Atrapada
No lo contengo, mis lágrimas salen sin mi permiso, él no tarda en limpiarlas con sus pulgares, murmurando disculpas que me resultan de lo más adorables.
── ¿De todos los lugares en donde pudiste haberme dicho todo eso, escogiste el baño? ──Pregunto, haciéndolo reír.
── Si mal no recuerdo, Querubín. ──Besa la punta de mi nariz── Tú me encerraste aquí contigo. Creí que me ibas a violar, aunque no sería como tal una violación porque lo habría disfrutado.
Ignoro la incomodidad que me produce aquel termino.
── Calla. ──Digo.
── Te amo, Querubín. ──Dice completamente serio, viéndome fijamente a los ojos derritiendo mi corazón.
No es la primera vez que me lo dice, lo ha dicho tantas veces y en frente de todos, pero es como si lo escuchara por primera vez. Mi corazón se acelera, sintiéndome plena por estar así con él luego de todo lo que pasó entre nosotros.
Lo amo con locura.
Solo que… por alguna razón, cuando entendí que debía contestar, los nervios me dominaron.
── Yo... ──Mi voz es torpe, pero Derek me interrumpe con un beso casto.
── Tranquila, Querubín. ──Acaricia mis mejillas para calmarme, funciona y me relajo entre sus brazos── No tienes que decírmelo ahora.
Asiento, no muy convencida. Suspiro con pesar para prepararme para lo que haré.
── Derek. ──Le llamo, alza sus cejas esperando mis palabras── Sobre mi pasado...
── No quiero saberlo. ──Me interrumpe, sacudiendo su cabeza en negación para hacer énfasis a sus palabras.
── Pero...
── No, Querubín. ──Me vuelve a interrumpir── No me importa tu pasado, sólo me importa nuestro presente y futuro.
¡Presente y futuro! Caray.
── Pero quería que...
── Eso ya no importa. ──Lleva mi mano hacia sus labios, dejando pequeños besos en los nudillos.
── ¿Estás seguro? ──Cuestiono no muy convencida.
── Completamente. ──Asegura seguido de besarme fugazmente.
Nos quedamos un rato más, hasta que decidimos salir, bajo de un salto y salimos abrazados, saliendo feliz y sintiéndome completa por estar así con él por fin. Al salir nos miramos extrañados al percibir un silencio inesperado de la sala donde se suponen que están las personas, mis dudas aumentan al llegar a la sala de estar y ver únicamente a Jess y Ryan.
Mi amiga está sentada hablando sin parar, y Ryan con una expresión de resignación y curiosidad por el problema con el que está lidiando. Cuando mi amigo me ve puedo ver cómo me pide ayuda con la mirada.
Me separo Derek para acercarme a ellos.
── ¿Puedes creer que es un imbécil? ──Escucho a Jess preguntarle a Ryan. Es más que obvio que está hablando de Mars.
── P-pues sí, supongo. ──Parpadea confundido.
── Es irónico que parecía de lo más adorable. ──Ríe sin humor alguno, echa la cabeza hacia atrás como si fuera un villano de película infantil. Aquello me causa gracia── Las apariencias engañan.
La mirada de Ryan se posa sobre mí, suplicando con la mirada que lo ayude.
── Jess, trae galletas. Quiero galletas. ──Pido tocando su brazo para llamar su atención. Cuando me ve trato de hacer un puchero adorable.
No funciona.
── Te ves horrible cuando haces un puchero. ──Dice ella divertida.
── ¿Verdad que sí? ──Pregunta Derek y yo lo miro mal. Volteo a ver a Jess de nuevo.
── Por favor.
── Búscalas tú. ──Me hace una seña para que me vaya── Tu amigo es muy guapo. ──Dice y mira a Ryan, se acerca como si fuera a decirle un secreto, pero de todas maneras la escucho claramente── Él si escucha lo que tengo que decir, a él si le importo.
Al ver el rostro de Ryan sonrojado, Derek y yo rompemos a risas.
── Jess. En la cocina quedó una botella de vodka. ──Miento, nos acabamos lo que quedaba, pero ella parece estar en otro mundo porque sus ojos brillan ante la mención de la bebida.
── Haberlo dicho antes. ──Se levanta y acomoda su vestido. Ryan se relaja visiblemente ante su distancia, empieza a caminar y voltea para ver a Ryan── Volveré por ti, muñeco.
Aunque no lo creí posible, se sonroja aún más.
── ¡Mis galletas! ──Pido y ella asiente antes de desaparecer por completo.
Volteo a ver a Ryan, que observa detenidamente a Derek ubicado a mis espaldas. Al notar mi mirada, suspira mientras se levanta. Se posiciona frente a mí y besa mi frente, luego sigue su camino hasta llegar frente a Derek.
Un silencio incómodo y tenso se instala entre ellos, Derek se cruza de brazos y Ryan con expresión calmada y sincera lo mira.
── Espero que la hagas feliz. ──Dice Ryan a modo de advertencia.
── Claro que lo haré. ──Contesta Derek, relajado.
── Sí la vuelves a lastimar, te mataré. ──Advierte Ryan. Derek ríe al escucharlo.
── Niño bonito. ──Suspira con tranquilidad── Te romperé la cara antes de que lo intentes.
── Yo te romperé las costillas. ──Acota Ryan.
── Yo tus piernas. ──Le sigue Derek.
── Y yo... ──Los interrumpo.
── Y yo les romperé a ustedes todos los huesos si no se callan en este momento. ──Giro mis ojos, exasperada.
Ambos me miran y se ríen, me relajo al ver que se llevan mejor, ambos se ven más tranquilos que hace unos segundos, sólo espero que dejen todo rencor atrás y, quien sabe, se hagan amigos.
Los dos son hombres maduros, se llevarán excelente...
── Cuando le pidas matrimonio debes pedirme a mí la bendición para hacerlo. ──Empieza a decirle Ryan a Derek── Debes tener mi aprobación.
── ¿Ma-matrimonio? ──Pregunto aturdida, apenas y nos reconciliamos.
Derek ríe al ver mi reacción.
── ¿Y qué pasará cuando tenga tu aprobación? ──Cuestiona Derek divertido── ¿Te empezaré a llamar papi?
Se ríen a carcajadas mientras yo sigo en un trance, ¿cómo pueden hablar sobre eso como si nada? Siguen bromeando entre ellos y yo me dedico a observarlos.
Jess regresa y me sorprendo al verla, en una mano tiene mis galletas y con la otra una botella... de jugo.
#3848 en Novela romántica
#222 en Joven Adulto
peleas celos amistades nuevas romance, amor celos, amor inseguridades deseo drama
Editado: 17.01.2025