pero luché para pensar.
(Masamune me empujó fuera del camino. Ahora está atrapado ahí dentro.)
Las llamas inundaban de hambre las paredes. Tiré de los escombros, ignorando la madera astillada que apuñalaba mis palmas.
(¡Tengo que salvarlo!)
MC- ¡Te sacaré de ahí!
Sasuke- MC, no podemos moverlo todavía.
Sasuke me agarró de los hombros y me apartó.
Sasuke- Todo el techo podría derrumbarse y aplastarlo.
MC- ¿Entonces qué se supone que debo hacer?
Sasuke- Si pudiéramos apagar el fuego, podríamos...
Los relámpagos cayeron de nuevo. Chocaron contra un árbol cercano. Y entonces, el área que nos rodeaba comenzó a oscurecerse y a distorsionarse de forma poco natural.
(¡El agujero de gusano!)
MC- ¡Aún no! ¡No ahora!
Sasuke- Está empezando...
La sensación que sentí cuando viajé por primera vez al pasado me superó, sólo que ahora estaba mezclada con desesperación.
(¡Por favor, no! ¡Tengo que salvar a Masamune!)
MC- ¡Masamune!
Empujé mis manos a través de los escombros ardientes. Quemaba, pero no me importaba. Si pudiera alcanzarlo, si pudiera agarrar su mano, podría llevarlo con nosotros al futuro, ¡podría salvarlo!
Masamune- Eres todo un espectáculo desde aquí, gatita. Es como si fueras transparente. Jaja.
MC- ¡No tienes que sonreír y actuar genial en un momento como este!
(¡No puedo llegar a él!)
Mis manos se deslizaban entre los escombros, como si fuera un fantasma. La distorsión se nubló sobre mi visión. Retuve mis lágrimas y le grité a Masamune.
MC- Masamune, ¡tienes que vivir! ¡Me prometiste que morirías únicamente a mi lado!
Tosí, el humo del fuego me asfixió.
Masamune- Gatita tonta, no voy a morir. Son 500 años demasiado pronto para que te preocupes por mí.
Masamune se agarró su hombro, pero sonreía, confiado.
MC- ...sigues actuando como si nada.
Masamune- Sí. Diría que lo estoy haciendo bastante bien, considerando todas las cosas.
(...¡Tonto idiota!)
El hecho de que estuviera actuando de esta manera para que yo no me preocupara hizo imposible luchar contra mis lágrimas.
MC- ¡Espera por mí! ¡Volveré! ¡Lo prometo!