21 de julio de 2017
¡Wow! ¡Tres años se habían pasado volando!
Valentina había cumplido su tercer año de vida. Cada día se ponía más bonita.
Yo odiaba eso.
Yo, con mi cabello castaño y una cara promedio, no hacía competencia a esa niña rubia con rasgos franceses. Mi abuela había nacido en Francia pero yo no había heredado nada. Ella sí.
Mis padres, mis abuelos, mis tíos: todos la amaban. Tenía muy en claro que hacía tiempo había quedado al final de la lista, solo que a veces anhelaba al menos un poco de la atención que era dada a mi hermana.
Anhelaba tantas cosas.
Anhelaba tanto y no recibía nada.
Anhelo mucho pero ni siquiera tengo la oportunidad de recibirlo.
Editado: 22.10.2018