El pueblo está callado, su silencio no es normal. ¿Por qué será?. Suele tener bastante movimiento sobre todo en las tardes; después de clases los niños se divierten en el parque, sus padres conversan mientras los ven de lejos. Pero hoy no es así, no hay ningún niño fuera de casa, solo adultos que murmuran con el rostro muy serio, unos parecen lamentarse en medio de su conversación, otros sobre todo los hombres se refleja un claro disgusto de impotencia.
Ha llovido, pero se espera que esté soleado para mañana. Un grupo de vecinos está reunido frente a una vivienda, una mujer lleva una carpeta en sus manos, tocan la puerta. Nadie atiende, lo hacen un par de veces más y le abre una mujer delgada de cabello negro, de unos 35 años.
— hola… están todos aquí ¿que desean vecinos? — dice la mujer, que parece que estaba durmiendo. No, en realidad estaba llorando y no duerme desde hace dos días.
Los visitantes son sus vecinos, la que lleva la carpeta se llama Rose y vive justo al lado, se pusieron de acuerdo para ir a su casa.
— hola Caroll — dice Rose — disculpa si te interrumpimos, pero hemos venido a ofrecerte todo nuestro apoyo, es algo muy difícil todo lo que les está pasando a tu familia. Mira, nosotros hemos traído volantes con todos los datos y contactos — dijo mostrándole uno de ellos — colocamos su foto y bueno imprimimos suficientes para abarcar un gran territorio, así podemos al menos colaborar en algo.
Caroll al ver, tomó uno, se conmovió y le dio un abrazo a Rose por el gesto— gracias… gracias a todos, la verdad que me estoy ahogando aquí encerrada y sin saber que hacer, pero esto es una buena idea muchas gracias de verdad.
El grupo de vecinos se dispersó en pareja hacia distintas calles del pueblo, en cada poste de luz colocaban uno de estos volantes, en uno de ellos se leía: «DESAPARECIDA. Marie J. Peterson - por favor comunicarse a los siguientes números de contacto». En medio una foto de ella, una niña de cabello castaño y ojos claros.
Hace dos días desapareció la pequeña Marie de 6 años, fue al parque con su madre el sábado a las 3:30 de la tarde, todo sucedió tan de repente; los niños corrían de un lado a otro y eran vigilados por sus mayores desde los banquillos, los nuevos vecinos; el Sr. y Sra. Patrick no tienen hijos pero pasaban la tarde allí disfrutando de un helado, más tarde en sus declaraciones notaron haber visto a un hombre extraño observando recostado de un auto, comía un sándwich, cuando la niña fue a buscar una pelota detrás de unos árboles, el hombre misteriosamente se fue y a ella no la volvieron a ver.
En los días posteriores la policía intensificó la búsqueda sin éxito. Los periódico y canales de televisión seguían la noticia de cerca y colaboraban pidiendo cualquier información que pudiera dar con el paradero de la niña, incluso se publicó una recompensa por 5000$.
La tristeza e impotencia se vive en el pueblo. Ha pasado una semana y no hay ni una sola pista de que le sucedió a Marie, sólo llamadas falsas de gente indolente que solo quiere el dinero. El papá de la niña entre tanta preocupación buscó a un psicólogo para ayudar a Caroll que ha caído en una fuerte depresión, casi no come y no hace más que mirar por la ventana todo el día, su corazón está roto, no llora, es como si se le hubiesen acabado las lágrimas. Puede que la herida no sangre pero está abierta y el dolor latente.
Frente a la casa, en horas de la mañana pasó un auto negro, el mismo que estuvo en el parque el día de la desaparición, parece que solo estaba en el pueblo temporalmente y ya va de partida. Pero antes se detiene a cinco cuadras, el que conduce es el mismo hombre, cabello negro brillante, de unos 40 años, puede ser de ascendencia italiana, él se detuvo por orden de su acompañante que está en la parte trasera, mira como ella se baja, solo puede ver su espalda, es una mujer delgada con pantalones ajustados y chaqueta de cuero negro, cabello negro corto y lleva lentes oscuros, quien viera a la joven podría decir que es estudiante universitaria. Se acerca a un poste de luz y arranca uno de los volantes, lo mira por varios segundos, lo dobla y guarda en su bolso, luego se acerca al auto y le dice al hombre.
— está bien, me quedaré un poco más, te llamaré luego — dijo ella, enseguida abrió la puerta y sacó una mochila.
— como quieras, resguardaré la mercancía hasta entonces... Estaré esperando tu llamada — le contestó y se fue.
Al medio día.
AVISO: SE SOLICITA NIÑERA. Larry Patrick coloca este aviso afuera de su vivienda, luego de hacerlo se queda mirando como luce, un vecino llamado Bob se le acerca.
— hola Larry — saluda Bob, algo le es extraño en el aviso.
— hola Bob ¿que tal?.
— ¿oye y por qué ese aviso? ustedes no tiene hijos — pregunta él.
— oh si, es lo mismo que estoy pensando, es decir, Mónica y yo saldremos de viaje dentro de una semana, estaremos varios días fuera y pues queríamos que la casa no se quedara sola, además no podremos llevarnos a Rufus, desearía que alguien lo cuide — dijo Larry, después sonrió diciendo — pero este aviso no lo sé, no me convence por eso mismo que dices... ¿tú que opinas Bob?.
— ah ya veo, la verdad suena más extraño si fuese «se solicita cuidador» viéndolo desde ese punto es más fácil encontrar una niñera, si acude alguna ya le explicarías de que se trata, además podrías tener suerte y dar con alguien responsable.
— exactamente, ojalá atienda alguien que sea así, no es necesario que viva aquí, solo que venga por unas horas y atienda a Rufus eso es todo — dijo él esperanzado de que alguien así apareciera.
La esposa de Larry, Mónica, sale de la casa con Rufus con una cadena para ir a dar un paseo.
— hola Bob — dice ella, como siempre con buena cara.
— hola Mónica ¿de paseo con el buen Rufus? — dice Bob acariciando al perro.