- ¿no tienes suficiente con haber atrapado a Azriel? El señor Gagne no tiene por qué ver lo zorra que eres – grito Alexander atrayendo la atención de ambos.
- si no sabes lo que sucede, te pido que no hables – Dorian expreso con calma, a pesar de su propia molestia.
- ¿Qué tendría que saber? Eres una puta arrastrada – grito Alexander y sin agregar nada más dejo ir una bofetada sobre la mejilla derecha de Dorian.
- maldito loco – Dorian iba a devolverle el golpe, pero Lucían lo sujeto de la cintura y lo obligo a apartarse.
- ¿Qué es lo que te pasa Alex? – Lucían cuestiono molesto y antes de que el mencionado dijera algo en su favor, él agrego – sal de mi oficina ahora, antes de que tome otra decisión.
- pero… señor – Alexander dudo.
- hazlo – Lucían señalo la puerta.
- si yo pierdo, tu pierdes – Alexander hablo mirando a Dorian antes de salir.
- idiota – susurro Dorian sentándose bruscamente y posando su mano en su mejilla lastimada.
- ¿te encuentras bien? – pregunto Lucían, cuando Alexander cerro la puerta.
- sí, gracias – Dorian asintió restándole importancia.
- no sé qué le ha pasado últimamente, Alexander no solía ser así – Lucían comento suspirando.
- es el ex novio de Azriel, supongo que siente que le estoy quitando algo – Dorian hablo, sin darse cuenta que su voz contenía tristeza.
- no es razón suficiente, ellos terminaron hace ya algún tiempo – Lucían negó con la cabeza.
- tal vez aun lo quiere – Dorian comento fingiendo desinterés mientras miraba los muestrarios.
- ¿y Azriel lo querrá aun? – pregunto Lucían atrayendo efectivamente la atención de Dorian.
- no lo sé – Dorian suspiro.
El talvez no había querido pensarlo, pero desde la tarde anterior cuando Alexander había estado en casa y Azriel había aceptado hablar con él, Dorian creía que él podía aun tener sentimientos por el otro hombre, suspiro, no era nadie para reclamarle nada, después de todo solo era una imposición por parte de los padres de ambos; Lucían lo distrajo mientras continuaba hablándole de sus elecciones para el día siguiente y al menos por un momento Dorian se dejó alejar del pequeño dolor que había en su corazón; cuando hubo terminado se aseguró de invitar a Lucían a la celebración del día siguiente y luego de despedirse salió de la oficina.
…
Dos niveles arriba Azriel estaba volviendo a su oficina sintiéndose agotado pero feliz, había logrado hacer que el socio cambiara de idea y no se retirara de la empresa, además de que aún tenía tiempo de llevar a Dorian a la última sorpresa; pero cuando abrió la puerta de su oficina la imagen que encontró dentro hizo que perdiera aquella sonrisa, Alexander estaba sentado sobre su escritorio, tenía la camisa un poco entre abierta dejando ver su pecho y así también chupaba una piruleta de cereza de una forma muy sugerente.
- Alexander por favor – Azriel negó, tratando de contener el impulso de tomar al hombre y sacarlo a rastras de su despacho.
- ¿Qué pasa Az? Creí que te gustaba – Alexander hablo con una muy fingida voz inocente.
- vete por favor, ya te he dicho que no me interesa tener nada más contigo – pidió Azriel señalando la puerta, sin acercarse a él.
- así que me dejaras por ese tonto y patético niño – Alexander casi sonó a berrinche.
- él no es nada de eso ¿Por qué no puedes solo dejarme tranquilo? – Azriel hablo bastante irritado.
- porque él no es para ti, yo sí lo soy – Alexander se bajó del escritorio y camino hacia él.
- aléjate por favor – pidió Azriel no queriendo hacerle daño.
- dame un solo beso y yo me iré de tu vida – Alexander pidió con inocencia.
Azriel dudo, si todo fuera tan sencillo como eso, aquel hombre ya lo habría dejado hacía mucho, así que no se fiaba, pero antes de que tomara una decisión Alexander lo jalo de la corbata y unió sus labios a los suyos, en un beso desesperado y en medio del cual Azriel estaba perdiendo el control, tanto así que se atrevió a pasar sus manos por la cintura de él, rozando la piel ahí desnuda, su mente le estaba jugando una mala pasada, diciéndole que la persona a la que estaba besando era su prometido, Dorian, del que ya se sabía enamorado y estaba tan perdido en esta idea que no alcanzo a oír cuando la puerta a su espalda se volvió a abrir.
- Az… Azriel – susurro Dorian rompiendo el apasionado beso con su voz.
- Dorian… yo – Azriel no sabía que decir al ver como los ojos de su amor se cristalizaban.
- lamento la interrupción, debí haber llamado – Dorian trato de mantener la compostura aun con el nudo en su garganta y volvió a salir.
Sintiendo como su corazón se rompía en pedazos Dorian corrió al elevador pasando de largo a Finnian y Rafael, sin explicarles nada aun cuando ellos lo cuestionaron cuando lo vieron llorar; la imagen de lo que había pasado se repetía en su mente una y otra vez, sacudió la cabeza para alejar esa idea mientras bajaba en el ascensor tomo su teléfono y llamo a la única persona que quería escuchar en ese momento; Azriel se quedó helado en su lugar, sentía que lo había arruinado todo y quería correr tras su prometido, pero una carcajada a su lado lo hizo detenerse, Alexander se estaba divirtiendo con todo lo que pasaba.