INICIO... Noche

Al día siguiente en su despacho Azriel estaba por dar por terminado su día, todo estaba marchando bien, la empresa estaba en su mejor momento, no tenía nada de que preocupase, podría volver a casa a descansar o al menos eso pensaba hasta que la puerta de su oficina se abrió y su asistente, Finnian, entró a toda prisa, con una mirada preocupada, el ceño fruncido y una carta en su mano hizo que Azriel se pusiera nervioso; Finnian se acercó hasta el sin decir nada y dejó sobre el escritorio el sobre gris sellado con unas iniciales que Azriel conocía a la perfección.

- Mi padre – Azriel comento tomando el sobre.

- así es Az, la primera carta en tres meses – Finnian asintió.

- debe ser algo importante – Azriel rompió el sello y abrió el sobre.

Soltó un suspiro antes de comenzar a leer, no era que no le gustara saber de su progenitor, era tan solo que el hombre no era muy expresivo y solo le escribía para dar a conocer sus decisiones o infórmale de algún problema y esta no era la excepción, por cada palabra que leía en aquella simple y nada expresiva nota, Azriel se quedaba más anonadado, su padre había aceptado firmar una alianza más grande con las empresas Lagun, eso hacía que su número de acciones aumentaran, así como también los beneficios y el riesgo, para estabilizar eso último una de las cláusulas del nuevo convenio era un matrimonio arreglado entre Azriel y el hijo de los señores Lagunov, en cuatro días a partir de ese, el joven esperaba por él, al día siguiente para conocerse.

- ¿Azriel todo está bien? – Finnian pregunto cuando lo vio bajar la nota, entonces pudo ver cómo se había puesto pálido.

- voy a casarme – respondió Azriel simplemente.

- ¿QUÉ? – Finnian estaba asombrado.

- Mi padre firmará un convenio mayor con las empresas Lagun, arreglaron también una boda, conmigo y el hijo de los Lagunov – explico Azriel sin emoción, todavía anonadado.

- ¿Qué? – repitió Finnian un poco más fuerte.

- Dios, creo que me desmayare – Azriel suspiro, dejando su frente apoyada en el escritorio.

- tranquilo Az, seguro podemos hacer algo – Finnian hablo con más optimismo del que verdaderamente sentía.

- no creo que haya algo que hacer – Azriel negó.

- entonces ¿lo… lo aceptaras? – preguntó Finnian un poco tembloroso.

- sí, creo que… no tengo ninguna otra opción – dijo Azriel levantando la vista hacia su mejor amigo.

- puedes negarte, no tienes que hacerlo solo por firmar un contrato – Finnian sonaba bastante alterado.

- mejorará el número de acciones y los beneficios que obtenemos, la única razón por la que lo hacen es para minimizar los riesgos – aunque no hacía falta Azriel explico un poco más.

- es sorprendente que estés de acuerdo, ni siquiera lo conoces – Finnian argumento, cerca de rendirse pues el tono de voz de su amigo le decía que no llegaría muy lejos.

- lo conoceré mañana, la boda será en cuatro días – conto Azriel volviendo a leer esa parte de la nota.

- imposible – el asombro en Finnian ahora era tan grande que literalmente dijo cada letra de aquella palabra por separado.

- ambos sabemos que no hay nada imposible para alguien como mi padre – afirmo Azriel con calma.

- pero ¿Por qué tan apresurado? – preguntó Finnian tratando de volver a calmarse.

- la firma del nuevo convenio es en cinco días – respondió Azriel simplemente.

- entonces ¿Qué piensas hacer? – preguntó Finnian al darse cuenta que su amigo ya había tomado una decisión.

- al menos creo que podemos ser amigos, si él también lo acepta, hay que preparar algo especial, tal vez otro lugar donde conocernos – Azriel respondió después de pensarlo.

- siempre tan tranquilo – Finnian suspiro, tomó una nota adhesiva y un bolígrafo, agregó - ¿Qué es lo que quieres que haga?

- reserva en el hotel junto a la playa, que preparen la cena en una carpa cerca del mar, informa a la familia del nuevo lugar de encuentro, verifica con cuidado que no tengan inconveniente y acompáñame a comprar un anillo – Azriel hablo luego de considerarlo todo en su mente.

- claro… no hay problema… ¿¡QUE!? – Finnian había ido contestando a cada petición, pero cuando Azriel llego al final, el volvió a sorprenderse.

- por favor, no quiero hacerlo solo – pidió Azriel con una sonrisa.

- está bien, hare las reservaciones, preparare los autos y hablare con el asistente de la familia Lagunov, cuando haya terminado todo eso iremos a la joyería – Finnian comento con una mueca, estaba molesto de que Azriel aceptara todo aquello con tanta calma.

- y quita esa cara, sabes que no tengo otra opción y que, aunque la hubiera mi padre no me dejaría tomarla – Azriel explico justo antes de que dejara la oficina.

- lo sé, es solo que me siento mal por ti Az, vas a casarte sin amor – Finnian suspiro.

- la última vez, el amor fue solo una venda, que me cegó – Azriel bajo la vista a sus manos.

- no puedes esperar lo mismo toda la vida y no sé cómo un matrimonio arreglado evita que te encuentres de nuevo en la misma situación – Finnian regaño volviendo a acercarse al escritorio.