Cambios Universitarios
Me tenso ante sus palabras, lo de la boda es una cosa, puedo soportar ese tema sin problema alguno, pero ¿hijos? Yo definitivamente no quiero tener hijos, también puedo decir que estoy segura de que tampoco los querré tener alguna vez.
── Lo siento, Anne. ──Susurro, cabizbaja── No estoy segura de que pueda hacer eso. No quiero decepcionarte a ti o a tu esposo no creo que yo... ser capaz de...
Mis frases incompletas hacen que el ambiente sea algo tenso. Pero Anne capta lo que quiero decir.
── Tranquila, cariño. ──Acaricia mi espalda con suavidad── Sé que algún día estarás lista para eso. Por lo que pasaste fue algo terrible y lo entiendo, tanto como yo y tu nuevo suegro junto con Ryan te haremos sentir tan cómoda que dejaras todo atrás.
Sonrío ante sus palabras y entre las dos terminamos de limpiar toda la cocina. Del resto todos nos sentamos en la sala de estar contando cosas vergonzosas sobre nosotros causando más risas de lo que ya hay. Para cuando empezó a oscurecer, Ryan me indica que acomodará la habitación de invitados para sus padres, yo me quede con ellos para hacerles compañía. Pero en cuanto mi novio apareció para avisarles que está todo listo para que se quedaran, ellos negaron.
── Iremos a visitar a mi hermano por aquí y nos quedaremos con él. ──Nos informó Joseph── Al parecer tiene un caso, iremos a distraerlo un poco.
Mi sonrisa se vuelve tensa al saber de quién hablan.
── Oh. ──Ryan eleva sus cejas con interés, pero a su vez tenso── ¿Tío Mason? ──Su padre asiente── Bueno, saludos de mi parte.
── Adiós mis niños. ──Dice Anne seguido de abrazarnos a ambos, al abrazar a Ryan creí escuchar un cuídala. Pero no estoy segura.
── ¿Vinieron en auto? ──Pregunta Ryan viendo hacia afuera.
── No. ──Responde Joseph── ¿Nos pueden llevar?
Tanto Ryan como yo nos tensamos a la mención de su auto que hemos dejado en la comisaria donde trabaja el Sr. Bates.
── El auto... ──Comienzo a decir── Está indispuesto.
Anne arquea una ceja y nos observa con atención.
── ¿Qué le pasó? ──Pide saber.
── Hubo un accidente. ──Miente Ryan── Estaba estacionado y una mujer estaba distraída. No fue nada grave ──Se apresura a agregar ante la mirada preocupada de sus padres.
── Tomaremos un taxi no te preocupes. ──Dijo Anne.
Observamos desde la puerta como se suben a un taxi y desaparecen en cuestión de segundos. Ryan cierra la puerta y pasa un brazo por mis hombros mientras nos dirigimos a su habitación, nadie dice nada en el trayecto, pero aun así no me siento incómoda. Él me pasa un conjunto de ropa que tengo aquí y me adentro en el baño para cambiarme, una vez cómoda y más tranquila salgo del baño vacilante. Él se encuentra ya acostado en la cama y me hace un lado para que me acerque. Una vez a su lado acomodo mi cabeza en su pecho y él no tarda en abrazarme entrando en calor. Segundos después mis párpados empiezan a pesarme.
── Eres preciosa, Alex.
── Y tú muy guapo.
(...)
Ya en el miércoles por la mañana, Ryan me acompaña a la parada de autobús, él no ira a dar clases hoy debido a que tiene que resolver el tema del auto, aunque por más que le pedí acompañarlo, él me decía que mi prioridad es ir a la universidad y ser la más inteligente. Me reí cuando lo escuche decirme aquello, estoy en la facultad de artes, no de ciencias o algo por el estilo.
Vamos caminando tomados de la mano, a pesar que me quejé porque pueden hablar sobre él, simplemente me decía una que otra cosa para distráeme y hacerme feliz. Al llegar el autobús, suelta mi mano y planta un beso sobre mi mejilla.
── Le dije al director para que puedas comer en mi oficina si quieres. ──Me informa.
── Oh. ──Asiento── Esta bien, gracias. ──Empiezo a subir al autobús y me volteo para verlo── Adiós, Ryan.
── Adiós, Alex.
Me acomodo en mi asiento teniendo cuidado con la pintura blanca que llevo para pintar mi casillero, sí, debo borrarle lo más pronto posible el hermoso sobrenombre que me tienen mis amables compañeros, sólo debo resistir un mes más y no los veré de nuevo.
Al llegar a la universidad camino por los pasillos sosteniendo mi bolso con una mano y el frasco de pintura con la otra, al llegar a mi casillero elevo mis cejas sorprendidas, sin poder creer lo que ven mis ojos.
Es mi casillero casi como nuevo, el defecto de las ruedas parece haberse arreglado, el óxido que había empezado a aparecer ya no estaba, pero, sobre todo, estaba completamente en blanco, miré a ambos lados en busca del posible responsable de esto, pero ningún estudiante me prestaba atención, y aquello también me dejó sin habla.
Normalmente siempre había estudiantes que me miraban o no perdían la oportunidad de decirme algo hiriente. Pero en esta ocasión, todos y cada uno de ellos parecía ignorarme dejándome confundida y preguntándome si me habré equivocado de universidad.
── Hey, Alex. ──Me saludaron algunos de mis compañeros de clases y me frente se arrugo pareciendo una pasa, pero lo que más me impacto fue que me sonrieron.
De acuerdo, tengo miedo. ¿Qué está pasando?
Abrí mi casillero y tome mis libros correspondientes, hago un poco de espacio para guardar la pintura mientras tanto, ya que es algo molesto cargarla a todas partes durante todo el día. Camino por los pasillos rumbo a mi aula correspondiente, me detengo en seco cuando localizo a Derek recostado en la pared cerca de mi aula observándome con una sonrisa triste. Me quedo estática en mi lugar, no puedo dejar de verlo por más que lo intento. Luego su mirada dulce cambia a cabreada cuando un estudiante choca contra mi hombro posiblemente a propósito.
── Disculpa, zorra. ──Se disculpa el chico sin sentirlo realmente.
Ah, ya estoy más tranquila.
No había notado en qué momento Derek estaba a mi lado mirando a aquel chico con la mirada reflejando odio por todas partes, se acerca y lo toma del hombro de forma amenazante causando que el chico tiemble de miedo.
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Editado: 21.11.2024