Matrimonio a cambio de Dinero

Capitulo 9.

Se escuchaban aplausos de todas las personas que nos acompañaban ese dia. Sentí como Christian me apretaba a el y yo como mis piernas temblaban. Se separó de mi, pero mantuvo sus manos alrededor mío.

 

-Felicidades, cielo.-Melina vino a nuestro encuentro.- Que gusto me da verlos juntos.-Nos abrazo a los dos al mismo tiempo.

 

Asi fue durante cinco minutos. Abrazos, besos y muestras de cariño de gente que ni siquiera conocía. No tenía ni idea de quienes pudieran ser. Al fin y al cabo la boda no era mi, aunque me haya casado yo. Sentía que la boda era de mis padres, ellos lo disfrutaban.

 

Fuimos a la sesión fotográfica, las palabras se quedaban atascadas en mi garganta. Solo nos tomábamos de las mano, pero ni una palabra cruzábamos.

 

-Agárrala de la cintura.- el fotógrafo señaló a Christian y el obedeció.- Tú, míralo con amor y coloca una mano en su mejilla.

 

Yo asentí e hice lo que me había pedido. Él se posicionó atrás de mi y me agarro de la cintura. Yo gire mi cabeza hacia el, traté de mirarlo como me había ordenado el fotógrafo y le toque la mejilla. 

 

-Perfecto, me están dando unas fotografías realmente buenas.- ese señor era ajeno a todo lo que en nuestras vidas pasaba.- Ahora tómala en brazos.- el como si fuera de lo mas normal, me cargo.- Alza tu mano con el ramo de flores y tu pierna. Necesito que se miren con amor.



 

Esto era un poco frustrante, tener que fingir todo esto era agotador. Con una mano me agarré de su cuello y con la otra hice lo que pidió.

 

-Es algo mandón, ¿no?- me pregunto mientras yo asentía y reía. 



 

Hicimos unas cuántas fotos mas y ya agotada de tantas sonrisas falsas terminamos. El fue hacia la fiesta por su parte, aun faltaban todas esas fotos.

 

-Gracias por poner de tu parte.- Hablo, mientras caminábamos hacia el auto.

 

Fruncí el ceño extrañada.- No soy tan mala como crees. Esas fotos tenían que salir bien o si no nos matarían.- sonreí un poco, tratando de aligerar el ambiente.



 

-Veo que decidiste ponerte el collar.- me señalo mientras manejaba atento.

 

Inconscientemente lleve una de mis manos hacia ahí.- Si, fue un lindo detalle. Gracias.- el comportarnos asi sin pelear, era algo extraño.

 

-No fue nada, la verdad elegí algo único.-no tenía cara de enojado, no replicaba nada.- De verdad estas muy linda.



 

Me sonrió de lado y yo solo negué la cabeza sin creerlo.-Gracias.- me sonrojé.- También tu te ves muy bien.

 

Revolví mis manos sobre el vestido, estaba muriéndome de los nervios. ¿Por qué esto no me había sucedido en la mañana? ¿Por qué de la nada no quería pelear?



 

Cuando llegamos salí del auto por mi cuenta. Quería respirar un poco de aire. Se me dificultaba un poco porque traía el vestido largo, mas el velo. Era todo un caos.

 

-¿Puedes esperarme?- me pregunto con una mirada confusa.

 

-¿Necesitamos entrar juntos?- pregunte queriendo rodar los ojos.

 

Sonrió irónicamente.-Claro, como se ve que no sabes de esto.- negó con la cabeza divertida.

 

-Mira, que sea joven no significa que no sepa de estas cosas.- contesté algo frustrada.

 

-No quiero discutir.- me ayudo con mi vestido y caminamos hacia la entrada del salón.



 

Agarro mi mano y asi entramos al salón. Pusieron una canción que se llamaba << Don't stop believing >> Todos empezaron a aplaudir y a silbar. En la entrada se podía observar unas fotos de nosotros cuando estábamos pequeños.

 

El salón se veía realmente impecable, una decoración moderna y sin ser tan exagerado. Las flores eran de un color violeta al igual que el mantel de las mesas y sillas. Con el blanco podía hacer un contraste realmente fantástico. De centro de mesas había un frasco largo de vidrio transparente con agua y unas rosas adentro. Simplemente hermoso. No tenía palabras para describir que tan bello había quedado todo. Melina, mi madre y todos los que pudieron haber ayudado habían hecho un buen trabajo.

 

Pasamos a algunas mesas a saludar a los invitados, algunos amigos de mis padres y unas primas lejanas que habían venido a la fiesta. Fuimos a nuestra mesa, que en el mantel habían pétalos de rosa y la misma decoración que todas las demás.

 

Christian recorrió mi silla hacia atrás para poderme sentar. Todo un caballero, segundos después el se sentó.

 

-Todo ha quedado increíble.- murmuré aun asombrada de todo.

 

-Lo sé, yo ayude con algunas cosas.- me guiño el ojo y yo solo reí por su expresión.

 



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Editado: 17.09.2019

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