REBECA
Aun no sé si hice bien en contarle mi secreto; pero no podía más sentía que me estaba asfixiando y el volver a verlo removió los recuerdos.
Cris lo tomó muy bien, creí que se alejaría y esperaba uno que otro insulto; pero… nunca llegaron.
Le pedí que se quedara conmigo solo puedo decir que a su lado me siento protegida; él acepto y mi corazón dio saltos de alegría.
La tarde fue muy divertida, aunque a su lado todo es divertido.
“Cristian estas ganándote un lugar muy especialen mi corazón”
Estábamos mirando una película y me sentía cansada, supongo que de tanto llorar; él estaba con la ropa que papá le había prestado y le quedaba bien.
-. Vamos dormir – le digo apagando la tele
-. ¿Segura? – Pegunta – puedo quedarme en el cuarto de invitados
-. Quiero que te quedes conmigo – por Dios yo hablando tan decidida para dormir con un hombre junto a mi, porque ya no lo veo solo como amigo
-. Ok – levanta las manos en señal de rendición, lo jalo y vamos a mi habitación, me voy al baño a asearme y cuando salgo él está solo en bóxer e inconscientemente muerdo mi labio inferior.
-. ¿Duermes así? – ok esa no es mi voz normal y siento que mi centro está húmedo
-. Sí, pero si te molesta - intenta coger su ropa
-. Ok – me encojo de hombros, esta noche va a ser muy larga – vamos a dormir, estoy agotada
“Si como no”
Conciencia no es buena idea, déjame tranquila
-. ¿No te molesta? – dice mientras se acuesta a mi lado
-. Imaginaba que dormías con pijamas de carritos o algo – mi cerebro no está funcionando y mi centro se humedece más al escuchar su risa
-. Que concepto tienes de mí – levanta las cejas repetidas veces
-. Un niño mimado – cuando no mi lengua más rápida que mi cerebro
-. Creo que esta convivencia en matrimonio nos va a servir mucho – dice con una sonrisa, se ve tan adorable
-. Aun ¿quieres seguir con la boda? – este hombre no deja de sorprenderme
-. Claro – me mira sorprendido – eso mantendrá a Alicia, a raya
-. ¿Alicia? – Creo que aunque tenga novio sigue de zorra - ¿Qué pasa con ella?
-. Bueno –se rasca la nuca, está nervioso – hoy se me insinuó… o quizá lo malinterprete
-. Y ¿Cuándo pensabas decírmelo? – me senté de golpe y él me abrazo
-. Lo siento se me olvidó
-. Ten cuidado, será mi hermana; pero no confió en ella – besa mi hombro, estoy sintiendo algo de enojo, sí solo eso ... no son celos
-. Te lo prometo – y en esa posición nos volvemos a acostar, esos fueron celos… no, no
-. Mmm… - debería contarle lo del centro comercial – hoy vi a Leticia
-. ¿Qué? - tensa su agarre – estaba tomando un café con tu madre y la vimos con un hombre mayor
-. Y ¿Cuándo pensabas decírmelo? – vaya se está vengando
-. Hey no me copies – puedo sentir como se relaja y podria jurar que está sonriendo
-. Bueno, pero eso no te salva – dice más tranquilo – porque no me lo dijiste
-. Ella es ¿pasado, no? – di que sí
-. Tú sabes que sí – me volteo y recargo mi cabeza en su pecho, me siento tan bien.
-. ¿Qué pasaría si vuelve a buscarte? – La curiosidad mato al gato, qué más da – regresarías con ella – suspira y coloca su barbilla sobre mi cabeza
-. No volvería con ella – acaricia mi espalda – me hizo mucho daño, pero no te voy a negar que no sé cómo reaccionaría si la viera de nuevo – eso fue un balde de agua fría
-. ¿Y si la invitamos a la boda? – tonta, maldita lengua
-. No creo que sea buena idea – responde de inmediato
-. Así vera lo que se perdió – y en parte veo que es lo que te produce
-. Si tú quieres yo no me opondré – levanta mi barbilla para mirarlo – pero mis padres no estarán de acuerdo
-. Convenceré a mi suegra – digo contenta – ella me apoyara
-. De acuerdo – se rinde, se acerca un poco y deja un suave beso en mis labios; mi corazón parece que se va a salir de mi pecho – descansa - intentó qu emis manos no bajen hasta su vientre porque.... buneo ya saben
-. Igual tú – y así en pocos segundos el sueño nos noquea por completo.
Esta noche he descansado como nunca, es la primera vez que duermo con él; pero se siente tan bien.
Despierto y estamos en la misma posición que anoche yo sobre su pecho y el abrazándome.
-. Buenos días – le doy un pequeño beso
-. Buenos días, pequeña – sonríe
-. Te encanta ese apodo ¿verdad? – trato de parecer enojada, aunque no me resulta sencillo
-. Sí – se estira en la cama – eres mi pequeña – estoy sin palabras
-. Gracias – debo dejar de decírselo, se va a cansar
-. ¿Por qué? - me mira extrañado
-. Por todo – me encojo de hombros – ayudarme con la boda, escucharme y soportarme
-. No eres una bruja – dice acariciando mi mejilla – eres dulce; al menos conmigo
-. Ese es otro secreto – digo sonriendo – para los demás soy insoportable
-. Está bien – hace un gesto de colocar candado en su boca y botar la llave – de aquí no saldrá nada.
Lo abrazó, es tan lindo; sus palabras son tan dulces que creo que me puede dar diabetes.
“Cris estás haciendo que mis días brillen un poco más”
CRISTIAN
Me siento tan feliz de despertar a su lado, he descansado como una roca; estar junto a ella es lo mejor de mi vida.
Quiero despertar así hasta el día que Dios me lleve, aunque no planeo decírselo.
Nos levantamos y le ayudo a hacer limpieza a su cuarto
-. Vístete – me dice y caigo en al cuenta que sigo en bóxer
-. ¿Te molesta? – la miro divertido, mientras se sonroja
-. Puede venir Alicia y… - me señala de pies a cabeza – te violaría con la mirada
-. Ya me asustaste – reímos y me cambio de inmediato
Terminamos de ordenar y ella entra asearse y vestirse, yo me ducho y solo salgo con una toalla enredada en la cintura