Máscara Inefable (saga Disfraz #1)

Capítulo XXVII

Traumas sin Superar.

Se me ocurre otra posibilidad ante esta situación.

── ¿Y si fue Lauren? ──Entrecierro los ojos ante la risa de Ryan.

── Sé que ella es manipuladora, pero no creo que por dejarla haga algo así.

── Se han visto casos.

── ¿En dónde, Alex?

── En... ──Se burlará de mi respuesta, lo sé── Libros.

Ryan me arquea una ceja observándome comí si estuviera loca o algo por el estilo.

── ¿Es en serio, Alex?

Me cruzo de brazos indignada a que se burle de mí.

── Si estás tan seguro. Llámala y confírmalo, así nos quitamos esa duda de encima.

Me sorprendo que, en lugar de contestar, saca su celular y marca rápidamente antes de dejar el aparato en el mesón en altavoz. Por más que trate de fingir estar calmado y como si no le importara, noto sus nervios al llamar a Lauren. Contesta al tercer timbrazo.

── ¿Ryan? ──Su chillona voz de hipócrita me hace arrugar la nariz, Ryan sonríe al verme.

── Lauren. ──El tono frío que él usa con ella me sorprende, Ryan no es de tratar así a las personas que lo rodean── ¿Tuviste algo que ver con la persecución de temprano? ¿O Jenna? Dime la verdad.

Wow, me había olvidado de la existencia de Jenna.

── ¿Persecución? ¿De qué estás hablando? ──Su voz pasa de confundida a preocupada en menos de un segundo── ¡Oh por Dios! ¿Te encuentras bien? ¿Por qué diablos piensas que fui yo? De Jenna no he sabido más, luego de lo ocurrido no hablamos tanto como antes. Sé que fui muy cruel contigo y con... Alexandra, pero no haría algo así. Yo... te amo.

Elevo mis cejas al escucharla y Ryan suelta un suspiro viéndose visiblemente incómodo con las palabras de Lauren. Sabía que la chica había dicho eso, pero... esta vez sonó verdadero. Miro fijamente a Ryan, quien huye de mi mirada, la idea de que la única razón de que no está con ella, sea mi culpa, se hace presente y fuerte.

── Bueno. ──Ryan se queda sin palabras viéndome de reojo── Hablamos luego, Lauren.

Le cuelga sin esperar respuesta, apoya sus manos en el mesón con la mirada perdida en el mármol unos segundos y luego me mira, ocultando todo rastro de nostalgia a una sonrisa egocéntrica.

── Te dije que no fue ella. ──Exclama victorioso. Eso no será suficiente para que me olvide de lo que acaba de pasar.

── Parece que ella en verdad te ama.

Él me mira un segundo y se voltea para seguir cocinando.

── No me ama, es imposible.

── Parece que si es posible...

── Que no. ──Me interrumpe── Y aunque ella lo estuviera, yo no lo estoy y tampoco lo estaré. ──Sentencia.

No me atrevo a comentar nada más porque se ha molestado, pero puedo decir por su reacción, por su mirada y su espalda tensa que me está mintiendo en algo. No sabré decir si es por los de sentimientos de Lauren hacia él o al revés.

(...)

Me encuentro en el baño de Ryan lavando mi rostro para parecer fresca y no parecer tan agotada como en realidad lo estoy por todo lo sucedido. Me habría dado una ducha, pero me habría dado sueño y tengo que recibir junto a Ryan a sus padres, no puedo ser tan floja. Aunque tengo entendido que él si se bañará, mientras yo estoy en el baño cerca de la sala él está el de su habitación. Salgo del baño y decido ir a buscarlo, hace ya un rato que fue a ducharse, supongo que ya está listo. Abro la puerta de par en par sin tocar y me lo encuentro sin camisa abrochándose los pantalones con el cabello mojado.

Siento todos los colores pasar por mi rostro, me quedo congelada en mi lugar porque no sé qué rayos hacer en esta situación, entonces lo inevitable pasa, su mirada se encuentra con la mía. Se queda congelado al igual que yo, sólo que él no está sonrojado ni nada por el estilo. Al notar que nadie dice nada o hace amago de moverse, decido hacerlo yo.

── Y-yo lo s-siento. ──Las palabras se me traban, mis nervios crecen cuando en comienza a caminar hacia mi── Yo... m-mejor me voy.

Doy la vuelta para irme, pero Ryan me toma de la muñeca jalándome a su cuerpo estando de espalda, veo como cierra la puerta y yo usando el poco valor que me queda, me volteo y mi mirada queda fija en su torso desnudo.

── Eres una descarada. ──Dice divertido y yo levanto mi mirada para encararlo── Invades mi privacidad y me comes con la mirada sin poder disimularlo.

De acuerdo, debo aprender a manejar aquello.

── Ya dije que lo siento. ──Susurro cuando noto que se acerca más a mí.

── No te perdono. ──Me responde en voz baja── Pero haré algo mejor para recompensarlo.

Sus labios callan cualquier cosa que yo haya podido decir, me empuja hacia la puerta con un poco de fuerza, pero no me quejo en absoluto. Mis manos viajan con cierta timidez su torso sintiendo como se eriza bajo mi tacto, él coloca una mano en mi cintura apretándome a él y la otra en la parte baja de mi cabeza jalando el cabello, dándole un mejor acceso al beso.

No estoy segura si es por la confianza que le tengo o si sea otra cosa, pero por primera vez, ya no le tengo miedo a esta cercanía, al menos no con él. Recuerdo a mi psicólogo diciendo que no pasará nada que yo no quiera, y tiene razón. Ryan no me obligará a nada. Claro que esa confianza se esfuma en menos de un segundo cuando las manos de Ryan intentan tocar zonas, zonas que provocan que mis ojos se llenen de lágrimas.

El timbre suena haciendo que de un salto nos separemos. Bajo mi rostro por la vergüenza que siento en este momento, por haber sido tan... ¿confiada? No lo sé. Pensé que podía hacerlo, pero aparentemente aún no estoy lo suficiente lista como para dar ese paso, siento la mano de Ryan tomar mi barbilla para encararlo, le sostengo la mirada y él empieza a limpiar mis lágrimas. No me había dado cuenta de que había soltado las lágrimas.

── Lo siento. ──No sé ni siquiera por qué me estoy disculpando exactamente, sólo lo hago.




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