Relleno Necesario.

Hay una tormenta feroz. Dentro de mi habitación me consume la melancolía, soñando con que todo vuelva a ser como antes, donde no tenía por qué preocuparme por algo, donde tenía la vida completamente arreglada.

Escucho el golpe de las gotas de agua chocando contra la ventana fría y empañada, los truenos y relámpagos invaden el exterior.

Me asustaban los truenos, pero me encantaban por ver la luz relampagueante, con los destellos violetas, blancos y azules que se mostraban en las nubes. Después de todo lo que ocurrió deje de temerle a los truenos y prácticamente a nada, hasta mi sombra le deje de temer. Todo me dejo de sorprender, tan vació y aburrido.

Truenan los cielos, se estrellan los mares, cae la lluvia apagando el infierno dejando un mundo sin luz. Todo esto es un lecho de recuerdos del que nadie escapa, haciendo el miedo acto de presencia. En los sueños se encuentran nuestros más grandes miedos, ellos nos dicen la verdad, aunque duelan, nos muestran lo que no queremos ver o lo que no queremos que suceda.

Mi miedo es que todo termine mal, quedando solo en esta casa espaciosa llena de demonios que me atormentan, o como yo les digo: la oscuridad total. Solo pido que sigan aquí.

A lo lejos se escucha un jarrón rompiéndose en el tercer piso. Yeni corre preocupada esperando que no ocurriera nada malo. Subiendo las escaleras, la luz de los relámpagos iluminan el rostro de Yeni, viendo en el ventanal a lo lejos una silueta de un hombre que había abandonado su silla de ruedas para abrir la ventana, acercándose a la orilla a punto de saltar. El hombre dice:

- Ya no sufrirás Yeni, esto lo hago por ti, no quiero que te estanques con alguien como yo. Mucha suerte en tu nueva vida. Empezaras de cero.

Sin pensarlo el hombre salta cayendo en la dura acera al costado de la casa. Yeni desesperada baja las escaleras saliendo de la casa a toda prisa.

Pegando el frio y tormentoso viento de la lluvia con las lágrimas recorriendo por todo su rostro y más de haber llegado con el hombre, pues había sido ya demasiado tarde.