CRISTIAN
Nos quedamos dormidos y juro que nunca en mi vida había descansado tan bien.
Mi deseo se cumplió, despertar al lado de mi esposa, estoy rebosante de alegría.
Durante la semana apenas y salimos de la habitación. Solo a veces para preparar algo de comer, mi esposa me trae loco.
Pero todo lo bueno tiene que terminar y ahora es momento de que ambos volvamos a nuestros trabajos.
Nuestra luna de miel fue en nuestra casa.
Después de dos años ella podrá ejercer pleno control de sus acciones en la empresa de su madre; pero si deberá ser convocada para las reuniones en las que se deban tomar decisiones referente a esta.
Yo la acompañare a cada una de estas, no pienso dejarla sola. Mi jefe me ha dado su apoyo y eso es suficiente.
Hoy es el domingo previo a comenzar con nuestro estrés, aún estamos en la cama.
-. Amor – me encanta poder llamarla así – despierta es casi medio día
-. No quiero – se cubre con la sabana
-. Te voy a despertar a mi manera y creo que ya no tenemos energías para eso
-. Vale – dice mirándome – ya me levanto.
-. Hoy toca que me prepares crema volteada – digo mientras la miro caminar desnuda para tomar mi camiseta y ponérsela
-. Como desees amor – se acerca y me besa; estos besos me encienden y trato de controlarme
-. Si no paras te traeré de vuelta a la cama – digo junto a sus labios
-. Quisiera que tuviéramos una semana más de luna de miel – me besa y sale a la cocina.
No sabía que esta mujer era fuego puro, gracias a Dios que abrí los ojos a tiempo y ahora es mía solo mía.
Me coloco mi bóxer y salgo tras ella, no puedo estar mucho tiempo lejos de ella.
Ella no me escucha y esta de espaldas, así que la abrazo y beso su hombro; me encanta su aroma y no pienso dejarla ir.
-. Me tienes hechizado – digo en su oído – no puedo estar lejos de ti
-. Yo tampoco – se voltea y me besa y así sin más la tomo ahí en la cocina.
Terminamos de demostrar nuestro amor y el postre justo sale del horno.
Nos sentamos a comer.
-. Mañana – dice – debemos volver a nuestros trabajos
-. Sí – respondo – pero yo te llevare y te traeré
-. No sabías que eras tan celoso – me sonríe
-. Eso solo lo provocas tú – la miro y ella se sonroja, es tan tierna aún no ha perdido esa inocencia ante cada comentario.
-. De acuerdo, amor – me encanta escucharla llamarme así – tú serás mi chofer
-. No me molesta – repongo de inmediato
Terminamos y vamos a la habitación para ordenar, nuestra ropa y dejar todo listo para mañana.
Sin esperarlo la noche nos alcanza sin más después de haber hecho el amor durante toda la tarde. Nos dormimos y esperamos el amanecer.
REBECA
La alarma suena y ambos nos levantamos, nos duchamos juntos y bajamos a desayunar (mi padre se encargó de surtir nuestra alacena para dos semanas porque por nosotros no hubiéramos comprado nada).
Cristian me lleva al trabajo y al llegar Laura me espera en mi oficina.
-. Te extrañe – me abraza
-. Y yo – digo invitándola a pasar
-. Estas regia – dice mirándome de pies a cabeza – el matrimonio te sienta de maravilla
-. El amor amiga – digo con una sonrisa de oreja a oreja – encontrar al hombre ideal
-. Quisiera que a mí también me llegue el amor - dice nostalgica
-. Lo hará amiga – intento animarla – solo debes abrir, bien los ojos te puede pasar igual que a mí.
-. No te entiendo
-. Fuimos amigos casi ocho años –digo – y no me di cuenta hasta el último momento, pude perderlo
-. Tu historia parece de película – suelta, ya que solo ella sabe que era un contrato.
-. Ni me lo digas; pero al final – suspiro – resultó ser el indicado
CRISTIAN
Llego con una gran sonrisa al trabajo, llego a mi oficina y saludo a Cristina quien se ya está en su lugar.
-. Señor de la Garza – toca la puerta
-. Adelante – pasa con dos carpetas en sus manos
-. Felicidades – es lo primero que dice al verme – se le ve tan feliz
-. Gracias – digo, no puedo ocultar mi alegría
-. Estos son sus nuevos casos –deja las carpetas sobre el escritorio y me pongo a hojearlas.
Así estamos inmersos en nuestros trabajos; pero no hemos dejado que eso influya en nuestra relación y ya casi ha pasado un mes.
Después del trabajo salgo a comprar flores para llevárselas, me gusta ser detallista y más cumpliendo un mes de casados; me encuentro en la florería esperando mi pedido de una docena de rosas blancas.
Cuando veo a mi hermana sujeta del brazo de un hombre muy contenta, espero que pronto nos lo presente ya es hora que consiga su media naranja.
Sin previo aviso giran y puedo ver a Esteban de la mano de mi hermana, me tranquilizo al menos no es Andrés; pero debo hablar con ella.
Recibo mi pedido y llegó a casa, escucho ruido en la cocina y sé que es mi esposa preparando la cena.
-. Cariño, llegue – gritó – y ella sale de la cocina con un delantal; yo la espero en la sala con el ramo de rosas.
-. Amor… - se queda sin palaras y corre a abrazarme
-. Por un mes de matrimonio - le entrego mi presente
-. Gracias – las lágrimas ya están en sus mejillas – pero mi mejor presente es estar a tu lado
-. Siempre estaré contigo – la abrazo – eso lo sabes
-. Te amo – me quedó estático había esperado que me lo dijera antes; pero no importa al fin lo ha dicho
-. Yo te amo más, mi vida - esa noche pensé que había sido un sueño
Después de la cena cerramos nuestro primer mes con una noche llena de amor, deseo y pasión.