La semana avanza rápido. Cuando menos me doy cuenta es jueves. Solo falta un día.
Cierro mi casillero y me volteo a mis amigas para escuchar de qué están hablando.
— ¿Han hablado con alguno de los chicos? — Pregunta Becky.
— Si, Peter me marcó el lunes después de que los ignoramos — contesta Danny.
— A mi también, después me hablo Jordan intentando disculparse y Flynn estuvo siguiéndome ayer — les comento.
— ¿Hablaste con tu hermano? — pregunta Danny a Becky.
— Algo así. No quería escucharlo y a él simplemente no le importó, estuvo y está todavía detrás de mi en la casa. No me deja sola.
— ¿Y qué piensas hacer?
— No lo se — voltea a verme — es tan complicado porque es mi hermano, pero no se que rayos pensó al llevarme a mi y a mis amigas a un lugar como ese.
— ¿Qué te dijo tu hermano? — pregunto hacia Danny.
— Fue raro — confiesa — pensé que me iba a empezar a reprochar por estar en un lugar así pero, me dijo que sabía que no fue mi culpa. Esta que los quiere matar.
— Yo también — concuerdo recordando la plática que tuve con sus hermano hace unos días.
Suena el timbre y Danny y yo nos separamos de Becky para ir a la clase de Química General.
Tomamos asiento en en las mesas de atrás pegadas a la ventana. No pasan ni tres minutos cuando el maestro entra cerrando la puerta, dando señal de que la clase ya empezó.
— Bien muchachos, hoy en la clase veremos lo que fue una gran científica de nombre Marie Curie — comienza explicando — Marie Curie dedico su vida al estudio de la radioactividad, en el año de 1911 le fue entregado el premio Nobel de Química... — en ese instante dejé de escuchar.
En las canchas internas del campus localicé al equipo de Lacrosse entrenando. Entre todos los del equipo una silueta a lo lejos se me hace familiar.
Volteo a ver otra vez al profesor y conecto mirada con él.
— Señorita Silver, ya que usted ha estado prestando atención a la clase. Podría por favor decirme por qué trabajos Curie fue conocida — me pregunta el maestro levantando ambas cejas y bajando sus lentes.
Suelto un suspiro ante semejante pregunta. Realmente es una broma que le haya preguntado eso a a quien se propuso ser la siguiente Marie Curie.
— Fue conocida por sus estudios en la Radioactividad y el descubrimiento de dos elementos; específicamente el Radio y el Polonio — contesto.
— ¿Y qué premios Nobel le fueron entregados entre 1903 y 1911?
— En 1903 se le otorgó el premio Nobel de la física junto a su esposo Henri Becquerel por los extraordinarios servicios que ella dio durante la investigación sobre los fenómenos de la radiación descubiertas por Becquerel — tomó un respiro — y en el año de 1911 le dieron el premio Nobel de Química por de igual manera dar servicio en el descubrimiento del Radio, el aislamiento completo de este y descubrí el Polonio — respondo.
Al instante en el que el maestro está por hacer otra pregunta, suena la campana y todos comenzamos a guardar las cosas.
— Le dejaste la boca cerrada al maestro con tus respuestas a sus preguntas — dice una Danny emocionada mientras caminamos por el pasillo hacia la cafetería.
— ¿Por qué? — contesto divertida.
— Porque cuando estaba hablando miso quería mencionó esos datos — respondió con obviedad.
— ¿Enserio? Ni siquiera estaba prestando atención — frunzo el ceño mientras abrimos las puertas y caminamos directo a recoger la comida.
— Se notaba — voltea ligeramente hacia mi — te vi muy entretenida viendo a nuestro equipo de Lacrosse entrenando — me da una mirada cómplice.
— Se nota que son buenos — es lo único que contesto.
— ¡Oh por Dios! — suelta un chillido emocionada — tu di nombre o descripción y yo te ayudo — sube y baja sus cejas repetidas veces.
Largo una carcajada.
— Danny por Dios, no. ¿En qué rayos estás pensando? — tomamos las bandeja y agradezco a la cocinera.
Volvemos a caminar por la cafetería en busca de Becky. La veo a lo lejos y animo a Danny a caminar hacia ella. Dejamos las bandejas y tomamos asiento.
Saludamos a Becky y cuando ella estaba por hablar nos vimos interrumpidas por tres voces varoniles.
— Chicas — identifico la voz de Jordan a mis espaldas.
De la nada, la mesa se llena a como estábamos hace una semana. Los chicos toman asiento intercalándose entre Danny, Becky y yo.
Observo cómo la primera mencionada rueda los ojos y olímpicamente ignorándolos continúa con nuestra conversación.
— ¿Entonces? — me pregunta con una gran sonrisa en su rostro.
— ¿Qué pasó? ¿De que me perdí? — Dice Becky. Pero a juzgar por su sonrisa, creo que ya tiene una idea de lo que hablamos.
— Noah se perdió en la clase de Química por estarle echando un ojo a los jugadores de Lacrosse — responde Danny.
— ¿Quién le echo un ojo a quien? — se agrega un cuarto varón a la mesa.
Editado: 28.10.2020