Todos nos estábamos apuntando entre todos.
El arma de Ian apuntaba a Adeus, la de Adeus a Becky, Becky hacia Peter, Peter hacia Jordan, Jordan a Antonio, Antonio tenía el arma sobre Malcom, él sobre Matthew, Matthew y Marcus sobre Hank y Hank me apuntaba a mi, al igual que yo a él.
—No se qué está pasando aquí, pero sea lo que sea que quieran, no lo conseguirán — hablo tranquilo Halstead.
—Danos el segundo diario y nadie saldrá herido — contestó serio Matthew.
—No les sirve, no tienen el primero ni el tercero— nos miró burlón — ¿se dan cuenta de lo que acaban de hacer? Se delataron a sí mismos — soltó una carcajada y fue callado por el sonido de un disparo.
El cuerpo de Jordan cayó de golpe al suelo.
—¡¿Peter qué hiciste?! — se escuchó el desesperado grito de Becky.
—Yo... no... — dejó caer el arma al suelo y cayó el también hacia atrás en shock por lo que había hecho.
Regresé mi vista hacia Hank el también se encontraba igual de sorprendido que nosotros.
—Me parece increíble como son capaces de asesinar hasta a su propio mejor amigo por unos estúpidos diarios.
—Al menos ninguno de nosotros utilizó a su familia como rata de laboratorio — solté con asco.
—Lo hice por tu bien — su expresión se tornó seria.
—¿Por mi bien? ¿O por tu conveniencia? — fruncí el ceño.
—Todos bajen la armas, podemos arreglar esto de otra manera.
—Lo siento, Hank... ya no hay vuelta atrás — negué con la cabeza.
—Noah esto es inútil, no tienen los diarios completos ¿para qué los quieren?
—Para evitar más catástrofes y guerras, sabemos lo que quieren hacer con ellos juntos... no permitiré que el mundo se vea destruido por más sed de poder.
—Y aunque no lo creas nosotros queremos lo mismo. Miles de gentes y empresas lo están buscando en secreto para adueñarse del mundo. Las respuestas a todos los misterios, las investigaciones más importantes, todo eso se encuentra ahí y no puede caer en las manos equivocadas.
Eso mismo decía en el primer diario.
—Llevamos años buscándolos para poder remendar errores que comentamos — continuó —... escúchame, Noah, se que te enteraste de muchas cosas, se que piensas que te utilice para esto, pero gracias a eso eres más fuerte, más resistente, el que tú hayas sido la indicada para encontrarlos fue mera casualidad, porque con el doctor Coleman vimos el potencial que tu y Matthew tienen.
—Hank, lo que hiciste ya pasó, aunque intentes cambiarlo con palabras no funcionará, se aprovecharon de que ambos éramos unos niños... nos borraron la memoria y nos alejaron de ustedes, cuando más los necesitábamos. Y lamento decirte que, su "fórmula nunca falla" falló, porque estamos comenzado a recordar todo lo que nos hicieron.
Y no era mentira, la noche anterior a esta había hablado con Matt sobre esto, estudié todo lo que pude en la camioneta y dormí hasta tarde para llegar a la conclusión de que el efecto de la sustancia se pierde al pasar los 21 años de edad, pues es cuando el cuerpo y la mente terminan de desarrollarse. Matthew había estado recordando cosas y lo que soñaba...
Nos dimos cuenta de que era eso.
Todo encajaba, no recordaba a Hank aún que sabía que tenía fotos con él. Matthew no recordaba parte de su infancia, más que cuando su padre se fue.
Recordé la promesa que Caleb me hizo jurar, el saber quiénes éramos.
No es tarea fácil, aunque toda mi vida he vivido rodeada de mentiras, de maltratos... eso no quita que esto no nos afecte. Toda nuestra vida fue un plan, un plan Perfecto, ambos nacimos de un proyecto, el original Proyecto Matthew. Y ahora tendremos que continuar con esto.
Bajé un segundo el arma y le disparé a Hank en la pierna.
—¡Maldición!
Se aprovechó que todos estaban distraídos por lo reciente y Dean corrió hacia las cosas de Halstead. No fue difícil encontrarlo.
Me lo lanzo y lo caché en el aire. Saqué de mi mochila el diario que encontré en San Francisco, el de Hank que ahora tenía en mis manos, el que Caleb le robó a Adeus y el que acabábamos de descubrir.
—Boom — sonreí divertida y miré a Matt.
Me dio una mirada rápida con una pequeña sonrisa y volviendo a guardar todos juntos en el bolso corrimos hacia las camionetas.
—Kelton nos está esperando en la frontera. Tenemos que regresar a nuestro origen antes que ellos para poder quedarnos bajo mando — hablo mi novio a través de la radio que tenían en la otra camioneta.
Sentía culpa. Me era inevitable, muchas cosas pasaron en estos últimos minutos y en la a últimas horas.
Seguía en shock. Había visto a Caleb suicidarse, a Peter dispararle a su mejor amigo, habíamos encontrado los Diarios, Hank admitió muchas cosas sobre nosotros y Matthew y yo estamos un paso las cerca de descubrir quienes somos y el verdadero propósito de nuestra existencia.
• • •
—Te debo una grande, viejo — Matt saludó a su patrocinador.
Editado: 28.10.2020