Crack
¿Nunca se te ocurrió decirle la verdad a mi hijo? ¿Nunca imaginaste que te apoyaría incondicionalmente? No puedes culparlo por completo, si combinas sus inseguridades con las mentiras que dejas que él crea. Es normal que reaccione como lo hace.
Tiene razón, esto es por mi culpa, pero aun así no quiero decirle nada.
No le respondo, me escabullo dentro del auto y cierro mi puerta, a los segundos cuando me estoy alejando de él, veo al Sr. Foster llegar al lado de Derek, le dice algo a gritos prácticamente. Derek se tambalea y mira el auto en donde estoy, supe que el padre debió decirle que estuve ahí por otras razones, porque empezó a correr a dirección al auto donde yo estaba.
Me enderece en mi asiento para darle la espalda, no quería verlo, le pedí al chofer con voz ahogada que acelerara para perderlo, para mi sorpresa me obedeció, en todo el camino no quise voltear para saber si aún corría detrás del auto. Y si lo hizo, no me importó en lo más mínimo.
A diferencia de la última vez que salí destrozada de su casa, esta vez fue mucho peor que la anterior.
***
── ¿Y salió corriendo hacia el auto? ──Ryan pregunta sorprendido.
Llegué hace una hora donde fui directo a golpear el saco de boxeo hasta quedarme sin fuerzas, ni siquiera se me antojó el café.
Luego de eso, estaba hecha un mar de lágrimas al darme cuenta de todos los problemas que tengo encima, es algo asfixiante toda esta situación, y no estoy segura de sí podré con esto.
Ryan había dejado todo mal sentimiento atrás y me recibió con todo el cariño del mundo.
Me recostó en su cama y yo lo abracé de tal manera que me sorprende que no lo esté dejando sin aire, me pidió explicaciones, dude un poco en contestarle, pero al final decidí contarle todo. Vi como su rostro cambiaba, en algunos momentos estaba triste, en otros enojados. Pero al mencionar el regreso de mi tío... no cambio nunca su expresión de preocupación y miedo.
Agregándole un poco de tristeza por lo sucedido con Derek, Ryan no se sorprendió por su reacción en aquel momento, pero sí de haberme perseguido.
── Sí, como un maniaco. ──Dije, escuchando los latidos de Ryan que me calmaban un poco.
── ¿Y qué piensas hacer? ──Dijo después de un minuto de silencio.
── Golpearle los testículos si se atreve a hablarme.
Si es que lo logro.
Él se ríe sorprendido de mi amenaza, aunque él sabe que lo digo en serio tengo el presentimiento de que más bien se burla.
── Eso es bueno. ──Asiente divertido, pero su sonrisa se debilita── Aunque algo me dice que no podrás hacerlo.
── Soy muy capaz de hacerlo.
── De eso no tengo duda, me refiero a que te dolería hacerlo.
Me paralizo ante sus palabras.
Ryan al verme así, cambia de tema.
── Bueno, ¿continuarás con las denuncias?
Escondo mi rostro en su pecho, queriendo en realidad esconderme del resto del mundo y no ser encontrada. Ese era el gran dilema en mi mente, estaba balanceándome entre el sí y el no, el miedo me paralizaba tanto que no me dejaba tomar una decisión.
── No lo sé. ──Susurro.
── Deberías hacerlo, Alexandra.
Aprieto mi agarre a él.
── Lo sé. ──Admito── Pero no quiero verlos.
── Estaré contigo a cada segundo.
── Lo sé.
── ¿Entonces? ¿A que le temes? ──Cuestiona y me separo un poco para verlo.
── ¿Y si nadie me cree? ¿Y si me dan por loca?
La verdad que aquellas preguntas era la que me hacia la primera vez que fui a denunciar, Ryan más que nadie lo sabía, solo que cada vez que mencionaba esas dudas que tenía él se molestaba.
Esta vez no fue la excepción.
── ¿Otra vez con eso? ──Pregunta, irritado── Alexandra, ¿crees que estas inventando? Sólo tienes que verte el jodido cuerpo para saber que no, deja de creer esas mentiras, maldición. No estás loca ni diciendo mentiras, y si se atreven a volverte a poner un dedo encima juro que...
Le pellizco la espalda causando que chille.
── Cállate. ──Le pido en voz baja
── Me encantan tus palabras llenas de amor junto a tus caricias. ──Dice sarcásticamente.
Me rio al escucharlo.
── Oh, yo sé que lo adoras.
── Que modestia.
── Yo desbordo modestia. ──Acoto, divertida── ¿Qué haces? ──Pregunta confundida ante su repentino alejamiento, se sale con delicadeza de mi abrazo y se pone de pie.
── Haré algo de cenar. ──Me dice calmándome. Mi ceño se relaja ante sus palabras, creí que se había molestado── ¿Por qué no intentas dormir un poco? Te ves cansada.
Asiento de acuerdo, sé que me veo fatal. Mientras el sale de la habitación entierro mi cabeza en mi almohada a la vez que la abrazo.
Esas denuncias, debo hacerlas, por más que quiera correr y desaparecer de toda esta situación, Ryan tiene razón, debo poner punto final a todo este asunto para poder vivir con normalidad. Además, cuento con la ayuda del padre de Derek.
Derek.
¿Por qué tengo que sentir algo por ese idiota? ¿Por qué cada vez que pienso en él mi mente se revuelve al mismo tiempo que mi estómago? No puedo verlo sin sentir un remolino de sentimientos. No tiene sentido enamorarse de alguien que te hiere de esta forma tan horrible, de solo recordar sus palabras de desprecio siento un dolor en el pecho.
Cierro mis ojos aguantando mis lágrimas, a los segundos caigo dormida.
***
── Ven conmigo. ──Me ordena tirando de mí con mucha fuerza, trato de poner algo de resistencia porque no quiero ir a la habitación, no de nuevo por favor.
──No quiero. ──Digo sin pensarlo y me arrepiento de haberlo hecho.
── ¡Vendrás conmigo! ──Abre la puerta y me empuja dentro. Cierra la puerta detrás de él bruscamente. Me asusto al notar que lo enojé, eso no es bueno nunca.
Toma mis muñecas con fuerza y las amarra con una soga a una columna en medio de la habitación, mis muñecas protestan, pero no puedo hacer nada para liberarme. Escucho como él busca algo en sus gabinetes, sé que es. No quiero.
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Editado: 17.01.2025