Karol, estalla.

Al día siguiente estábamos tocando la puerta de la mansión Thorme a la primera hora de la mañana. Karol y Kenia tenían toda la intención de reclamar a su padre acerca de esa polémica decisión de casarse con Manuela sin siquiera pedirles su opinión. Ellas estaban totalmente furiosas mientras que yo me encontraba feliz de volver a esa lujosa vivienda de dónde jamás debí haberme ido. Al abrirse las puertas las hermanas esperaban hallarse en frente a su padre en su aburrido despacho. Sin embargo lo que había en esa mansión era algo muy opuesto a aburrido. Las decoraciones podían verse por todos lados. El salón de celebración estaba colmado de asientos enmarcados con el nombre de cada invitado. Las comida era abundante y suficiente para un batallón. El asombro no cabía en nosotros. No podíamos creer lo que nuestros ojos estaban mirando. El señor Thorme había planeado su boda para el día siguiente del anuncio, algo que nadie se esperaba. No obstante él si sabía que sus hijas al enterarse, irían corriendo a la mansión. Una forma muy inteligentes que de hacer que Karol y Kenia asistieran al matrimonio en contra de su voluntad, sin siquiera saberlo. Los tres estábamos pasados en medio del salón principal admirando todos aquellos arreglos totalmente atónitos.

— ¡Demonios! De haberlo sabido hubiera venido con un traje de gala — bromeé un poco haciendo que Karol y Kenia me observaran de forma despectiva estando muy molestas.

Casualmente del salón de eventos salía su primo Edrian sosteniendo algunos objetos que iban con la decoración. Al verlas se sorprendió mucho. Al parecer les agradaba mucho verlas allí.

— ¡Karol! — gritó Edrian corriendo para abrazar a su prima con mucha alegría, ignorando por completo a Kenia.

— ¡Primo! ¿Qué diablos sucede acá? ¿Porqué toda la mansión está decorada de esta forma? — preguntó Karol inmediatamente.

— ¿Su padre no les ha dicho nada verdad? — Edrian cambió su expresión por completo,y ahora agachaba su miraba hablando con pesar.

— ¿Decirnos qué? Apenas ayer anunciaron en las noticias que le había propuesto matrimonio a la stripper esa. Es por ellos que decidimos venir hasta acá, pero al llegar nos encontramos con toda esta locura, ¿Qué diablos significa todo esto? — gritaba Kenia aparentemente muy enojada.

— Para nosotros también fue una total locura muy repentina. Hoy cuando despertamos nos encontramos con la noticia de que el tío Thorme había decidido casarse esta misma tarde. De hecho fueron los encargados de la decoración quiénes nos despertaron llegando de forma inesperada. Y supongo también que el tío Thorme sabía que vendrían, por eso no se preocupó en comunicarse con ustedes. Sabía que al llegar acá le sería mucho más fácil convencerlas de quedarse. Si me preguntan, eso es cruel, eso es muy cruel — aseguró Edrian parado allí frente a nosotros.

— Esto es el colmo. ¿Como es posible que haya decidido casarse con esa vulgar bailarina sin nuestro consentimiento? Es totalmente imperdonable, pero nos va a escuchar.... Va a tener que escucharnos — exclamaba Kenia en medio del salón expresando toda su molestia con su padre.

— ¡Ya basta Kenia! Solamente.... ¡Ya basta! — gritó Karol estallando repentinamente en contra de su hermana sorprendiendome a mí, e incluso al mismo Edrian que no podía creer que Karol finalmente le hablaba en un tono fuerte a Kenia.

— ¿Qué pasa hermana? ¿A qué te refieres? ¿Porqué me gritas así? — Kenia también se notaba muy extrañada por esa repentinamente actitud agresiva de Karol. Ella siempre fue sumisa y callada. Ahora se mostraba muy molesta en contra de su hermana.

— ¿Qué pasa? ¿Qué que me pasa? ¡Pasa que ya estoy harta! — afirmaba Karol gritando entre un arranque total de ira — Basta de fingir asombro, basta de hacerte la inocente, basta que querer engañarnos diciendo que estás de nuestro lado, porque sabemos perfectamente que no es así.

— ¿Pero qué estás diciendo Karol? No estoy entiendo nada de lo que dices — Kenia estaba realmente sorprendida. Sonreía totalmente incrédula mientras que Karol seguía explotando en su contra.

— ¿Crees que no sabemos que todo esto lo planeaste tú desde un principio? ¿Crees que no sé que fuiste tú quién trajo a Manuela nuevamente hasta los brazos de nuestro padre con la intención de hacerlos enamorarse? Todo esto solamente como parte de uno de tus estúpidos planes para lograr quedarte con la fortuna de la familia. No pudiste aceptar que te haya ganando en la carrera por conseguir un esposo para heredar las empresas. Querías quitarnos todo de cualquier forma. Eres una persona cruel, Kenia. No mereces tener amigos, no merecer tener familia, y mucho menos... Mereces tenerme como hermana — expresaba Karol de forma muy hiriente.

— ¿En serio crees que soy capaz de hacer algo así? ¿En serio crees que jugaría con el corazón y los sentimientos de nuestro padre de esa manera? — Kenia no podía evitar derramar algunas lágrimas estando totalmente afectada por las hirientes palabras de su hermana.

— ¿Estás llorando? ¿En serio estás derramando lágrimas? Pero que buena actriz eres. No sabía que habías tomado clases de actuación. De verdad eres buena, muy, muy buena. Casi logras engañarme, y lo hubieras hecho, de no conocerte claro. Cualquier que te conozca sabe lo arpía que eres. Todo en tí es un engaño. No te importan los sentimientos de nuestro padre, solamente te interesa su dinero, y encontrar la manera de quedarte con todo, pero esta vez te has equivocado. Esta vez no te lo voy a permitir — aseguró Karol con una expresión de firmeza en su rostro.

— Algún día te darás cuenta lo equivocada que estás, Karol. Solamente espero que cuándo ese día llegue, no tengas el descaro de venir a pedirme disculpas, porque ya será demasiado tarde — afirmó Kenia completamente indignada.

Kenia comenzó a correr abandonado el salón en solo cuestión de segundos. Nunca le había visto de esa manera. Un profundo silencio se apoderó de todo el salón principal mientras que Edrian y yo solamente nos mirábamos a la cara.