Matrimonio a cambio de Dinero

Capítulo 27.

Ese hombre hacía algunos años que no lo veía. Él era mucho mayor que yo. Tenía la misma edad que Daniel, pero sin duda seguía igual de atractivo a como lo recordaba.

-Hace tanto que no se de ti y no te veía.-me miraba con sorpresa, sin poderlo creer. Camino hacia mi.

-Oh Marck, que alegría.- le contesté y abracé ya cuando había llegado hasta donde yo.

-¿De dónde se conocen ustedes?- una confundida Beatriz, pregunto.

-Esta pequeña-revolvió mi cabello con cariño y yo solo sonreía, mirándolo.-fuimos novios en la primaria hasta lo que alcanzamos de secundaria. Siempre me gustaron sus ojos. En el se podía reflejar el mar.- todo lo que había dicho me tenia maravillada. Me miraba triste.

-Nunca me lo contaste, Jess.- mi prima me miraba con cara de "me tienes que contar"

-Nos volvimos a reencontrar y era algo que nunca pensé que iba a suceder.- seguía abrazada a mi ex novio de la infancia.- Ya me tengo que ir, las horas aquí se me pasaron demasiado rápido.- me separé de él y tome el bolso en mis manos.-Nos vemos después, prima hermosa.- dije algo divertida.-Gusto en conocerte Eric, preciosa niña que tienen ya.- le di la mano.- Marck, un verdadero placer el volver a verte.- lo besé en la mejilla y salí de la cocina con todos pisándome los talones.

-¿Me pasas tu número?- pregunto ya con el celular en las manos.

-Tia Jess, ya no jugaste conmigo.- dos al mismo me hablaban y no sabia a quien responderle primero.

-Lo siento, mi amor. Otro dia vengo y jugamos a lo que quieras.- le guiñé el ojo y después le entregue mi celular al dueño de la anterior pregunta, para que anotara su celular.

-Esta bien, jugáremos a las princesas, al juego de té.- me abrazo y yo la tome en mis brazos dándole vueltas. Sus padres la miraban sonrientes.

-A lo que quieras jugáremos.- besé su mejilla y después la deje en el piso.

Me entrego mi celular y fui hacia la salida.

-Espera.- la voz de Marck me detuvo.- Yo te llevo.

Asentí.-Gracias por todo, nos vemos pronto.- me despedí una ves mas y después fuimos hacia su auto. Me abrió la puerta y segundos después el entro.

-¿Sigues viviendo donde mismo?- pregunto mientras se detenía en un alto.

-Si, donde tu recuerdas todo. Ahí mismo es.- lo miré y después el miro hacia mi barriga.

-Como olvidarlo. Veo que hay muchas cosas que contarnos.- me miro de reojo mientras que yo suspiraba.

-Pff, no sabes cuanto.-vi todo pasar y mi humor decayó un poco.

-¿Cuántos meses tienes? ¿Y que es?- preguntaba curioso.

-Exactamente siete meses.-sonreí con alegría. Pronto tendría a mi bebé en mis brazos.

-¿Niña o niño?- agarro el volante con fuerza y miraba el como yo sonreía.

-Niño.-dije como boba.

-Espero no te incomode, pero ¿el papá?

-Espero poder divorciarme, al menos es esa mi intención. No funciono.- dije con cierta tristeza.

-Vaya, me tienes que contar. Sé que es difícil, pero en la semana te llamo para ponernos al corriente de todo lo que nos ha pasado.- estacionó el auto en mi casa y apagó el motor.

-Gracias por traerme y una alegría volver a verte.-besé su mejilla y antes de abrir la puerta del auto, esta se abrió por otra persona.

-¿Quién es este imbecil? ¿Sabes cuánto llevábamos buscándote?- la voz del imbecil numero uno, hablo. Rodé los ojos ya cansada.

-Son asuntos que a ti no te tienen que importar.- respondi cortante y mirando al frente. Apreté la mandíbula.

-¿Porqué lo estabas besando?- seriamente preguntó y yo solo miraba a mi acompañante con pena.

-Le di un beso en la mejilla, no hice nada malo. No soy tú, a ti si no te importa nada.-lo señalé.-Gracias por traerme Marck, nos vemos después.- le trate de sonreir sinceramente y me baje del auto. En segundo arrancó y se fue.

-Claro que tiene algo de malo, me estas engañando.-grito como un histérico.

-No digas estupideces. Yo no te engañe con nadie. ¡No soy como tú! Que anda con muchas estupidas y le da igual si le toman fotos, sale en revistas y ve medio mundo que me estas poniendo el cuerno. No te importó que yo las viera.- me estaba alterando y gritándole ya cansada.

-Ella no es nadie, es solo una amiga.- si, claro y yo le creía.

-Si, claro.-contesté sarcástica a mitad de camino.-Déjame de una jodida ves en paz. No te quiero ver. Me haces daño, ¿que no entiendes? No puedes estar con alguien formalmente, porque siempre pondrías los cuernos.- gritaba sin detenerme ya a nada, él me estaba provocando.

-Jess, todos los hombres hacen eso.- aparte tenia el descaró de volvérmelo a decir.

No soporte mas y le di una bofetada. Respiraba agitada.-Eres un poco hombre. No vales nada. No tienes dignidad, ni sentimientos ni corazón. No valió para nada el haberme casado contigo. Esto es caso perdido ya y mas vale que te divorcies por las buenas o por las mal....-sentí punzadas en mi vientre y en segundos me retorcí del dolor. Toque mi barriga, llorosa.

-Hija, ¿que pasa?- mis padres acababan de llegar y ahora si mi disque marido lucia preocupado.

-Nada, ya se me pasará.- una punzada mas llego y yo volví a retorcerme. Mi madre soltó un grito.

-Hija, tu ropa esta toda mojada.- camino hacia mi preocupada.-Ha roto fuente, Gabriel.- los gritos histéricos de mis padres se escuchaban preocupados. Perdí la consciencia. 



#44504 en Novela romántica
#7139 en Chick lit
#29313 en Otros
#4328 en Humor

En el texto hay: casamiento, amor, amor juvenil novela romantica

Editado: 17.09.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.