Máscara Inefable (saga Disfraz #1)

Capítulo XXV

Gritarle al Mundo.

Al verlo de esta manera conmigo, hace que mi corazón se acelere, no hace amago de besarme y me encontraba entre frustrada y agradecida.

Para nada contradictorio.

Es injusto que él se comporte así conmigo, hace que aquellos sentimientos que trato de eliminar crezcan a enormes pasos, con una rapidez tan impresionante que ni yo puedo hacer algo al respecto. Nos quedamos así unos minutos, observándonos fijamente queriendo decir tantas cosas, pero debo convencerme a mí misma por completo que nosotros no somos para nada compatibles.

Las palabras de mi psicólogo seguían haciendo eco en mi mente, debía tomar distancia.

Así que, en contra de mi voluntad pongo mi mano en su pecho para alejarlo, él obedece y se aleja, me bajo sin decir una palabra y camino hasta la puerta sintiendo su mirada sobre mí.

Volteo un poco para verlo.

── Gracias. ──Agradezco en un susurro y cierro la puerta detrás de mí.

Camino nuevamente a la oficina de Ryan a donde iba a un principio antes de haber sido interrumpida. Noto que alguien me alcanza y al ver de quien se trata sonrío ligeramente.

── Le diste una buena lección a esa chica. ──Me río en respuesta ante la observación de Mars── No sabía que podías pelear muy bien, creo que con algo más de práctica puedas ganarme a mí o a Derek en un combate. Podrías ser nuestra guardaespaldas.

── No lo creo. ──Le miro divertida.

── ¿Por qué no?

── Porque cada vez que intento golpearlo, siempre atrapa mi puño justo a tiempo.

── Practicó mucho boxeo en su adolescencia.

── Ah, sí es cierto. ──Murmuro recordando sus guantes desgastados── ¿por qué desde tan joven?

── Entraba a muchas peleas, casi siempre por tonterías. Un día entendió que se estaba haciendo daño, pues llegaba con muchas heridas, así decidió dejar las peleas.

── ¿Y se metió al boxeo? ──Pregunto sin entender.

── Digamos que le ayudó a controlarse.

── No lo sabía.

Recuerdo cuando me salvó aquella noche de los dos hombres, me había sorprendido su habilidad y ahora lo comprendía.

── Derek me contó que empezaste a salir con Ryan oficialmente. ──Le miro de reojo.

Ay, si supieras.

── Ah…

¿Qué me costaba ser honesta?

── Alex… sé que no quieres a Ryan, se nota. ──Lo veo mal y se apresura a hablar── ¿Por qué no le das otra oportunidad a Derek?

── Porque nos hacemos daño, Mars. ──Cuando noto que dirá algo, continuo── No quiero hablar de eso.

Él suspira rendido.

── Pero yo...

── Yo no me meto en los problemas que tienes con Jess. ──Le interrumpo, recordando cómo hirió los sentimientos de mi amiga, haciéndola dudar de su libro── No te metas en los míos.

Su expresión se endurece un poco, pero parece contenerla.

── Bueno, gruñosita. ──Ruedo mis ojos ante el apodo── El director te espera en su oficina.

¿No debió empezar con esa información primero?

Aun así, asiento y me alejo de él sin siquiera despedirme como se debe. Camino rápidamente por los pasillos hasta llegar a dirección, se porque me está llamando, así que antes de entrar, respiro profundo y abro la puerta con una enorme sonrisa.

── ¡Hola...!

── Ni hola ni que leches. ──Toso un poco para disimular que casi se me sale una risa y me siento en la silla que se encuentra en frente de él── ¿Por qué demonios entraste en una pelea? ¡Me prometiste que no lo harías, Alexandra!

La diversión desaparece en mí y queda la culpa, lo había prometido.

── Lo sé y lo siento. ──Me disculpo── Sé que perdí el control, pero no volverá a pasar.

── Ye has dicho eso, Alexandra. ──Señala enfadado── La última vez que lo hablamos me lo prometiste, y ahora golpeaste a una chica. ¡Agradece lo que hizo el padre de Derek!

Sabía que todo este regaño es porque él recibe regaños por parte de los altos mandos por mi culpa.

Recordé como todos me habían ayudado, poniendo un alto o ayudándome a salir de esas situaciones y aunque lo agradecía, no quiero ser una carga siempre.

Respiro hondo.

── Sí puedo asegurarle que no volverá a pasar.

── ¿Cómo? ──Exige saber y yo le dedico una pequeña sonrisa.

── Porque al terminar este semestre, continuaré con la carrera a distancia.

***

Salgo del edificio y respiro. Si quitamos el suceso de la chica Barbie, hoy ha sido un día extremadamente tranquilo, definitivamente extrañaré la universidad y todo en ella. Bueno, a mis compañeros no tanto.

Sé que me hará bien alejarme de este lugar y sobre todo de Derek, quien aprovecha la mínima oportunidad de estar cerca de mí.

Saco mi celular y marco el número de Ryan.

Hago una mueca cuando me responde la llamada, tenía que resolver todo esto y pronto.

Cuando ya estaba llegando a la parada, una voz que hace semanas odiaba escuchar, suena a mis espaldas.

── Hey, zorra.

Me giro para encarar a Jenna con una sonrisa plantada en mis labios.

── ¿Qué quieres?

── Joderte.

Que directa.

── Bueno, hoy no estoy disponible. Mañana en la mañana tendrás la oportunidad de hacerlo, con permiso.

Antes de darle la espalda ella levanta un micrófono que no había notado a su boca. Ya puedo presentir lo que dirá, sólo con verla lo hace más que obvio.

── ¡Atención todo el mundo! ──Los estudiantes que estaban a punto de salir voltean a vernos── Ella es Alexandra Carvajal, una zorra que me robó a Derek mientras que al mismo tiempo se acostaba con el profesor Bates, quien a su vez tenía novia.

Aprieto mis puños, la miro con odio. Lo hace porque me han dejado tranquila con los rumores y los abusos, era un intento tan desesperado por provocarme que controlarme resultaba difícil.

No puedo pelear, no quiero meter en más problemas a nadie.

── Vamos, querida no lo niegues. ──Continua Jenna disfrutando esto como nunca── Para Derek no significas nada, ¿a quién crees que ve cuando no está contigo? A mí. Y se burla de ti siempre. Le da vergüenza haber estado contigo, le das asco. ¿En serio creíste que le gustabas de verdad?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.