Capítulo 5.2. Cuando un extraño se comunica con tu esposo en lugar de ti, con premoniciones...

DANYA

No podía creer que me encontrara por casualidad con esta mujer. El destino tiene sus cosas.

— Entonces subamos a mi coche, solo tiene un rasguño, y pediré a mi guardaespaldas que recoja el tuyo, — respondí. — Y si tu amado marido te escribe, yo le responderé.

— Me pregunto por qué te afecta tanto mi situación, — preguntó Ksyu. — ¿Te pasó algo similar en la vida?

Claro, no pensaba contarle toda la verdad sobre mi vida aquí y ahora, pero tampoco quería mentir. Necesitaba encontrar un equilibrio.

— Bueno, se podría decir que sí, — respondí. — En general, no soporto la injusticia. Mis amigos siempre bromeaban sobre eso, incluso en la escuela.

— Ah, entonces eres una especie de Zorro, — sonrió ella.

— Cuando dices "Zorro", no me imagino al Zorro de la película, sino a Zoro de uno de mis animes favoritos — sonreí y le abrí la puerta del asiento delantero. — Sube.

— Mi esposo también adora el anime — dijo ella mientras se sentaba en el coche.

— ¿Y qué? ¿Le da vergüenza decirlo delante de sus colegas y todo eso? — pregunté con interés mientras me sentaba al volante.

— Sí, porque cree que no es serio — asintió Ksú. — En casa se desahoga como quiere, a veces puede pasarse toda la noche viendo…

— Y también juega con la consola, ¿verdad? — comenté mientras arrancaba el coche y salía a la carretera.

— Sí, pienso que tal vez por eso no tenemos hijos, porque él mismo es como un niño — dijo ella con tristeza. — Al menos, yo no me siento protegida, como debería ser en un matrimonio. En lo material todo está bien, pero psicológicamente tengo que preocuparme por él, aunque a veces me gustaría que fuera al revés, que él pensara en mí…

— Bueno, quizá sea de los que creen que la preocupación se puede comprar — suspiré.

— Pienso que simplemente no somos compatibles — dijo Ksú. — Somos personas muy distintas, al principio había mucha atracción mutua, pero ahora siento cómo él se aleja de mí…

— ¿Entonces, quizás deberías divorciarte? — le pregunté, mirándola a los ojos.

— Sigo amándolo — dijo ella. — Y siempre espero que todo se arregle. Pero ahora que ha aparecido esta chica, no estoy segura de nada. Aunque por otro lado, no quiero entregárselo así nada más. No quiero por principio…

— Creo que deberías hacerle sentir lo que tú has sentido — dije sinceramente, pensando que sería un buen castigo para Sasha por todo.

— Pero ¿cómo? Al final se dará cuenta de que esos mensajes no eran verdaderos…

— Te ayudaré, Ksú, te lo prometo — sonreí. — Confía en mí, si haces lo que te diga, Sasha no tendrá tiempo para su amante… Estará nervioso y pensará en ti.

Realmente no dudaba que podría armar todo para que ese idiota sufriera bastante. Ya anticipaba ver toda la situación como espectador de primera fila.

— Me gustaría darle una lección, aunque no entiendo del todo tu plan — dijo pensativa. — ¿Quieres interpretar el papel de mi amante?

— Sí, algo por el estilo. Si él siente que te estás alejando y yo continúo comunicándome con él en tu lugar, eso le pondrá muy nervioso.

— De acuerdo — dijo ella. — Acepto, de todos modos, ya no tengo nada que perder. Mi matrimonio está en crisis de todos modos…

— Entonces, trato hecho — sonreí mientras llegábamos al edificio e ingresábamos al estacionamiento subterráneo.

Cuando aparqué, salí del coche y le abrí la puerta a Ksú:

— Bueno, hemos llegado.

— Gracias — dijo ella al bajar del coche —. Bueno, muéstrame dónde vives. Espero que no necesites limpiar ni planchar.

— Tengo una persona para eso, que viene una vez a la semana — le guiñé un ojo mientras caminábamos hacia el ascensor. — Solo la consola.

— Está bien — respondió ella con una sonrisa.

— Entonces vamos — asentí hacia los ascensores.

¿Quién habría pensado que un accidente de tráfico llevaría a algo así? Sin duda, esto es el destino.

Yo ya anticipaba un desarrollo de acontecimientos muy interesante…