Matrimonio por Conveniencia. Herencia Belucci.

2. Los nietos Belucci

Los nietos Belucci son tres inquietos jóvenes. Amigos inseparables y complices en travesuras y juegos infantiles.

Mientras crecian eran los tres niños contra el mundo, eran solidarios, leales y muy protectores el uno con el otro.

Siempre se metían en problemas pero salian airosos de ellos, eso sí siempre juntos y unidos. 

Parecían trillizos no primos. 

Por los rangos de edades casi iguales y con rasgos físicos similares, se creían trillizos, los niños eran muy parecidos para dar pie a tal confusión. 

Y así se creían los chicos los trillizos Belucci, siempre unidos, siempre leales, siempre juntos como hermanos.

La adolescencia trajo duros cambios y la amistad se se rompió. 

No se puede culpar a nadie solamente los cambios físicos y hormonales y psicológicos de los chicos, cambios que los separó talvez para siempre, su amistad y complicidad llegó a su fin de forma abrupta y brusca. 

El abuelo siempre miró aquella amistad y complicidad como una manera, una forma de mantener la próxima generación unida y salvar la fortuna Belucci.

Hasta llegó a pensar que podían heredar los tres chicos y trabajar juntos y así sacar adelante el Emporio Belucci. 

Hasta que paso lo del accidente y nunca tomó en cuenta la influencia de las madres en los chicos.

Después del accidente de Fabricio, donde perdió sus padres, el espero semanas a sus amigos inseparables, a sus primos a sus hermanos, pero estos nunca aparecieron.

Fueron tres meses de internamiento y soledad donde su unica visita eran los abuelos. 

Sus grandes amigos sus hermanos y compañeros de juegos, solo daban excusas, estamos muy ocupados, hay mucha tarea, son los exámenes.

Al último mes se canso de preguntar por ellos y de esperarlos, así que hizo eso, no lo espero más y los saco de su vida.

Al regresar a la mansión luego de tanto tiempo de internamiento y soledad y de duras terapias de recuperacion.

Sus primos y sus tios lo recibieron con abrazos, besos, regalos, globos de bienvenida hasta hicieron que el personal de cosina preparara un pastel.

Lo recibieron como si nada hubiera pasado de lo más normal del mundo, el joven Fabricio recibió la bienvenida de sus primos y tios de inmediato se alejo de ellos. 

El, a su corta edad ya no está preparado para juegos de hipocrecia y de conveniencia.

Los niños y los juegos habían quedado atrás y aquellos momentos de inocencia no volverian más.

Fabricio extrañaba mucho sus padres. Le pidio a sus abuelos que lo llevaran al cementerio y ahi frente a las dos tumbas lloro durante unas horas.

Su abuela sostenia su mano, demostrandole apoyo y dandole seguiridad que tanto necesitaba en aquellos momentos, pues eran los unicos que estaban con el en tan duros momentos, sus abuelos.    

Aun en la mansión vivían los esposos de las hermanas de don Piero Belucci, sus tios - abuelos, eran dos hombres mayores ya, sus aliados, confidentes. 

La relación con sus tios - abuelos floreció después del accidente pues ellos entendían de perdidas y no era de su importancia la herencia ya que ellos no podían heredar, pues eran familia política.

Siempre contaba con ellos para un consejo o en busca de guía, eran ellos y los abuelos. 

Fabricio siguio siendo un exelente estudiante de notas sobresalientes y siempre muy apreciado por las instituciones y por los profesores donde estudiaba siendo asi un gran joven de altos ideales civicos y morales.

El bello y cariñoso niño se había convertido en un adolescente retraido en si mismo, poco sociable de trató desagradable frente a muchos, engreído y egocéntrico. 

Empezó a ver la velocidad como una forma de mitigar y escapar del dolor. 

Dolor de haber perdido a sus padres y a sus mejores amigos a la vez. Su tios tenian un comportamiento extraño que el muchacho no lograba entender. 

Era odio, envidia, celos, el chico aquel no entendia como se suponia la gente que lo debia de proteger y amar como de un momento a otro estaban contra él. 

Ya han pasado dieciochos años desde el horrible accidente. Fabricio es un guapo joven de veitinueve años más egocéntrico, mas engreído y poco sociable, el trato desagradable hacia los demás no había cambiado mucho. 

Pero si es un joven muy muy guapo, alto, delgado de cabellos castaños un toque largos y desordenados, de ojos verdes como esmeraldas. 

Le gusta el gimnasio pero no exajera y ahora su verdadera pasión es la velocidad. Ya que tiene la facilidades para conseguir los vehículos más rápidos. 

Fabricio iba a la Universidad de Turin por las mañanas. 

Estudiaba Administracion y Finanzas, Economia la llevaba como una carrera alterna. 

Además era obligatorio llevar un idioma alternativo y Fabricio había escogido ingles, sin envargo era un chico muy inteligente y los idiomas le apacionaban casi como la velocidad puesto que hablaba frances, español y alemán, los hablaba escribía y entendía de manera fluida también incursionando en el mandarin ya que tenian futuros planes de expansión.  

Por las tardes atendía la administración del Emporio y aprendía de la sabiduría de su abuelo. 

Hombre mayor de setenta y ocho años y con deseos de retirarse para eso debía considerar quien tomaría su lugar en la Familia y en el Emporio. 

También ayudaba sus tios-abuelos con las otras áreas de la empresa como marketing, adquisicionnes, distribución, ventas. 

Estos tambien eran señores mayores no tanto como el abuelo. 

El joven Bruno se convirtió en un musculoso y atractivo chico piel canela y ojos y cabello oscuros. Muy elegante y atractivo. 

Muy consiente de ello, lo usaba para cazar y engañar niñas ingenuas. Niñas ricas e ingenuas que creían en las melosas frases que el ya sabía decir.

Cuando lograba cazar su presa le quitaban que podía ( joyas, dinero, autos ) regalos le solia llamar se aburria y pasaba a la siguiente. 

El joven Bruno quien aprendió las malas costumbres de su madre a corta edad. 




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