Máscara Inefable (saga Disfraz #1)

Capítulo XXXIV

Sentimientos Confusos

Siento cómo Jess se sienta a mi lado, abrazándome. Me escondo entre sus brazos deseando que sea él, que él esté aquí para abrazarme. Después de todo lo que pasó, a pesar de tres años de agresiones y burlas de su parte, a pesar de que me dejó en plena cena con su padre, de que me haya tratado como a una cualquiera. ¿Por qué me siento así? ¿Es que estoy loca?

¿Cómo puedo ser tan masoquista?

── ¿Por qué me siento así, Jess? ──Pregunto entre sollozos, por un momento pienso que no me escuchó debido a que su respuesta no llega de inmediato. Entonces me sorprendo al escucharla hablar.

── Nena. ──Dice con pesar── No te gustará la respuesta, y lo sabes.

Sus palabras hacen eco en mi mente, la verdad es que ella tiene razón, por alguna razón no puedo aceptarlo en mi interior, a pesar de que la respuesta está a simple vista de cualquiera, para mí, resulta imposible.

¿Y si de verdad estoy...?

── Alex, tu café. ──La voz de Ryan saliendo de la cocina a mis espaldas hace que pegue un salto del susto. Rápidamente me separo de Jess y limpio mis lágrimas, pero es tarde, porque él me ve haciéndolo. No tarda en arrodillarse frente a mí con el café en la mano── ¿Qué te dijo el bastardo? ¿Quieres que lo mate? Déjame hacerlo, prometo borrar evidencias y esconder muy bien el cuerpo.

Me río a carcajadas ante sus ocurrencias, veo en su rostro que me dijo todo aquello para animarme, y aunque por fuera parezca que funcionó, en mi corazón sigue estando esa ligera molestia.

── No seas idiota. ──Le digo en tono de reproche. Miro la taza que lleva en la mano y se la quito sin pensar── Mi café.

── Nunca he entendido tu adicción al café. ──Dice Jess con diversión.

── Es delicioso. ──Me encojo de hombros restándole importancia.

── Lo es, lo admito. ──Asiente con su cabeza── Pero, ¿tomarlo cada cinco minutos, literalmente? Si buscas la palabra adicción en el diccionario habrá una foto tuya.

Suelto una carcajada sin poder evitarlo.

── Bueno, diría lo mismo contigo, pero con Mars. ──Subo y bajo mis cejas con picardía, la sonrisa de Jess se ensombrece y sé que pasa algo── Cuéntame. ──Pido.

── Eh... ──Se remueve incomoda en su asiento y mira de reojo a Ryan, quien mira a Jess con atención. Ni lo pienso dos veces. Le miro.

── Lárgate. ──Le ordeno a Ryan quien coloca su mano en su pecho con indignación.

── Es mi casa. ──Exclama indignado.

── Tienes razón. ──Digo asintiendo── En ese caso, vete a tu cuarto.

Se levanta y cruza los brazos.

── Qué más da. ──Empieza a caminar── Nunca me dejan escuchar los chismes ──Escucho que se queja y sonrío divertida hasta que se va de la habitación.

Volteo a ver a Jess con una ceja levantada. Ella suspira.

── Está molesto conmigo. ──Confiesa con tristeza.

── ¿Y eso por qué? ──Pregunto confundida.

── Porque según él yo no te estoy ayudando a aceptar lo que sientes por Derek. ──Mis ojos se abren con asombro. No puedo creer lo que me dice── Él quería que nosotros los despertáramos para que vean lo que sienten, pero cuando yo vi cómo te lastimaba, no quise hacerlo más. Sé que Derek te quiere, pero al verte tan lastimada, me pareció injusto de mi parte no defenderte. El me aseguró que Derek no es malo, sólo que no sabe cómo actuar. Pero con esa actitud termina lastimándote cada vez más.

Sí, bueno... No ayuda mi falta de sinceridad con Derek.

── ¿Pelearon por mi culpa? ──Pregunto con algo de vergüenza, sintiendo como la culpa baña mi voz.

── No todo es tu culpa, ni que fueras tan importante. ──Comenta divertida pero esa diversión no oculta su dolor ni mi preocupación.

── ¿Entonces? ──Cuestiono, ansiosa.

── Le sigue pareciendo ridículo mi decisión de enviar mi libro a la editorial.

Mis cejas se elevan con sorpresa, sabía desde hace un buen tiempo la falta de apoyo de Mars hacia Jess en ese tema, pero creí que lo habían solucionado a estas alturas.

── ¿Por eso se pone así?

Ella sonríe con tristeza.

── Al parecer Jenna ha estado diciéndole mentiras sobre mí, no sé qué exactamente. Pero más de una vez lo escuché murmurar "Jenna tenía razón"

Esa hija de...

── Podemos...

── No. ──Me interrumpe, y me mira de una forma que hace que de por cerrado este tema.

Ahora que recuerdo bien no me comentó que pensaba en publicarlo.

── ¿Lo vas a publicar? ──Inquiero ladeando mi cabeza.

── Sí. ──Admite con timidez, tanta, que me causa gracia.

── ¿Por qué te avergüenzas de eso, tonta? ──Suelto una carcajada a su expresión incrédula── Me parece una gran idea que lo intentes.

── ¿En serio? ──Pregunta sin poder creer en mis palabras.

── Claro que sí. ──Respondo con rapidez── ¿Por qué no me lo contaste antes?

── Pensé que..... te burlarías. ──Se sonroja.

Me enderezo para observarla fijamente, sus ojos azul intenso, pero preciosos, me observan con inseguridades y dudas, aquello me preocupa.

── Quiero que me perdones si te hice pensar que me burlaría. ──Me disculpo apenada, ella me sonríe en respuesta── Te apoyaré en lo que tú desees, nena. Cualquier cosa que no incluya drogas y prostitución.

Con eso logro mi cometido, hacerla reír para alejar sus preocupaciones, si algo aprendí de mi psicólogo, fue estudiar una persona y aprender a relajarla sin tener que presionarla. Conmigo obviamente aquello es diferente, tiene que presionarme con bromas crueles para poder decir alguna palabra.

── Hablando en serio. ──Dice ella al dejar de reírse── Me dijo que era una ridiculez, que los libros no te dan como vivir y que no todos son exitosos... y no ayuda que yo sea una principiante.

Frunzo mi ceño, me molesta Mars, se atreve a meterse conmigo y por mis malas decisiones pero hace sentir insegura a mi amiga.

── Le voy a partir el labio apenas lo vea. ──Declaro sonriendo con inocencia.




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