Un Buen Toque
Ya el lunes en la universidad estaba en el patio durante el descanso comiendo galletas como una niña, disfrutando en silencio mi soledad antes de que Derek venga a perturbarme la paz. El día de ayer me la había pasado con él todo el día en el estudio trabajando, con él haciéndome una que otra recomendación. Y se lo agradezco, porque cada día que pasa parezco un gigante nudo de nervios que crece a cada segundo, debido a que cada vez más se acerca la fecha de entrega. Veo de reojo como alguien que no he visto en días se sienta en silencio a mi izquierda, la verdad es que no he querido hablar con él desde la cafetería, y tampoco creo querer hacerlo en un futuro, pero es ridículo evitarlo.
── Lo siento. ──Susurra Ryan al cabo de unos minutos.
──Ryan. ──Lo llamo con dulzura y su mirada se torna esperanzada── Métete esas disculpas por el trasero.
Le sonrío falsamente una vez más y vuelvo mi vista al frente mientras sigo devorando mis galletas de chocolate que Derek compró para mí. Pero él, lejos de molestarse o irse sigue aquí viéndome.
── Alex, ¿por qué no intentaste decirme? Todo lo que ella me decía que tú le decías, ¿eran mentiras? No puedo creer que en serio siga creyendo que eran verdaderas.
── ¿Por qué no le preguntas a ella?
──Joder, Alex no me trates así.
── Muy... ──Me interrumpe.
── Tarde, lo sé. ──Lo veo, su mirada se encuentra triste y hasta puedo decir que derrotada── ¿Por qué no intentaste decirme?
── ¿Me hubieses creído? ──Aunque ya sé la respuesta, quiero que lo diga.
── Alex... ──Levanto mi mano llena de migajas deteniendo su oración. Su mirada se suaviza al percatarse de eso.
── Dilo.
Suspira rendido y me mira con arrepentimiento.
── No.
── Ahí tienes tu respuesta.
Veo a lo lejos la entrada del edificio, como Derek me busca con la mirada, yo sólo puedo observar lo bueno que se ve en este momento. Me da vergüenza la idea de estar comiéndomelo con la mirada, pero es mi novio, tengo todo el maldito derecho. Sinceramente aun no entiendo como alguien como él se pudo fijar en alguien como yo.
── Alex, no salgas con él. ──Lo fulminó con la mirada, él no es nadie para darme ordenes──Te está usando, en cualquier momento el volverá a ser el mismo hijo de perra que se mete contigo hasta por tu modo de respirar. No quiero que te haga daño.
── Nada de eso es tu problema. ──Le digo secamente mientras me como otra galleta. Es gracioso como este dulce me pone de buen humor sin importar la situación.
── Sí es mi problema, tú eres mi mejor amiga.
Me río con fuerza al escucharlo, veo de reojo como Derek me mira con atención y su mirada se vuelve asesina al ver a mi acompañante.
── Creía entender que Jenna lo era. Y a mí, me dejaste de lado por creerle a la otra, que conociste hace... ¿qué? ──Hago una mueca recordando── ¿Tres meses? Mientras que a mí me conoces desde hace más de seis putos años.
Él intenta tomar mi mano, pero otra la aparta, veo de reojo como Derek está mirando a Ryan con seriedad, y éste le devuelve la mirada.
── Alex, él no te quiere. ──Insiste Ryan.
Con delicadeza, Derek me levanta y toma mi cintura con sus manos, en su mirada veo un gesto travieso y presiento que hará algo donde querré asesinarlo. De pronto me acerca a él haciendo que choque con su cuerpo, siento su aliento en mi oído y siento que mis piernas se convierten en gelatina.
── No me mates. ──Escucho que susurra en mi oído, luego voltea de nuevo a Ryan── Mira como la quiero.
Antes de que pudiera preguntar que planea, siento sus labios tocar mi cuello, pero lejos de molestarme un ataque de risa brota dentro de mí, intento apartarlo, pero en cuanto sus dientes muerden con delicadeza siento una sensación extraña que recorre todo mi cuerpo con rapidez. Y antes de detenerlo un sonido extraño escapa de mis labios haciendo que el agarre de Derek se tense.
── Alexandra, te recuerdo que soy un profesor. ──Ryan parece asqueado y hasta algo ofendido.
Derek me suelta y observa divertido a Ryan.
── ¿Envidia porque es mía y no tuya?
── Ella no es tuya. ──Ruge Ryan.
── Basta. No quiero que empiecen a parlotear, me estoy cansando de sus discusiones.
Ryan parece indeciso, pero en un momento clave él toma de mi muñeca y me acerca a él volteándome para que mi espalda impacte con su pecho.
── Eso lo veremos. ──Le reta Ryan rodeando mi cintura. Y ahora soy una propiedad que intentan proclamar, genial.
── Suficiente. ──El Derek relajado de hace un segundo cambia por uno furioso── Alexandra, agáchate.
No sé porque le hago caso, pero apenas mis rodillas se flexionan puedo sentir un golpe seco, seguido de Ryan en el suelo, veo como escupe sangre y veo incrédula a Derek.
Me levanto al mismo tiempo de Ryan, intento detenerlo, pero este me esquiva y se aproxima a Derek, en cuestión de segundo sólo puedo ver cómo Ryan intenta hacerle frente a Derek, en una que otra ocasión un golpe de Ryan lo impacta, pero a Derek poco le interesa. Tomo mi paquete de galletas y me como la última que quedaba para tener paciencia con estos dos.
Entonces ambos se separan, no me había dado cuenta que estamos en medio de un montón de estudiantes que miran sorprendidos la escena, veo las intenciones de volver a pelear entonces decido hacer algo estúpido. Camino rápidamente justo antes de que ellos choquen y siento un golpe impactar mi mejilla derecha. Caigo al suelo y siento como aparece el conocido sabor metálico de la sangre, al sentir que se está acumulando aquel liquido rojo, escupo una cantidad considerable de sangre, que asco.
── ¡Mierda! ──Escucho exclamar a Ryan... o Derek, no sé estoy viendo borroso. Me cuesta distinguir lo que se encuentra a mí alrededor.
── Lo siento, cariño. Lo siento tanto. ──Logro percibir cómo me levantan como si no pesará nada. Mierda, ¿acabo de ver un caballo?
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Editado: 21.11.2024