Capítulo XV

Nuevas oportunidades

── ¿Estás seguro de que es una buena idea? ──Insistí, totalmente inquieta.

── Claro que sí. ¿Qué te pone tan nerviosa?

Suspiro.

── No estoy acostumbrada a hablar con personas, siempre suelo dejar una mala primera impresión.

El caso de Jessica era el más destacable.

── Vamos, Alexandra. ──Me anima── Es importante para mí.

── ¿De verdad lo es?

── Claro. Papá… su aprobación es… importante.

¿Y por qué carajo se ve más asustado que yo?

Quiere calmarme, pero el imbécil me está poniendo más nerviosa.

── ¿Y tu mamá? ──Derek se tensa── No la has mencionado.

── Ella… ──Las venas de su cuello sobresalen ante la tensión── Ella no está.

Se aleja, dejándome algo confundida y algo culpable por tocar un tema tan sensible.

***

── Voy a conocer al padre de Derek. ──Le digo a Jess antes de arrepentirme por haberlo dicho en voz alta.

Hace rato que llegué del estudio y Derek está en mi apartamento haciendo la cena. Me obligó para que viniera con Jess asegurando que si yo estoy presente en la cocina algo se quemará. Ella aprovechó mi presencia para decirme más ideas sobre su libro, concluyó que mientras más me asuste, más buena es la idea, al fin y al cabo, soy una cobarde.

Ella al escucharme suelta un chillido que me deja doliendo mi pobre oído, la verdad que ella es la única con la ilusión de que Derek y yo estemos juntos.

── ¿Ya son novios entonces? ──Pregunta emocionada me toma de los hombros y me mira de una forma que no entiendo, parece una psicópata.

── No, no lo somos.

── ¿Por qué?

── Porque... no sé, no me lo ha pedido.

── ¿Cómo que no te lo ha pedido? ──Pregunta, incrédula.

── Yo qué sé, aunque, al tratarnos así debo asumirlo y ya está.

Jess parece indignada.

── De ninguna manera, ¿acaso no lees? Las declaraciones de amor son tan románticas.

── Jessica, no estamos en un libro. ──Le recuerdo── Además, ¿Qué esperas de Derek? Su mayor cumplido fue decirme Friki.

Jessica rompe a reír.

── Ay vamos.

── Hablo en serio, yo… ──Bajo la mirada── Pasamos por tanto que… no lo sé.

Ella se acerca a mí.

── Alex comprendo ese miedo, pero él ha cambiado un montón por ti.

Suspiro.

── Yo también, a decir verdad. ──Contesto── Normalmente no dejaría que se me acercara ni dos metros, él... se las ingenió para llegar a mí.

La miro y ella tiene una mirada soñadora que me hace entornar los ojos.

── Ambos se esconden muchas cosas. ──Observa y sonrío porque sé que tiene razón── Pero eso no es un motivo para estar separados, ambos pueden ayudarse.

Suspiro.

── No podemos jugar a los salvadores.

── Pero se necesitan.

Esta chica debe dejar de leer romance.

── ¿Y Mars? ──Pregunto cambiando el tema. Ella me observa con atención.

──Odio que me cambien el tema. ──Gruñe── Él está bien, salimos casi todos los días. Aunque me encanta estar con él aún tengo ese miedo de que todo lo que dice Jenna sea cierto.

── Posiblemente no lo sea. ──Le aseguro── Ya te conté todas las mentiras que esa idiota dijo de nosotros.

── Si lo sé, pero…

── No le creas.

── ¿Cómo puedes estar tan segura?

── Es una perra mentirosa.

Ella suelta una estruendosa carcajada.

── Bueno, en eso tienes razón. ──Su sonrisa desaparece── Le confesé que estaba escribiendo un libro, pero... no lo sé, es como si le hubiese parecido algo ridículo.

¿Ridículo que ella escriba un libro? Trabaja en una editorial, es lógico que eso fuera su pasión. No tiene nada de malo el intentarlo, no puede perder nada.

── Tal vez no supo reaccionar.

── Ojalá sea eso. ──Suspira y me mira sonriendo de nuevo── Ojalá todo eso sea realmente mentira.

── Lo es. ──Le aseguro de nuevo.

── Ajá. ──Arquea una ceja que hace que me enderece── Y tú, deberías hablar con Derek de forma más sincera de tus sentimientos.

Bufo.

── Si, claro. Y le digo que lo quiero también.

── ¿Qué tendría eso de malo?

Estaba de verdad considerando la idea, cuando en ese momento Derek abre bruscamente la puerta del apartamento y me señala con su dedo.

── Hey tú, la Friki. Vamos a comer. ──Se recuesta en el umbral esperándome y yo me pongo de pie.

Volteo a ver a Jess.

── Aah. ──Dice ella.

Aguanto la carcajada.

── Adorable. ──Le digo con sarcasmo a Jess, quien mira con desaprobación a Derek.

Me despido de ella y me lanza un beso pidiendo que la visite más seguido, una vez dentro de mi apartamento Derek cierra la puerta y pasa un brazo sobre mis hombros. Cuando llegamos a la cocina el aroma a pizza me despierta el hambre de golpe.

De solo pensar en pizza casera, empecé a babear.

── Alexandra, quiero preguntarte algo. ──Dice en cuanto nos sentamos a comer.

── Dime.

── ¿Prometes ser honesta?

Pongo los ojos en blanco.

── Lo puedo intentar.

── ¿Esos rumores sobre ti son ciertos? ──Su pregunta me paraliza y siento que me desmayaré.

Es la primera vez que me hace esa pregunta, pero no sé qué puedo decirle, no quiero que piense que estoy mal de la cabeza por nunca desmentirlos.

Y mucho menos se me apetece decirle por qué iniciaron, en primer lugar.

── ¿Qué piensas tú? ──Miro fijamente sus ojos para poder detectar algún rastro de mentira o burla, él me mantiene la mirada.

── Pienso en muchas cosas, Alexandra. A veces siento que no puedo confiar en ti al escuchar lo que dicen de ti, pero al verte todo eso desaparece. Quiero que me seas honesta, ¿todo eso es cierto?

Aprieto los labios, no estoy segura si le agradara más escuchar la verdad o la mentira, odiaría perderlo, pero odiaría aún más que él me viera con lástima o con repugnancia al saber todo de mí.

Por más que quiero ser honesta y que me vea por lo que soy, opto por…