Matthew

10


 

Son pasadas cinco de la tarde y escucho el teléfono del penthouse sonar. Extrañada descuelgo y es la voz de Dean la que habla.


 

— ¿Noah?


 


 

— ¿Qué pasó? ¿Ya llegó?


 

— Si te refieres al Señor Wiles, no. No, no llego él, llegaron dos chicas.


 


 

— ¡Ah! Diles que suban.


 


 

Cuelgo la llamada y espero a las chicas quienes a los pocos minutos se encuentran tocan en la puerta.


 


 

— ¡Hola! — saluda alegremente Becky cuando les abro la puerta.


 


 

— Hola, pasen — me hago hacia un lado para dejarlas pasar y cierro la enorme y pesada puerta.


 


 

— Vamos a arreglarnos para la salida de hoy — dice Danny mientras nos toma de la muñeca a Becky y a mi para caminar escaleras arriba.


 


 

Después de llegar a la habitación veo que ambas vienen con una maleta en sus brazos. Seguro es ropa y maquillaje.


 


 

— Pero ¿ustedes saben a dónde vamos? — les pregunto.


 


 

— Algo así. No me dijo a dónde vamos, pero si me dijo como debemos de ir — aclara Becky.


 


 

No muy segura de lo que dijo observo lo que traen en las maletas. Ropa oscura y provocativa.


 


 

Una a una nos vamos duchando. Primero entra Becky, después Danny y al final yo.


 


 

— Noah, tu baño esta increíble, podrías hacer una fiesta allá adentro — dice Danny maravillada.


 


 

— Lo se, es demasiado.


 

— ¿Qué hay al fondo de él? — pregunta Becky.


 


 

— Una tina y un jacuzzi. La verdad es que no se como le cabe tanto. Es literalmente del tamaño de una habitación normal — contesto.


 


 

Comenzamos a maquillarnos las tres al mismo tiempo.


 


 

Recojo mi cabello en media coleta para no mancharlo de maquillaje y comienzo. Coloco un poco de base, corrector. Peino mis cejas y pongo máscara a mis pestañas.


 


 

Suelto mi cabello y Becky comienza a pasar por el un cepillo con calor para alisarlo un poco.


 


 

Voy a mi armario y busco algo parecido a lo de las chicas, pero más mi estilo. De la cajonera saco un pantalón entallado de piel y descuelgo una blusa sin mangas y cuello medio de tortuga color verde militar. Todo lo compré aquel día que fuimos a renovar mi guardarropa.


 


 

Ya cambiada salgo con los zapatos en manos y veo que Becky y Danny ya están listas.


 


 

Danny lleva puesta una falda corta y de tubo color vino, junto con una blusa sin mangas color negra. De zapatos leva unos tacones de aguja del mismo color.


 


 

Becky por su lado lleva de igual manera una falda, pero de color negro y una camisa entallada color morado, y de zapatos lleva unos tacones de plataforma negra.


 


 

Me siento en mi cama y termino de colocarme mis botines con tacón y algo de plataforma. Me gustan porque me dan altura; el tacón es grueso y es muy cómodo. Me da seguridad.


 


 

— Ya están abajo los chicos — anuncia Becky bueno el celular.


 


 

Salimos y cierro el penthouse con llave. Bajamos por elevador y al salir Dean me sonríe.


 


 

— Cuídense chicas — nos dice a todas.


 

Salimos del edificio y nos encontramos con el auto de uno de los chicos.


 


 

— Pero que preciosura de amigas tengo — dice Jordan al vernos salir.


 


 

Peter y Flynn se voltean a nosotras y se acercan.


 


 

Jordan lleva puesto una camisa de botones y un pantalón negro junto con unos tenis Nike con blanco. Flynn una amiga cualquiera y una chaqueta de cuero con pantalón de mezclilla; y finalmente Peter, él lleva una camisa guinda cualquiera, con una chaqueta también de cuero negra y pantalón de mezclilla.


 


 

— ¿Ya están listas? — pregunta Flynn a lo que todas asentimos.


 


 

— Tenemos que ver cómo nos vamos a ir — dice Jordan observando del auto a nosotros — son cinco asientos y nosotros somos seis.


 

 

Nueve minutos después finalmente nos acomodamos en el auto. Peter va de conductor, Jordan a su lado en el copiloto, luego van Becky, Danny y Flynn en la parte de los asientos traseros y ¿yo? Yo voy sentada sobre las piernas de Flynn.


 


 

— Me estás aplastando con tu brazos — se queja Becky quien va a lado de Flynn.


 


 

— Perdón, pero esta niña no quiere que la toque — se defiende.


 


 

Y es verdad, ya con ir sentada reina de él es suficiente para mi.


 


 

El auto frena inesperadamente, haciéndome colocar las manos en la cabecera del asiento del copiloto para no darme contra el.


 


 

— Entiéndeme, es por tu seguridad — Flynn rodea sus brazos al rededor de mi cintura con la intención de "sostenerme" si el auto vuelve a frenar así.


 


 

Peter toma la avenida y veo que se dirige al Golden Gate. Varios minutos después está estacionándose junto a otros carros.


 


 

Todo está lleno y oscuro. Me da una muy mala pinta.


 

Comenzamos a caminar entre la gente. Las mujeres visten ropas minúsculas y que no dejan nada a la imaginación. Los hombres por si parte van igual que nuestros chicos. Camisas casuales y chaquetas con pantalones de mezclilla.


 


 

— ¿Qué es este lugar? — pregunta Becky hacia su hermano.




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