Matrimonio arreglado... ¿¡que!?

Dia tres...

MADRUGADA… más o menos 3:30am.

Dorian daba vueltas por la cama sin poder dormir, una hora atrás en el exterior se había desatado una horrible tormenta y el primer trueno que rasgo el oscuro cielo, lo despertó a él con la misma brusquedad que lo habría hecho el recibir un balde de agua fría; no iba a dormir y lo sabía, uno de sus más grandes miedos eran las tormentas, a saber porque y ahora solo, en una casa desconocida, nadie iba a levantarse e iría por instinto a consolarlo porque Leander su hermano no estaba ahí y él no quería perturbar el descanso de Azriel con lo que podría ser catalogado como un miedo infantil.

Repitiendo en su mente una y otra vez, que todo estaría bien y que en la mañana solo tendría que disimular sus ojeras, se quedó en la cama arropado casi hasta la nariz; esperaba que todo pasara rápido, pero el colmo de todo llego cuando la luz de la lámpara de noche parpadeo un par de veces y luego se apagó por completo, podría tolerar la tormenta hasta cierto punto, pero no aguantaría la obscuridad; se sentó de golpe en la cama, aparto las mantas y tomo un suéter, para después dejar la habitación e ir directamente a la siguiente puerta que estaba ligeramente entre abierta.

Encontró a Azriel durmiendo tranquilamente, cubierto con las mantas hasta la cintura, sus labios estaban entre abiertos y roncaba muy bajito, causando una sonrisa en Dorian, lo miro solo unos segundos y después se subió a la cama en el otro extremo, consciente de que lo que estaba haciendo era muy atrevido, pero restándole importancia con dos simples razones, ellos ya habían compartido la cama una vez y el llevaba una anillo en la mano que en parte lo unía a Azriel; se metió bajo las mantas sin despertarlo y no le tomo más de un par de minutos el quedarse dormido, sonrió pues la simple cercanía de Azriel tenía ese efecto relajante en él.

POR LA MAÑANA.

Azriel despertó con una sonrisa, extrañamente se sentía bien, como si una luz cálida lo cobijara y no tuviera más preocupaciones; abrió los ojos lentamente casi como si temiera que esa sensación de paz lo abandonara, pero no fue así y su sonrisa se amplió aún más al descubrir un pequeño bulto a su lado, medio apoyado sobre él; Dorian tenía una mano sobre el pecho de Azriel como si quisiera sentir el latido de su corazón y una de sus piernas estaba ligeramente enredada con la de él, su rostro se notaba tranquilo incluso podía decir que sonreía, pero cuando Azriel subió su mano para acariciar su mejilla, el frunció el ceño y parpadeo un poco para poder despertarse.

- buenos días – susurro Dorian con una sonrisa adormilada.

- buenos días pequeño – Azriel respondió con alegría.

- lamento si te moleste, pero es que anoche hubo tormenta y las luces se apagaron… tenía mucho miedo – Dorian explico sin mirarlo y con las mejillas de un suave color rosa al descubrir la posición en la que había estado durmiendo.

- no me molestas, es bueno que vinieras aquí si tenías miedo, perdón por no haber escuchado nada –Azriel se veía tranquilo mientras pasaba su brazo alrededor de la cintura de Dorian para mantenerlo cerca.

- no te preocupes, no estás obligado a consolar todos mis miedos – Dorian le restó importancia con una pequeña sonrisa.

- te dije ayer que te cuidaría y debí cumplirlo – Azriel se quejó.

- entonces dejémoslo en un simple error de una vez y ya no pienses en eso… aún tengo sueño – Dorian termino y volvió a acorrucarse sobre el pecho de Azriel.

- sigamos durmiendo entonces, la sorpresa de hoy es hasta más tarde – el mayor acepto, pero justo que iba a acomodarse para volver a dormir, su celular y la puerta de la habitación sonaron al mismo tiempo.

Azriel estuvo tentado por un segundo a decirle a Dorian que ignorara todo y era solo porque se sentía tan bien que no quería enfrentar la realidad hasta más tarde, pero no podía dejarlo, muy seguramente era importante; beso la frente de Dorian antes de que él se levantara con una sonrisa para ver quien llamaba a la puerta y él se girara a contestar su teléfono con una mueca de desgana, de ahora en más se iba a asegurar de que todos sus pendientes fueran hasta más tarde, para poder disfrutar de la comodidad que le brindaba solo abrazar a su prometido.

- señor buenos días – Suni saludo con una pequeña inclinación, cuando Dorian abrió la puerta.

- buenos días.

- un chofer de su familia trajo esto para usted – la mucama explico mientras le entregaba una caja de cartón de tamaño mediano.

- gracias – Dorian asintió, un poco confundido con todo aquello.

- no es nada señor – Suni se inclinó de nuevo y después se fue.

- de acuerdo, iré ahora – Azriel hablo al terminar la llamada, viendo como Dorian se giraba y volvía a la cama con un paquete.

- ¿todo está bien? – pregunto Dorian al haber escuchado aquello y recordar que el mayor le dijo saldrían hasta más tarde.

- en realidad no, hay un socio minoritario que quiere reunirse conmigo ahora, al parecer terminara la sociedad – Azriel explico con un suspiro cansado.

- pero… dijiste que estaríamos juntos estos tres días – Dorian se quejó con un puchero y sin mirarlo, por alguna razón aun no aceptada, no quería separarse de Azriel.

- puedes venir conmigo, al terminar ahí iremos por la siguiente sorpresa – Azriel comento con alegría y cuando Dorian asintió con una sonrisa, él agrego mirando la caja que tenía entre sus manos - ¿Qué es eso?




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