Para el segundo trimestre aumenta todo, desde tus dimensiones hasta tus hormonas, estás cansada, y te sientes como tinaco de agua que se balancea al caminar. El día del parto está cada vez más cerca, y de tener miedo ahora añoras ya que suceda ese día. Que ya por fin puedas cargar a tu recién nacido y que todo esté caos termine.
A estas alturas del embarazo ya te convertiste en una lámpara mágica y parece que todos quieren frotar tu vientre como si tu bebé fuera un genio de la lámpara y les concedería tres deseos, si eres de las que no soporta el contacto físico de personas desconocidas y conocidas también, vaya que no seas tan afectiva no va a ser lo que más disfrutes. Pero por otra parte si no tienen inconveniente pues hasta le encuentras el lado amable de esa acción.
Todo dolor y malestar a estas alturas, te hace estar en estado de alerta, por qué no sabes si ese dolor es una contracción o algo no anda bien, digo nadie te dice exactamente qué es lo que vas a sentir ni a pasar.
Se la pasan diciendo –"Duerme todo lo que puedas mientras nace el bebé, después solo son noches de desveló"–
Y me preguntó yo, ¿Cómo pretenden que duermas como oso hibernando, si ya no puedes ni respira bien?. Es imposible acomodarte que si del lado izquierdo fluye más la sangre para el bebé, que si del lado derecho lo dejas sin oxígeno. Bueno ya no sabes si debes mejor dormir sentada, tus costillas están casi por colapsar y sientes como en cada respiración se estira más tu piel, te mueves un poco y ya sientes que debes ir a hacer pipí, el bebé ya está en posición para salir llorando al mundo y eso implica que todo el peso del bebé recaiga en ti, en tu espalda, en tu vientre, que suerte que por alguna razón no terminas rodando o cayendo hacía enfrente del peso del bebé.
La realidad es que ya no duermes igual, tu cuerpo está a su máxima capacidad, trabajando arduamente para cuidar y nutrir a el pequeño ser dentro de ti. Descansar no es una opción entre preparar las maletas para ir al hospital y preparar la casa es un esfuerzo sobre humano. Ya desde ahí te das cuenta de lo que se viene y el cambio en tu vida, las prioridades y tus pendientes ahora giran en torno a tu bebe y que su salud sea la mejor y la tuya igual
Desde que entras a casa con un recién nacido en tus brazos, la vida en casa nunca vuelve a ser la misma. Por eso "te preparas" sabes que no podrás salir a hacer las compras para la comida así que te sugiero prepares un menú, de acuerdo a tu recuperación post parto. Una cosa si es verdad, vas a tener que estar bien alimentada e hidratada, descansada tal vez. Hacer limpieza general antes de que llegue el bebé puede ser una buena opción, tener todo en orden te ayudará a sentirte mejor cuando regreses del hospital.
A puesto a que has visto fotos de celebridades recién paridas, tan perfectas, frescas y hasta maquilladas, pero no es así en verdad. Ya sea que empieces con dolores de parto, contracciones cada media hora o cada hora, puedes demorar hasta 74 horas en trabajo de parto, o en ayuno para prepararte para cirugía y realizarte una cesárea. La cual es más difícil, por qué en parto a las horas ya estás de pie, adolorida, pero de pie, en cambio al salir de una cesárea tienen que pasar alrededor de 8 horas para que estés de pie, y el dolor se concentra en la herida de tu abdomen, se siente como si todo tu cuerpo recayera en esa pequeña herida en tu abdomen, duele caminar y caminar erguida duele más.
Actualmente puedes elegir si prefieres parto o cesárea, la decisión la toma de la mano de tu doctor, quien te va a asesorar y a dar detalles de cada tipo de parto. Hay quienes dicen que parir mediante cesárea no es parir, tal vez no experimentes las contracciones, pero si sientes la recuperación de una cirugía. Sea cual sea la forma en que traigas a este mundo a un nuevo ser no te hace menos o más mujer. Eres tan valiente, por qué crear vida y traerla a este mundo es todo un caos en realidad, desde que tú cuerpo empieza a cambiar y tú instinto de alerta de activa en cuanto escuchas ese llanto de tu bebé al nacer. Escuchar ese llorido con todo el aire de sus pequeños pulmones, anunciando su llegada triunfante escucharlo te da una paz enorme, y sabes que lo que pase después está bien, tu instinto maternal está activado ahora y para siempre.