Matrimonio No Consumado Libro 1

Cap 27 Junta de accionistas

Después de siete meses de convivencia marital Allison y Joseph se preparaban para la reunión mas importante de la Empresa, allí se define el futuro del imperio Colunga.

Joseph en otra  ocasión quizás estuviera asustado e inquieto, pero hoy estaba seguro de su amor por Allison, ya no tenia ese apego a los bienes materiales, su vida tuvo un cambio radical, se volvió más afectivo, más de hogar, y con la llegada de ese bebé que viene en camino, terminaría de completar su felicidad. 

Allison siguió trabajando en el hospital, dos veces la llamaron a dar declaraciones sobre lo sucedido con Pedro, aunque él estaba muerto, el bar seguía funcionando con dinero ilegal, explotación infantil y drogas por doquier.

Por lo que, en una redada policiaca gracias a su tía Esther, que dio información importante, pudieron detener a los delincuentes, llevarlos a la cárcel y cerrar el bar. Fue un gran alivio para ella, por fin sus padres descansarían en paz y todas aquellas personas a las que les hicieron daño.

—Cariño, estas segura de lo que quieres hacer? —  le pregunta él acercándose al jardín donde ella esta sentada tomando una limonada. Lleva puesto un vestido de tiritas holgado al cuerpo,  el embarazo la sofocaba dentro de la mansión por lo que pasaba mas tiempo afuera refrescándose con el viento solano que venia del mar.

—Amor! Estoy más que segura, esta mansión ha sido mi hogar por muchos años y se que también será el hogar de muchos niños de la calle que son explotados, ultrajados, abusados laboral, sexual y físicamente. 

Aunque vivieron los seis meses en la Mansión siguiendo las instrucciones del testamento de Benjamín, ellos decidieron ceder la Mansión a las monjitas de la caridad, para socorrer a los niños huérfanos.

La idea fue de Allison, cuando ella pensaba en su pasado se horrorizaba imaginando que otros niños estuvieron en su misma situación. Ya tenían todo listo para dejar la Mansión, las maletas armadas, los tiquetes comprados.

Hablaron con el personal del servicio, agradeciéndoles por todos estos años trabajados y se les dijo que se podían quedar, dejándolo anotado en el contrato que Joseph firmó para ceder la Mansión.

Los dos jardineros decidieron quedarse para seguir cuidando el jardín, Margarita se quiso ir con Allison para ayudarla cuando naciera el bebé, Katia se fue para su pueblo y las otras empleadas decidieron quedarse a trabajar para las monjitas. Joseph les pagó a todos su liquidación por todos los años trabajados. 

Allison donó su  taller de pintura, para que los niños aprendan a dibujar. En sus ratos libres, había pintado varios cuadros, dejó uno en la pared de la gran sala, los otros los empacó junto a sus maletas. Ella le había prometido un cuadro a Marcos y ahí lo llevaba.

Era hora de marcharse, la nostalgia le erizo la piel, su casa, su hogar, su tierra, quedarían atrás, y viviría en un nuevo país con su esposo y su hijo.

Ella de pequeña fue una mujer fuerte, tuvo que madurar a temprana edad, y vivió los sinsabores de la vida, pero también había perdido la esperanza de poder ser feliz al lado de las personas que amaba, por eso al principio todo le parecía un sueño, algo irreal que Joseph la persona que tanto la odiaba y la insultaba, ahora era un hombre atento, cariñoso, comprensible, amoroso. 

—«que me hiciste cariño, para quererte tanto»— le reclamaba él.

El vuelo a Madrid duro el tiempo acordado, después de estar sentada 12 horas hizo que se le durmieran los pies a Allison, antes de bajarse Joseph le dio un pequeño masaje mientras que Margarita se encargaba de asegurar las maletas.

Eran las 3 de la mañana, cuando arribaron Madrid, Marcos llegó a recogerlos para llevarlos a casa de Helena, el apartamento de Joseph, estaba arrendado y por todas las ocupaciones que tenía no tuvo tiempo de mandar a desocuparlo. Después de saludarse y subir todas las maletas al auto, salen en dirección a la casa de Helena.

—cuñada, que hermosa te vez!— le dice Marcos mirándola por el retrovisor del auto.

—Gracias Marcos— responde ella con una  sonrisa y llevándose las manos a su gran panza.

—y tu! Estas bien raro— dice dirigiéndose a Joseph que va lado de él. —a ti te cambiaron, no eres el hermano que conozco.

—a ver Marcos, ¿quien crees que soy?— le pregunta el intrigado.

—Bueno, que en otros tiempos me dijeras: no me lleves a casa de mamá!.., mejor vamos a celebrar en algún club— dijo con tanta gracia, que todos rieron a carcajadas.

Llegaron a casa. Helena los estaba esperando con los brazos abiertos, hubieron muchos besos y abrazos, Chantal también estaba presente y saludó a Allison con emoción, ellas tenían rato que no se veían, solo hablaban telefónicamente.

—les presento a Margarita, la nana de Benyi. Así se va a llamar su hijo en honor a Benjamín.

—bienvenida margarita, la saludan de  besos y se van adentrando a la casa.

—Allison que barriga tan grande, Parece que tuvieras gemelos!— le dice Chantal tocando la panza, y abrazándola, —ven debes estar agotada por el viaje, te llevo a la habitación de mi hermano— las dos suben hablando de todo un poco, hasta que Allison cae rendida en la cama.

Después una semana de haber llegado a casa de su madre, Joseph estaba listo para la reunión de la junta, se había vestido formalmente con camisa y corbata, Allison llevaba un vestido blanco, no tan ancho, que le hacía lucir su barriga, se dejó el cabello suelto y uso un maquillaje de glamour que le hizo su cuñada. 

Chantal vestía un pantalón café ejecutivo, una blusa mostaza escotada, cabello suelto, tacones, gafas de sol y un maquillaje estupendo.

—¡Primero muerta que Sencilla!— dijo con determinación, mirando a Allison y a Helena que ya estaban listas.

En la Empresa se encontraron con Marcos que llegaba con su esposa Lucy quien se acercó  a saludar a Allison, después saludó a Helena y a Chantal.



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En el texto hay: romance, millonario, amor prohido

Editado: 17.11.2023

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