Matthew

Prólogo.

Marzo 26, 2018.


 


 

¡Mamá! — grite desesperadamente intentando alcanzarla.


 

— ¡Corre Noah, sálvate tu! — dijo mi madre entre sollozos.


 

— ¡No te dejare!


 

Me abrí paso entre el fuego y tomé la mano de la persona que me dio la vida.


 

Regresando por el mismo camino y apunto de salir del lugar en llamas. Un objeto cayó del techo avivando más el fuego, dándome de lleno en la mitad del cuerpo.


 

— ¡Ah! — un grito de ardor salió de mi garganta.


 

Jale a mi madre con el brazo sano hacia la salida. Faltando un metro para salir, un pedazo del techo volvió a caer y mi madre me empujó hacia la entrada de lo que era la casa.


 

Partes de mi aún seguían en llamas y eso me estaba desgarrando. Más no el ver a mi mamá encerrada entre las llamas.


 

— Estarás bien, hija mía. Caleb cuidara de ti — dijo segura.


 

Unas sirenas más sonaron muy cerca. Los bomberos ya habían llegado.


 

Sin embargo fue muy tarde.


 

La voz de mi madre ya se había apagado y comencé a llorar aún más.


 

Un grupo de bomberos corrieron a auxiliarme a apagar mi ropa.


 

Lo siguiente pasó muy rápido.


 

Las ambulancias llegaron junto con policías.


 

Me recostaron en una camilla, dando una expresión de dolor por mi parte, debido al daño que me habían provocado las llamas.


 

Voces a mi alrededor. Entre bomberos, policías, paramédicos y vecinos observando lo que pasaba.


 

Cerré mis ojos. Ya no podía, era mucho el dolor que sentía tanto física como emocionalmente.


 

Había perdido a mi madre y tenía fe en sus palabras.


 

Caleb cuidaría de mi, y estaría bien, pensé que todo lo estaría.


 

Sin embargo me equivoqué.


 




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