Matrimonio No Consumado Libro 1

Cap 23 Mi esposo

—Doctora Allison el paciente de la UCI despertó.

—Gracias a Dios! ¡Que buena noticia Joseph ha despertado! —se emocionó ella.

—Salcedo, puedes cubrirme un momento—Se dirigió a su compañero —ya regreso.

Subiendo muy feliz en el ascensor, su cara va tornándose dudosa.

—¿Y si no me quiere ver? ¿Y si lo hago enojar y se pone mal por mi culpa? 

Llegó a la puerta de la habitación lo observó a través del vidrio, estaba sentado y hablaba con Marcos.

Allison no quiso entrar, los nervios no le dieron para llegar y hablarle, se quedó en la puerta y se conformó con solo verlo despierto y hablando. 

Se devolvió a sus actividades no se podía ausentar mucho, el turno era su responsabilidad.

—Marcos ¿cómo está Allison? — le pregunta Joseph —¿ella se encuentra bien?

—Si ella está bien! — le dice marcos —tiene unos golpes, así como los tuyos pero está bien, ahora está trabajando. —Tú como te sientes! — se le acerca Marcos a la cama. Estaba muy feliz de ver a su hermano.

—fue una semana muy angustiosa, pero no perdimos las esperanzas.

—Me duele todo, los golpes que me dieron esos desgraciados, ¿tú no sabes si los cogieron? Allison podría estar en peligro y quiso levantarse, pero Marcos no lo dejó.

—Quédate quieto hermano, la policía me dijo que solo dos de ellos están detenidos el resto murió.

—Y ¿el tal pedro? 

—También murió.

—Lo tuvo bien merecido, le hizo mucho daño a Allison.

—Marcos no te imaginas todo lo que ella ha sufrido, nos equivocamos con ella, ¡yo me equivoque! — Sollozó. Tenía dolor, pero su dolor salió del alma, la mujer que él ahora ama había sido tratada injustamente.

—tranquilízate, Joseph! Le habla marcos con carácter. —si quieres remediar tu error primero deber reponerte así no puedes hacer nada. Vamos hermano ya deja de llorar y se abrazan.

—Tienes razón debo recuperarme, quiero verla, ¿por qué no ha venido?.

—Quizás se quede esta noche! toda la semana ella te acompaño de noche, mientras yo venía en el día. 

Ya eran las 6 de la tarde Marcos debía regresar a la mansión.

—Bueno nos vemos mañana, esperemos a que los médicos te den de alta, para que puedas salir de aquí. Se despidió y marcos se fue.

Joseph miro el mueble donde su hermano le dijo que Allison dormía, y se la imaginaba durmiendo ahí. Con su cara de ángel  y esa boquita provocativa que lo tienta a besarla, en la posición que la imaginó lo hizo gemir, estaba despertando sus bajos instintos y ese no era el lugar ni el momento apropiado para satisfacer sus necesidades.

Veía su reloj ocho de la noche, al rato lo volvió a ver diez de la noche y escuchó unos paso, se alegró porque pensó que era Allison, era una enfermera que vino a ponerle medicamento, pasaron las once de la noche, se dejó vencer por el sueño y quedó dormido.

Allison estaba en su casa, se sentía muy agotada después de una semana extenuante, Joseph despertó, pero ella no quiso verlo por miedo, y decidió no verlo más, era mejor así. 

Ella en lo poco que lo conoció sabía cómo era su carácter y no quería causarle más problemas. 

Mientras estuviera en el hospital no asomaría su cabeza por aya asi se estuviera muriendo de las ganas por verlo. 

Esa noche pudo dormir en su cama, relajada plácidamente, durante las noches que se quedaba en el hospital tuvo falta de sueño.

En la mañana siguiente marcos llega temprano

—¿Hermano como estas? ¿Te encuentras mejor?

—¡Marcos! Allison no vino anoche!

—Quizás porque ya sabe que despertaste y dirá que ya no es necesario quedarse aquí.

—Puedes decirle que llegue, necesito verla! necesito saber que se encuentra bien!

—Está bien si la veo más tarde le digo!. Respondió a la insistencia de su hermano.

Las veces que se encontró con Allison ella estaba muy ocupada atendiendo pacientes otras veces Allison se le escondía a Marcos. Quería alejarse de ellos y determinó que era mejor así.

Después de tres días le dieron de alta a Joseph, marcos lo ayuda a vestirse.

—No vino ni un día— dijo decepcionado y con tristeza en su voz, —ni siquiera me vino a dar las gracias por haberla salvado, pero ¿que se ha creído esa mujer? ¿Cree que yo soy quien la va a buscar ella? pues no. Ella es la que debe venir a mí y lo hará muy pronto, se la voy a poner difícil.

—Vamos Joseph súbete a la silla de rueda nos vamos a casa!

 

Han pasado quince día desde que Joseph salió del hospital, poco a poco se fue recuperando, se sentía completamente bien, Marcos se quedó con él, hasta su completa recuperación pero ya debía volver había dejado muchos asuntos pendientes en la empresa y debía regresar.

—tu vuelo sale esta tarde! le das un beso a mi madre de mi parte y dile que la extraño mucho. —Marcos ni se te ocurra decirle nada a mama sobre esto!

—No hermano no puedo darle semejante noticia, si yo estaba preocupado imagínate ella, no te preocupes ella no sabe nada, solo lo sabe Lucy y Chantal.

Marcos sale con su maleta, le dice a Joseph que se cuide y que espera verlo muy pronto en Madrid. él se lo quería llevar, pero Joseph insistió que hay algo que debe resolver y después se iría.

 

 

Allison se levantó temprano en la mañana, era un hermoso día un sol radiante y una brisa fresca, ella planificaba lo que iba hacer en los siguientes días, pidió las vacaciones  y quería salir a tomar el sol en algún lugar de la ciudad, a relajarse, y distraer su mente después de tantas cosas que sucedieron hace más de quince días.

Alguien toca la puerta, sorprendida se acerca a la puerta.

—Buenos días señora Allison soy el abogado del señor Joseph Colunga!.

—¡ahí no! dice ella llevando su mano a la boca —ya llegó la demanda!

—Señora puedo pasar? necesitó mostrarle algo

—por favor— lo hace seguir —tome asiento.



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En el texto hay: romance, millonario, amor prohido

Editado: 17.11.2023

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