Máscara Inefable (saga Disfraz #1)

Capítulo XI

Comportamientos Irresistibles.

Una vez sus palabras hacen un impacto en mi cabeza, la tostada se queda atorada en mi garganta y empiezo a toser como una enferma, siento como él da golpecitos en mi espalda para ayudarme. Al cabo de un rato que pareció una eternidad por fin puedo respirar. Me tomo lo que queda de café de un solo trago deseando que fuera un trago de tequila para tener valor, sin voltear a verlo lavo la taza, que se me cae dos veces durante el proceso, y la dejo por ahí para poder huir. Algo tonto teniendo en cuenta de que hace un momento me deje besar.

Pero el me detiene, abrazándome desde atrás, de pronto me da besos en la cabeza. Mis ojos se abren con pánico y me quedo sin saber qué hacer.

── Responde, por favor.

── No puede gustarte alguien que llamas Friki, la besas y al momento le dices que es una cualquiera. ──Me suelto de su agarre── Si mal no recuerdo, esta misma mañana me insultaste, de pronto vienes y me dices esas palabras bonitas, ¿de verdad crees eso tapara lo que has hecho? ¿Acaso usarás esto para burlarte de mí luego?

── Lo siento. ──Se disculpa a lo que yo bufo── Sé que has pasado tres años de mierda por mi culpa, soy un idiota, no sabía cómo llamar tu atención. Tenía miedo de perder a mis amigos por tu reputación...

── Eso te convierte en un cobarde. ──Lo interrumpo.

── Lo sé y te prometo que cambiare, prometo que estaré contigo y defenderé de quien sea. ──Sus palabras lejos de aliviarme me molestan aún más── Quiero que sepas que tengo mis problemas, cosas que me dejaron como soy, no será fácil, pero prometo esforzarme por ti, por nosotros.

── Lamento decirte que no creo en tus palabras. ──Lejos de sonar firme, se escuchaba mi dolor en la voz── Hay una manta y una almohada en el sillón de la sala, y antes de que digas que son para visitas masculinas, eso está ahí porque a veces duermo ahí.
Sin esperar su respuesta, camino rápido a mi habitación, cierro la puerta con seguro, suelto un suspiro, cuando voy a mi cama veo el muy idiota dejó su camisa en mi cama, al tomarla no puedo evitar hundir mi nariz en ella, al sentir su aroma, mis ojos se cristalizan, me acuesto abrazando la camisa y me quedo dormida.

(...)

── Bella durmiente, despierta. ──Siento que besan mi frente. Gruño con los ojos aún cerrados── ¿O es que tengo que besarte los labios para romper el hechizo?

Abro los ojos de golpe y veo a Derek observándome con diversión, sin pensarlo dos veces cierro mi puño para golpearlo, pero cuando lo hago, lo toma fácilmente con su mano. Entonces recuerdo que yo había cerrado con seguro.

── ¿Cómo entraste? ──Pregunto mientras desvío la mirada, debo de estar horrible. Él me intenta tomar de la barbilla pero lo aparto.

──Por la puerta.

── Muy gracioso.

── Siempre lo he sido. ──Dice burlón, yo sólo ruedo mis ojos.

── Sí claro. ──Respondo con fastidio, tengo un dolor de cabeza fatal── Cerré la puerta con seguro, ¿no crees que quería privacidad?

── Lo hubiese creído si te hubieses encerrado con todo y llaves.

Lo miro y él sacude las llaves enfrente de mí, intento quitárselas pero las aleja más rápido. Me incorporo tratando de quitársela, pero él me toma de la cintura haciendo que caiga sobre su pecho, mierda esto no está bien, intento levantarme pero me lo impide. Tampoco puedo golpearlo porque está herido, ugh.

── Suéltame. ──Le ordeno amenazante pero él ni se inmuta ante mi mirada asesina.

── Repito, eres adorable cuando te enojas. ──Pellizca mi nariz, siento como el calor sube a mi rostro y en un desesperado intento de ocultar mi rostro lo hundo en su pecho── ¿Ves? Yo sé que te gusto y te mueres por mí.

── Te odio. ──Levanto mi cabeza y elevo mi barbilla con terquedad.

── Tú me gustas. ──Declara poniendo un mechón de mi cabello detrás de mí oreja.

Aprieto los labios tratando de ignorar sus palabras.

── Derek, vete a la mierda.

Me incorporo y esta vez él no pone resistencia a que me quede en su pecho, me siento cruzando las piernas y observo como él se levanta apoyándose con sus codos. A diferencia de mí, él sí parece haberse levantado hace un buen rato. Al analizar su actitud noto algo extraño.

── ¿Amaneciste de buen humor o algo? Te estás comportando más juguetón.

── ¿No puedo? ──Pregunta sonriéndome.

── Me da miedo, a decir verdad.

El suelta una carcajada.

── Para que creas en mis palabras de anoche debo tratarte como lo mereces. ──Se acerca para juguetear con un mechón de mi cabello── Como a una Diosa.

Sonrío divertida al escucharlo.

── Ya veremos si cumplirás.
Él me mira con ternura unos segundos, luego su mirada se torna burlona.
── Por cierto, sé que mi aroma es el mejor, pero si querías sentirlo pudiste dormir conmigo en lugar de usar la copia barata de mi camisa. ──Se ríe.

Bajo la mirada, al ver su camisa siento como mis mejillas empiezan a arder de nuevo. Sintiéndome avergonzada de haber sido descubierta tomo su camisa y la arrugo haciéndolo una bola, intento tirarla a su rostro pero él la atrapa en el aire, entonces él se levanta empezando a caminar hacia la puerta y al llegar a ella la abre, voltea a verme.

── El desayuno está casi listo, baja cuando estés lista. Deberías darte una ducha, apestas a alcohol. ──Dice y se va.

¿Me está haciendo desayuno? Su comentario hace eco en mi cabeza, huelo un poco mi camisa y efectivamente apesto a alcohol. Un sentimiento de vergüenza pasa al saber que él me vio y sintió este aroma tan asqueroso.

Decido tomarle la palabra a Derek y aprovechando que él está en la cocina, tomo mis cosas para bañarme, al entrar al baño toco mis rizos, me toca lavarlo ya, entro a la ducha y abro la llave, el agua caliente me distrae de todos los problemas que tengo, la noche no terminó como lo planee pero aún así la pase genial.

¿Quieres ser mía, Alexandra?




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