Matis Azul

Pasos de Orcela.

Caminó junto a la ribera, porque, si no espero llegar a un sitio talves por lo tranquila que es, quiero que mis pasos se borren con la marea, cuánto e recibido?... Tan solo me tienen aquí esperando con astillas en las manos no puedo evitar el dolor pero solo haci me decidí a cambiar mi camino, tal vez, sea un poco tarde pero con una corta vida que puedo hacer, el dolor en mi pecho me atormenta; mi cuerpo sigue caminando pero mi mente sigue esperando de verdad el corazón es tan inútil, quiero salir pero el me retiene no quiero mirar ni el cielo ni el mar, porque se me tortura de esta manera.

Quiero caminar como cuando era un crío, que recuerdo, aquella vez que derrame pintura y tratando de borrar mi error me termine manchando y también todo a mi alrededor, mi único pensamiento fue huir y sin darme cuenta mis pequeñas pisadas se quedaron marcadas, lave mis manos y mi cara, cambié mis ropas y salí al estanque cuando regrese me daba miedo la expresión de mi madre aquella vez por fin sus ojos me miraban, pero, porque no quería ver aquellos ojitos que tanto deseaba, su ira se descontroló y hacia mi se acercó...

Tocó mis frías manos y sentí como si mi corazón dejara de latir, recuerdo aquella sombra en la puerta que lo primero en ver fue aquel desastre, se acercó y escuchaba sus pisadas, sus pisadas alguna vez fueron como si se acercara un lobo, silenciosas pero firmes, mis ojos se tornaban de un color intenso todo me daba miedo solté la mano de mi madre y como siempre me hablaron con una voz recta, - Tú derramaste la pintura - tenía miedo y lo negué me miraron y me volvieron a preguntar - Tú cometistes otro error - asentí cuando se acercaron más a mi, intente salí corriendo y en eso me retuvieron, caí de golpe al suelo sentí el corazón salir, - mi mano - grité mientras las astillas se incrustan más por favor que esto pare.

Cuando recobré la consciencia estaba tirado en el suelo ahora el suelo no solo estaba manchado de azul sino también en el flujo se reflejaba el morado me levanté y me dirigí a mí cuarto; luego mi madre entro con un botiquín se sentó en la orilla de mí cama y se dirigió hacía mí - Lo hacemos porque te queremos, tú lo sabes verdad, se un buen niño y comportate - me sonrió y aguanté las lágrimas.

Cuando baje mi padre dijo -Solo ten más cuidado; hacemos esto porque te queremos tú lo sabes muy bien, se un buen niño- yo sonreí y todo el tiempo que tuve la herida en mi mano dije que por despistado me aplaste la mano.

Ese día aprendí que ser un buen niño es difícil y lo hacen porque me quieren; tengo más recuerdos hermosos como aquel pero porque todos me miran con la misma expresión cuando les cuento, acaso soy un bicho raro, bueno simplemente soy un buen niño, y quiero que mis pasos se queden en la arena, pero camino hacia el agua y desaparecen, su hermoso color es como el de aquella pintura, mientras escucho las voces de mis padres gritar mi nombre, no dejo de caminar me sumerjo en el agua para que mi vida de ese color se valla a pintar.



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En el texto hay: solo pensamientos

Editado: 09.08.2025

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