Matrimonio arreglado... ¿¡que!?

Dia Dos... Desayuno

Preparados ya para bajar a tomar el desayuno que Azriel se había encargado de arreglar tal y como Dorian se lo había pedido, estaban en la habitación terminando de guardar sus maletas; se sentían más cómodos juntos de lo que habían estado el día anterior y cada uno comenzaba a olvidar las dudas y miedos que tenían de que el matrimonio arreglado no funcionara, era una decisión repentina y nada considerada, algo que sus padres habían planeado para ellos sin ningún tipo de consulta, pero la idea que había tenido Azriel el día anterior era buena, al menos podían ser amigos; distraídos conversando casi no alcanzaron a escuchar los suaves golpes en la puerta.

- buenos días señor, vine por sus maletas como pidió – un botones saludo cuando Azriel abrió la puerta.

- gracias, llévelas a mi auto – Azriel explico guiándolo dentro y señalando el par de maletas.

- claro, señor – el hombre asintió, pero por un minuto su mirada quedo sobre Dorian, hecho que no pasó desapercibido para Azriel.

- ¿prepararon lo que pedí? – pregunto Azriel para atraer la atención del botones, colocándose frente a Dorian, para ocultarlo con su cuerpo.

- sí señor, todo está listo – el botones respondió, desviando su mirada rápidamente.

- muy bien, gracias – Azriel volvió junto a Dorian, que mirando por la ventana no había notado las miradas asesinas que él le había dirigido al botones - ¿nos vamos?

- claro – Dorian asintió y tomo la mano que Azriel le ofrecía.

Él lo guio afuera, ignorando o al menos intentando ignorar las miradas disimuladas que le dirigía el botones a Dorian mientras iban hacia la puerta; el sentimiento era nuevo para él, pero estaba consciente de que eran celos y el saber esto lo sorprendió, apenas había conocido a Dorian el día anterior, no podía ser posesivo con el tan pronto ¿o sí? Se dijo mentalmente que tal vez solo eran las ganas que tenia de protegerlo, aun con lo cual quedo confundido; llevo a Dorian hasta la misma carpa de la noche anterior, todo estaba listo y una señorita esperaba por ellos para servir los alimentos.

- esto es maravilloso, gracias Azriel – Dorian comento cuando estuvieron sentados a la mesa comiendo.

- me alegra que te gustara – Azriel respondió con alegría.

- y mucho, todo es perfecto – Dorian asintió con una sonrisa

- deseo que pienses lo mismo de la sorpresa de hoy – Azriel hablo mientras miraba su comida, tratando mas que nada de no revelar nada de lo que ya tenía preparado.

- supongo que no me dirás que es, ¿verdad? – pregunto Dorian con sus mejores ojos de cachorrito.

- no lo hare, seria trampa – Azriel negó con la cabeza, aunque estuvo a punto de ceder.

- eres muy malo – Dorian soltó una risita y después agrego – sea lo que sea me gustara, no te preocupes por eso.

- gracias – Azriel sonaba aliviado.

Se miraron y sonrieron, eran esas pequeñas miradas y sonrisas las que les decían que algo más pasaba entre ellos, pero ambos decidieron ignorarlas y continuaron comiendo sin mucha más charla; al terminar Dorian propuso que se tomaran algunas fotos e igual que en todos sus pedidos anteriores Azriel no pudo negarse y aún menos al verlo saltar de alegría; se tomaron varias fotos juntos con el mar como fondo, riendo cual niños pequeños cuando las fotos salían mal o alguno de los dos hacia una mueca divertida, cuando estuvieron satisfechos con los resultados, fueron al auto y dejaron el hotel.

Dorian no pregunto ni dijo nada cuando se dio cuenta que el camino que tomo Azriel no lo llevaba a su casa, ya no se sentía intimidado con todo el asunto de la boda arreglada y el hecho de que apenas lo conocía, podía asegurar que Azriel no le haría daño, además que el no llevarlo de regreso con su hermano hacía que cobraran sentido las palabras de Azriel de que estarían juntos aquellos tres días; Azriel por su parte no esperaba que el tomara todo bien, incluso lo miro varias veces durante el camino por si se ponía nervioso o algo, pero jamás sucedió, Dorian continuo mirando a su alrededor con asombro y soltó una sonrisa cuando llegaron a casa.

El lugar no era muy grande, pensó Dorian al comprarla con la casa que compartía con su hermano, pero era suficiente y bastante hermosa, presentaba un diseño moderno y tenía amplios y bellos jardines por todo su alrededor, eso fue lo que más encanto a Dorian, todo el espacio libre y automáticamente se encontró pensando que vivir ahí toda su vida no le molestaría, se sorprendió, nadie había dicho que esto tenía que durar toda una vida, al ser un contrato podría terminarse cuando las cosas salieran mal; Azriel detuvo el auto cerca de la entrada principal, bajo y corrió a abrir la puerta del lado de Dorian, dándole su mano para ayudarlo a bajar.

- esta es mi casa, espero que te guste – Azriel hablo mientras llevaba a Dorian a la entrada principal.

- es muy hermosa Azriel, el diseño, los jardines, es claramente un buen trabajo arquitectónico – Dorian señalo con una sonrisa.

- es verdad, tu estudias arquitectura – dijo Azriel dándose un golpe interiormente por haber olvidado aquello.

- así es, estoy en mi último año y puedo reconocer un buen trabajo – Dorian afirmo mientras miraba alrededor.

- puedes explorar todo lo que quieras y cambiar lo que sea que no te guste, hay una habitación lista para ti, cercana a la mía, la sala y el comedor están por ahí, la cocina esta haya, las cocheras están del otro lado y hay un auto listo y un chofer por si necesitas salir a alguna parte, los empleados ya te esperan y… - Dorian cubrió con su mano la boca de Azriel porque estaba empezando a hablar muy rápido y el apenas le entendía, ya lo había guiado adentro y se veía nervioso.




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