Sucumbiendo
Alguien aprieta mi mano y le sonrío algo tensa a Jess quien me mira con preocupación.
── Debes calmarlo o se meterá en problemas con los dueños y tú sabes lo que significa. ──Me advierte Jess y yo me tenso de inmediato.
¿Y que se supone que debo hacer?
Recuerdo aquella situación de hace tiempo, suelto la mano de Jess. Veo cómo intentan separarlos y entiendo que esta es mi oportunidad. En el momento que Derek se va abalanzar hacia el chico desconocido me pongo en medio cerrando mis ojos con fuerza esperando el golpe. Pero no llega.
Siento sus brazos rodeando mi cintura estrechándome a él, abro los ojos vacilantes.
── Sabía que lo harías. ──Susurra.
── Vámonos, por favor. ──Le pido. Él asiente despacio.
Siento una palmada en mi trasero y me zafo del agarre de Derek para matar al responsable. Veo al chico que Derek estaba golpeando viéndome con picardía.
Ni lo pienso dos veces.
Con la palma de mi mano abierta le doy una abofeteada con toda mi fuerza. Antes de que pueda seguir ahora es Derek quien me sujeta para calmarme, me aleja de la pista de baile y por lo que veo me lleva a la misma puerta trasera de la última vez.
Una vez afuera me estremezco del frío, Derek me voltea para quedar frente a él y me abraza. Es gracioso como me esconde entre sus brazos, me siento tan a gusto de esta forma que cierro mis ojos, calmando todas las preocupaciones que llevo en mi interior. Arrugo la nariz cuando siento el aroma a cigarro.
── ¿Estabas fumando? ──Pregunto sin poder evitarlo.
── Sí. ──Responde── Lo hago a veces.
── Oh.
── ¿Te molesta?
Asiento en su pecho escuchando los latidos de su corazón, no me importaría quedarme así para siempre, pero de sólo imaginar estar con él de nuevo. El miedo de ser herida de nuevo me domina por completo. Sobre todo, ahora, cuando el olor a cigarro me trae malos recuerdos.
── ¿Por qué volviste a hacer esto? ──Pregunto para distraer mi mente de su aroma.
── ¿De idiota? ──Suelto una risita── No sabes cómo amo escuchar ese sonido.
Mi sonrisa se transforma en una mueca, le pellizco la espalda y él se queja.
── Me refería a por qué estás así de ebrio golpeando a todo el mundo por la vida.
── No lo sé, Querubín. ──Suspira── Si te refieres a aquel chico que también golpeaste. Lo ataqué por la misma razón que tú, sólo que lo detuve antes de que lo hiciera.
Proceso toda esa información en mi mente, dándome cuenta de que no me responde a mi pregunta inicial. Me separo un poco y levanto mi mirada para verlo.
── ¿Querubín? ──Cuestiono confundida.
── Sí. Mi Querubín. ──Afirma── Eres mi Ángel inocente. La criatura más perfecta y hermosa que se haya cruzado en mi camino. Como no te gustaba el Friki hermosa. Pensé en ese.
Pestañeo para alejar mis lágrimas, odio cuando actúa tan amable y cariñoso después de haber sido idiota.
── No soy inocente ni nada menos. ──Le digo. Sintiendo un nudo en la garganta que me quema── Estoy dañada, Derek. Te estoy haciendo un favor en alejarte de mí, te haré daño cuando lo sepas todo de mí. Me querrás lejos de ti.
El niega con la cabeza, como si hubiese dicho una locura.
── Nada de lo que me digas puede ser tan malo. ──Asegura. Cuando abro la boca para decir algo, se adelanta── Te amaré pase lo que pase. Aunque me apartes de tu vida, mi corazón seguirá buscando el tuyo, siempre tendré más vida cuando esté a tu lado y siempre querré cuidarte. Pero, sobre todo, hacerte feliz.
── ¿Por qué yo?
Me sonríe de lado.
── Porque eres el amor de mi vida.
── No lo soy. ──Niego a lo que el asiente.
── ¿Qué sientes por mí? ──Inquiere con una mirada conocedora. Como si supiera la respuesta.
Su pregunta me deja fuera de base, sé que, si le respondo con la verdad, no habrá vuelta atrás.
── No me hagas decirlo. ──Digo bajando mi mirada.
Pero él me detiene tomando mi barbilla.
── ¿No quieres porque la verdad si me correspondes?
── Imbécil. ──Trato de alejarme, pero él no me lo permite.
── Querubín.
Con los ojos llenos de lágrimas me obligo a decir lo siguiente.
── Te he dicho que no a nosotros, Derek.
── ¿Y por qué estás aquí? ──Cuestiona con tranquilidad── ¿Por qué estás en mis brazos?
── Porque no quería que te hicieran daño. ──Confesé── Por eso vine, estaba aterrada.
── Entonces, ¿Por qué lo sigues escondiendo? ──Aún con su mano en mi barbilla levanta un poco más mi rostro para acercarlo al suyo── ¿Por qué no te apartas?
Ay, santa papaya.
Su rostro se inclina a mi rostro, siento su aliento en mi piel y a pesar de que apesta a alcohol, me estremece. Su brazo en su cintura me acerca más causando que mi corazón se derrita. Sus labios rozan los míos y cuando hago el amago de acercarme más la puerta por la que salimos se abre de golpe causando que salte hacia atrás.
── Y una mierda. ──Oigo a Derek quejándose. Pero no lo miro, no soy capaz.
Veo hacia las dos personas que salieron y sonrío para que estén ajenos a mi intranquilidad de lo que estuvo a punto de pasar.
── ¿Qué hacían? ──Pregunta Mars con picardía y pongo los ojos en blanco sin poder evitarlo.
── Nada.
── A punto de besarla antes de que salieras, imbécil.
Decimos Derek y yo al mismo tiempo, lo miro sorprendida de que haya dicho eso.
Observo cómo Derek mira a su amigo con el odio rebosando sus pupilas, pero Mars ni se inmuta ante aquella mirada, en su lugar, parece más divertido que nunca.
── ¡Caray! Lo siento, amigo. ──Mars se ríe a lo que Derek bufa── ¿Ya están juntos de nuevo?
── No. ──Gruño con las manos hechas puño a mis costados.
── ¿Y por qué no? ──Mars levanta su ceja mirándome con seriedad.
── Bueno, los motivos no son tu problema. ──Le respondo.
Mars abre la boca para seguir cuestionándome, pero mi amiga se adelanta.
#3848 en Novela romántica
#222 en Joven Adulto
peleas celos amistades nuevas romance, amor celos, amor inseguridades deseo drama
Editado: 17.01.2025