Resistir por Ambos
James se acomoda a mi lado con una enorme sonrisa, observo como enfoca la cámara de tal modo que no se vea nada alrededor y ninguna de las ataduras que tengo, espero a que tome la foto, pero no lo hace. James voltea hacia mi oído y contengo una mueca del desagrado que me produce.
── Si no sonríes, te costará muy caro.
Vuelve a ver en la cámara y cierro mis ojos por dos segundos.
Derek. Derek. Derek. Derek.
Abro los ojos mientras repito su nombre en mi mente, y como puedo, fuerzo la mejor sonrisa que me puede salir en esta situación, él toma la foto y hace un sonido de satisfacción.
Omar le hace una seña a los otros dos hombres que están dentro de la habitación, salen por la puerta de donde entraron. Veo de reojo como una rata pasa por encima de mis pies seguido de perderse entre la basura, contengo un grito o una simple mueca de asco. Es sorprendente como me las arreglo para mantenerme tan serena en esta situación.
── James, espera afuera. ──Ordena Omar, haciéndome sudar.
No demuestro absolutamente nada, no demuestro el pánico que creció de golpe ante aquella orden, no demuestro el terror que siento al quedarme sola con ese hombre, no demuestro los nervios de anticipación a lo que pueda hacerme.
James sale de la habitación sin siquiera preguntar o pedir alguna explicación. Cuando cierra puerta, trago saliva y mi mirada se encuentra con la suya, tiene los mismos ojos grises que yo. Es la razón por la que nunca me gustó mi color de ojos.
Camina por la habitación de un lado a otro sin decir alguna palabra, observo como sus dedos juguetean con su cinturón y aquello me pone los pelos de punta.
La puerta se abre nuevamente y entran los hombres con enorme balde lleno de agua, lo dejan frente a mí para después irse de nuevo.
── Me costó volverte a encontrar. ──Lo miro esperando a que lo diga todo── Se volvió más fácil cuando ingresaste a la universidad. Tengo un contacto en ese lugar, me informó de una chica de rizos y ojos grises con una actitud algo extraña, supe de inmediato que se trataba de ti. No dudé en pedirle que te hiciera la vida imposible, esparció rumores interesantes de ti.
Muchas personas me han hecho la vida imposible, Karen, Jenna, Jhon... un montón de personas, no sabré a decir con exactitud quien puede ser ese contacto.
Se ríe de su propio relato y continúa.
── Claro que pensé que huirías a la primera oportunidad que se te presentase, pero fuiste perseverante. Siempre lo has sido. ──Toma una silla y se sienta del otro lado del balde── Supe que las cosas cambiarían en cuanto aquel chico de ojos verdes se fijó en ti, no mereces estar con nadie, de Ryan no me preocupaba porque si tenía que pasar algo ya hubiese pasado. Pero aquel chico era diferente, su temperamento se ve que es explosivo, pero cuando se acercaba a ti cambiaba.
Saca unos cigarrillos y enciende uno llevándoselo a los labios.
── Empezamos a seguirte. ──Confiesa exhalando el humo en dirección a mi rostro── Queríamos darle un susto a aquel chico para que se alejara, pero alguien siempre lo vigilaba. Entonces fue sólo cuestión de tiempo darme cuenta que su padre te estaba cuidando. Supe entonces, que tenía que deshacerme de ti.
── Entonces mátame y ya. ──Digo con tono aburrido.
Él se ríe ante mi tono y me sopla más humo en el rostro, yo ni me inmuto, estoy acostumbrada.
── Claro que lo haré. ──Asiente seguro── Pero tú me conoces, ¿crees que lo haré sin divertirme un poco antes?
── Claro, eres un sádico. ──Comento. El vuelve a reír y apaga el cigarrillo en mi antebrazo.
El dolor me recorre todo el cuerpo, pero lo soporto sin problemas. Otra marca más para la colección.
── Y tú sigues siendo profesional ocultando tus emociones, justo como te enseñé.
── ¿Enseñar? O ¿Torturar para meter una maldita idea en mi mente a la fuerza?
── Gracias a mí tienes una buena máscara reforzada de acero que nadie puede cruzar, alguien que jamás nadie entenderá.
Ahora soy yo la que se ríe, pero a diferencia de él, es una risa seca.
Me tenso cuando él se levanta y camina hasta estar detrás de mí, mantengo mi vista al frente para conservar la poca calma que me queda. Siento sus manos tomar el respaldo de la silla, sé lo que planea hacer.
── Si quieres vivir, la condición es muy sencilla. ──Dice cerca de mi oído.
── ¿Cuál es?
── No seguir con las denuncias en primer lugar.
── ¿Y qué más?
── Ah, ah. No tan rápido, querida sobrina. ──Cierro mis ojos con fuerza al ver que me está inclinando hacia el balde, pero los vuelvo a abrir── Esta vez, no haremos nada que tu no permitas, si quieres vivir, tendrás que dejarte hacer lo que James y yo queramos. Claro, eso incluye mandarle pruebas a tu noviecito.
No tengo que pensarlo dos veces.
── Ni loca. ──Hablo claramente enfatizando las silabas con lentitud.
── Pues entonces sufrirás hasta cambiar de opinión.
No me da tiempo de responderle, termina de inclinar la silla haciendo que mi cabeza se hunda por completo en el balde. Los primeros segundos trato de resistirlos, entonces recuerdo sus palabras se repiten en mi mente y caigo en cuenta de que, no se detendrá hasta salirse con la suya. Suelto todo el aire y apretando con fuerza las manos en el soporte de la silla empiezo a aspirar toda el agua que pueda. Me levanta bruscamente de nuevo, y sin poder evitarlo empiezo a toser sintiendo una fuerte presión en el pecho.
── La niña quiere suicidarse, eh. ──Muerde el lóbulo de mi oreja y me aparto bruscamente causando que me lastime── ¡James!
El nombrado entra muy sonriente y me mira.
── Derek está muy molesto contigo. ──Se ríe a todo pulmón y el ser despreciable que se encuentra a mis espaldas sonríe.
El corazón se me oprime en sólo pensar en lo que Derek debe estar sintiendo, de seguro ya a estas alturas debe de estar odiándome y maldiciendo mi existencia. Pero por otra parte tengo aquella esperanza de que su padre le hable de lo que ha estado pasando, y solo tal vez él estaría buscándome en este momento, ese es mi consuelo.
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Editado: 17.01.2025