Cap 10 El pasado se hace presente

Pasados los días, poco a poco Helena fue recuperando la conciencia,  los tres hermanos se turnaban para cuidarla.

 Marcos y Joseph se iban a la Empresa en el día y en la noche se quedaban en la sala de del hospital, Chantal llegaba en la mañana y en la tarde se quedaba Lucy la esposa de Marcos. 

Benjamín la visitaba en los horarios de visita, cuando llego la primera vez, se le rompió el corazón viéndola postrada en esa cama, sin ninguna reacción, su amada mujer yacía en esa cama y él impotente de no poder hacer algo por ella.

—Helena yo… siento mucho por lo que estás pasando, sé que en parte he sido el culpable de tu condición, te hice sufrir desde el día que nos casamos, no te valore como mujer, como esposa, como la madre de mis hijos, por eso yo también estoy pagando las consecuencias, tu no vas a morir, si hay alguien que va  a morir ese soy yo—decía el sentado cerca de ella y agarrando su mano.

—Quiero que algún día me perdones por todo, y sepas que siempre fuistes la única mujer  que yo amé, aunque no te lo demostrara.

Benjamín salió de esa habitación devastado y afuera del hospital se puso a llorar, soltó todo su dolor acumulado, luego llamó a cada uno de sus hijos para que se reunieran en la casa, había algo muy importante que decirles.

Después que le dieron de alta a Helena, Benjamín la acompaño en su recuperación, estuvo compartiendo con ella en  casa durante tres meses, ella disfrutaba de su presencia, pero Helena veía algo en él que la preocupaba, Benjamín se veía un poco demacrado, estaba más delgado y de vez en cuando le salía una tos seca como si se ahogara.

Helena notaba que él había cambiado mucho físicamente, le dio dolor verlo así, aunque se enteró de su matrimonio, ella no fue indiferente con él al contrario aceptó sus atenciones, ambos sabían que se necesitaban por eso se permitieron disfrutar del momento.

Los dos hijos mayores fueron los únicos que se portaron un poco indiferentes, después de aquella reunión donde Benjamín les contó toda la verdad  sin omitir nada, bueno solo omitió la edad de Allison del día en que la conoció, no quería que sus hijos pensarán que él estaba involucrado en violencia sexual a menores de edad. 

El día que vio a Allison, vio el reflejo de su hija en ella y hasta el momento eso es lo que ha sido Allison para él una hija, que tenía falta de cariño por no tener padres, el quiso tomar ese lugar para darle un cálido lugar donde vivir.

Pero notó el odio de sus hijos hacia ella, ellos dicen que Allison es la culpable de que sus padres no estén juntos y también la culpan de haberle trasmitido la enfermedad a Benjamín y más por el lugar de dónde ella salió.

«Estos hijos míos son tercos, he tratado de hacerlos cambiar de opinión pero no lo he logrado se me agota el tiempo y debo regresar, ya más adelante lo comprenderán» decía Benjamín en sus pensamientos.

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SEIS  AÑOS DESPUÉS

—Doctora Allison, acaba de llegar a sala de urgencia una mujer golpeada en la cabeza y en otras partes del cuerpo al parecer en una pelea— decía la enfermera

—Vamos inmediatamente— Dijo Allison después de dejar una receta en el escritorio y terminar de guardar un historia clínica en el computador.

Estaba trabajando en el área de urgencias del Hospital donde antes había hecho su residencia. Al principio no quería aceptar el trabajo porque Benjamín estaba muy decaído en las últimas  semanas, los medicamentos le estaban causando eventos adversos. 

La ultima recaída, lo debilitaron que no se podía levantar por sus propios medios y pasaba la mayor parte del tiempo encamado, por eso Allison no quiso despegarse de él en ningún momento, Benjamín le dijo que ya se estaba recuperando, además tenía una enfermera y un especialista que iba dos veces a la semana. Que ella trabajara lo hacía feliz a él, por lo que ella acepto.

Cuando ella se acerca a la camilla donde está la mujer, Allison la ve, toma los signos vitales, revisa las heridas del brazo, los hombros la espalda, cuando la repara de frente, se sorprender al reconocer su cara,

   «esa señora es mi tía Esther»

Puede que hayan pasado muchos años pero ella no olvida a las personas con las que compartió en su infancia, su tia Esther estaba moribunda después de tanto examinarle y de muchos exámenes llego a la conclusión  de que no fue una pelea. Ella fue golpeada violentamente. Allison solo pensaba que animal pudo haberle hecho eso a su tía, se le erizaba la piel con solo pensar en el cerdo de Pedro y sus aliados.

Allison pasaba cada rato por el cubículo donde estaba su tía, le inquietaba su estado de salud, y quería que ella despertara para que le contara lo que le había pasado,  a pesar de no querer traer recuerdos dolorosos de su pasado, y aunque su tía también le hizo daño, ella no era rencorosa, sabía que su tía era una víctima más. Allison comprendió que su tía se sentía amenazada con un arma por ese motivo la abandono aquel día en el Bar.

Cuando estaba revisando los líquidos suministrados, su tía abre los ojos, los vuelve a cerrar y se mueve con un profundo dolor.

—Tía como te sientes—le dice Allison cerca del oído. —Tía soy yo Allison.