- Capuchino con leche de almendras descremado y con un toque chiquito de vainilla para que empieces el día.
- ¡Oh, gracias! ¿A qué se debe esto?
- A la Falcón Clayton.
- Te la dieron mis hermanos, no yo.
- Pero es de tu familia, significa mucho.
- Lo sé, en realidad estaban emocionados de dártela.
- Y admito que te luce muy bien.
Lo dije viendo que la traía puesta. Solo sonrió y comenzó a manejar camino al colegio. Conversamos un poco sobre el examen que tendríamos hoy y sobre qué debería dejar de tomar clases extra en materias que no necesito, pero que me gustan.
Aún no había decidido a qué club ingresar este año, porque aunque ya era casi medio año, los clubes se elegían en estas fechas. Tenía pensado cocina o equitación, pero en realidad sabía lo suficiente sobre cocina por mi papá, y equitación era algo que mis abuelos nos enseñaron desde pequeños, así que no eran la gran cosa. Por otro lado, arte lo podía tomar siempre en la galería y con ayuda de mi mamá, así que estaba algo pensativa.
- ¿En qué piensas tanto?
- En que no sé qué club elegir.
- Cierto, los mortales tienen que elegir clubes. ¿Por qué no eliges porrista? Para que apoyes a este halcón hermoso.
- Para eso ya tienes a Dani en las porristas.
- No sé cómo sobrevive en ese ambiente tan tóxico, te lo juro. Y no te imagino de porrista.
- No es algo que vayas a tener la suerte de ver, estúpido.
- No sé, quizás haga servicio a la comunidad; nunca he tomado ese club, y muy pocos lo toman, en realidad.
- Sí, la verdad, muy pocos les da por salir de su burbuja. Te iría bien, en realidad, es buena idea. Pero lo piensas, luego que vamos tarde. ¡Apresúrate!
Dijo mientras tomaba mi mochila para llevarla y se bajaba del auto. Corrimos a nuestro salón, porque la primera hora teníamos juntos y, lamentablemente, estábamos tarde.
- ¡Clayton y Spare, por qué no me sorprende que estén tarde! Y que Reyes no esté con ustedes.
- En realidad, aquí estoy - dijo Felipe desde atrás, que también llegaba tarde.
- Pasen rápido, por favor, y no hagan ruido.
Desde el fondo del salón, vimos a los chicos que nos habían separado asientos, y pues nos sentamos.
- Pensé que no llegarían, Da.
- Claro que sí, D, pero la tortuga de Isaac se demoró en la carretera.
- Pues menos mal llegaron. Actualización 1: si van a ver nuevos estudiantes, ya es confirmado. Pero llegan a la tercera hora, es decir, en nuestra hora, cuando Isaac y Felipe tienen Física, y nosotros química . Creo que Tessa y Cris tienen Anatomía, no estoy muy segura, pero están divididos en horarios porque, por lo que nos dijeron, son varios alumnos.
-¡Ya quiero ver eso!
-¡Ah, y también habrá algunos estudiantes de los de la tarde ahora en nuestro horario y posiblemente tengamos que cambiar algunas clases a la tarde, todo es un lío!
-¡No me digas que tendremos que hacer eso, las tardes son mi lugar seguro!
-Además, las tardes del árbol son nuestro ritual en la casa del árbol, necesito seguir teniendo estabilidad.
El profesor nos clavó la mirada, lo que bastó para que no habláramos durante las siguientes horas, hasta que nos tocaba separarnos para ir a nuestras clases.
-¡Recuerden que hoy almorzamos juntos!
-¡Sí, papá Felipe! -dijo Tessa riéndose.
-¡No es broma, no quiero sorpresitas!
-¡Nos vemos allá, chicos!
-¡Ya vámonos o también vamos a llegar tarde!
Junté mis cosas y fuimos por los mandiles a los casilleros. Escuché unos grititos de niñita loca en el pasillo de emoción y entre murmullos escuchamos que uno de los nuevos era el ex capitán de los Raiders, la mayor competencia de los Falcons. Esto ya se sentía como una telenovela barata. Sabía que este chico sería un dolor de cabeza para Isaac si es que decidía querer entrar al equipo, aunque estoy segura de que no lo aceptarían al ser un Raider.
-¿Escuchaste lo mismo que yo?
-¿Que nos invaden los Raiders?
-No, cualquier Raider, Dann Miller
para ser exactos, porque hablaban de él, el ex capitán de los Raiders. Sé quién es porque Alicia, mi prima, estudia ahí, y pues, ¿quién no ha escuchado de Dann Miller, el problemático capitán de ese equipucho?
-Pues yo no. Sabes que no soy mega fan del fútbol y que solo me gusta por apoyar a Isaac, que él ama eso.
-Lo sé, pero pues yo sí he escuchado de él. Estoy seguro de que ese tipo no viene solo y debe venir con algunos Raiders más.
-Por el momento, lo único importante es centrarnos en llegar a tiempo a la bendita clase de química, por favor.
Apresuré a Daniela o de lo contrario llegaríamos a la hora del almuerzo a clase. Nuestra suerte era que era temprano aún y la profesora no llegaba. Tomamos nuestra mesa de siempre y de la nada, bummm, la maestra con 5 alumnos nuevos, 3 chicas y 2 chicos. Se veían normales, no tan Dann Miller según mi amiga, así que estaba segura de que ninguno era él. Descripciones generales: chicos de cabello oscuro, uno de ellos con lentes, sonrisa bonita, se veía tímido; otro de ellos, cabello oscuro con bonitos, algo despeinado pero normal; el tercero era rubio y no estaba segura de qué tan amistoso podría ser. Las chicas, todas rubias, todas con cara de niña bien y lindas, es lo que podría decir.
-Bueno, chicos, ya como todos sabían, tendremos alumnos nuevos y pues, ellos son algunos de sus compañeros que se irán integrando.
Se presentaron uno a uno y en realidad el único nombre que recuerdo es el de uno de los chicos, porque mencionó que le gustaba el rodeo, y pues lo conecté con la equitación, que era lo que había pensado en la mañana.