Mentiras Sin Sentido
Al salir de la universidad un auto se estaciona a mi lado, al bajar la ventanilla veo a Ryan con una sonrisita confiada. Imito su sonrisa, su personalidad me da ternura a veces, pero a su vez, es muy fácil de leer y predecir, ya que esa mirada me hace captar rápidamente lo que me dirá.
── ¿Te llevo? ──Me pregunta amablemente. Lo sabía.
Antes Ryan era mi chofer, de hecho, en mis días libres aún lo es. Pero... bueno, sólo trato de evitar por todos los medios que lo molesten como a mí.
── No, gracias, pero debo ir a otro sitio.
── Siempre me dices lo mismo.
── Y siempre es verdad. ──Es mentira y ambos lo sabemos.
── ¿A dónde más puedes ir, Alex? ──Cuestiona divertido── Vas a ir al estudio y de ahí a tu apartamento.
Y claro, él también me lee y conoce a la perfección. ¿Qué sentido tiene mentirle?
Muerdo mi labio al ser atrapada. Esa normalmente es mi rutina de cada día, pero hoy quiero hacer algo de ejercicio, y me gustaría estar sola para poder hacerlo. Trotar en un parque con los auriculares puestos. A veces es un poco difícil estar tranquila cuando estoy sola en la calle, de sólo pensar en ser encontrada por esa gente es... horrible. Pero es algo que debo superar.
No siempre estaré acompañada, por lo que debo dejar de ser tan dependiente de él.
── Tengo más vida social de la que crees. ──Respondo ofendida, dándome una bofetada mental por haber dicho aquello.
Se ríe porque ambos sabemos que acabó de decir algo totalmente falso. Al escuchar su risa, sólo puedo pensar en lo amable que es, y con nostalgia recuerdo que al principio pensaba que me enamoraría de él, cosa que no pasó. Pero es algo que nunca le diré. Aunque él me gustara nunca intentaría algo con él, eso sólo lo perjudicaría en lugar de hacerlo feliz, creo que sólo le haría daño.
Le debo muchísimo, no puedo pagarle haciéndole daño.
Unas chicas pasan a mi lado y una de ellas choca conmigo, pero me mantengo firme.
── Disculpa, zorra. ──Dice seguido de risas.
── Bien hecho, Karen. ──La anima su amiga.
Hago una mueca en dirección a ellas, al verlas con atención reconozco que ellas siempre le hacen ojitos a Ryan. De hecho, la dichosa voltea de forma provocadora y camina hacia la ventanilla de Ryan, sin poder evitarlo me alejo un poco y cuando pasa cerca de mí, pongo mi pie en su camino haciéndola tropezar y choca con el auto.
Ryan se atraganta una risa ante mi maldad, cuando la chica, que ahora sé que se llama Karen, se levanta me fulmina con la mirada y luego centra su atención en mi amigo. Este al estar bajo su mirada, borra la diversión en sus facciones.
── ¿Qué harás esta noche, muñeco? ──Dice de forma coqueta aleteando sus pestañas.
Yo hago una mueca indignada. ¿Hablan mal de mí teniendo una verdadera zorra aquí?
Lógica de estudiantes imbéciles.
── Haré ejercicio. ──Responde Ryan, seco. Me mira de reojo al decir aquello.
Bien, creo que sabe mis planes.
Claro que la chica capta la mirada que me echó, se ríe como desquiciada.
── Es más fácil que seas honesto y decir que saldrás con la zorra.
Veo como las manos de Ryan se aprietan al volante.
── ¿Te refieres a que salga con Alex o contigo?
Ella gruñe.
── No hacía falta ser tan grosero.
── Oh, disculpa. Pensé que, al ser una muñeca de plástico por tantas cosas que te has hecho, podía tratarte como yo quisiera.
Alzo mis cejas sorprendida, creo que he sido una mala influencia para él.
El rostro de la chica se enrojece ante la respuesta de mi amigo, sus amigas tienen asombro en su rostro. Entonces la Barbie falsa me mira furiosa seguido de irse refunfuñando con las otras chicas.
Mi mirada va de nuevo hacia a Ryan y puedo notar el enojo en su mirada mientras ve a las chicas alejarse, al notar que lo estoy observando suaviza su expresión.
── ¿Segura que estarás bien? ──Cuestiona con preocupación.
── Claro. ──Le muestro mi mejor sonrisa── ¿Tú estás seguro que no tendras problemas por esto?
── Claro, depende de mí que apruebe el semestre, su padre no se meterá conmigo. ──Asiento ante su respuesta.
── Bueno, hasta mañana... ──Me interrumpe.
── No quiero que vayas sola a hacer ejercicio en ese parque.
── ¿Cómo sabes que iba para allá?
Él sonríe.
── No puedes mentirme a mí. No tiene sentido hacerlo
Sonrío porque sé que tiene razón.
── Estaré bien, recuerda que el psicólogo me recomendó salir sola más seguido.
Duda, pero finalmente se despide y arranca, yo sólo lo veo alejarse. Tal vez, solo tal vez dejaría que me llevara, pero no quiero ser una carga aún más pesada de lo que ya soy para él, no me gusta que se preocupe por mí, al final por mi culpa también están hablando mal de él.
Al empezar a caminar una camioneta pasa a mi lado con una velocidad impresionante, cuando en eso siento como cae sobre mí una cantidad de agua endemoniadamente fría. Respiro dos veces mientras mi cuerpo tiembla sin que pueda controlarlo, rayos, debo secarme antes de que me dé un ataque de tos. Un grito hace que suba la mirada.
Veo los ojos verdes de Derek mirándome con diversión mientras se aleja. Maldigo entre dientes cuando no pude escapar a tiempo, esas chicas y Ryan insistiendo me atrasaron bastante. Bajo la vista a mi bolso y compruebo que la bolsa que había colocado antes de salir, nuevamente, es un éxito.
Gracias a Dios hoy es viernes.
Llego al apartamento temblando de pies a cabeza, lo primero que hago es cambiarme por ropa seca, no me molesto en bañarme porque haré ejercicio. Al terminar de ponerme botas deportivas, tomo un vaso de agua entero para mantenerme hidratada y salgo únicamente con mis llaves.
En el parque todo está tranquilo, hay una cantidad considerable de personas, pero no tanto como para chocar con alguien. Me detengo jadeando colocando las manos sobre mis rodillas en un intento de recuperarme. Siempre he sido atlética, pero hoy corrí tanto que perdí la cuenta de cuantos minutos llevo. Supongo que demasiado porque llegue habiendo sol y ya está oscuro.
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Editado: 21.11.2024