Narra Atenea
Cuando salgo de la fiesta con emociones que no puedo explicar después de haber bailado con él, pero tengo una sensación de que él será importante en mi vida, no me di cuenta de que el padre de Eve estaba estacionado frente a mi casa. Entonces me despido de ellos, por supuesto, el señor Adriano me dice buenas noches. Pero también me dice algo por lo cual le agradezco su preocupación, al saber la difícil situación que estoy viviendo con el novio de mi madre.
Le sonrío y luego me bajo del coche, entro en mi casa y ahí veo a mi madre y su novio viendo la televisión. Al verme, mi madre enseguida comienza a hacerme preguntas. Le respondo que estaba con Eve y luego me marcho a mi habitación.
Tan pronto como entro cerro con seguro la puerta y me pongo mi pijama y luego me acuesto en mi cama. Por un momento, me quedo pensando en Massimo, preguntándome si hubiera debido besarlo en la fiesta solo para saber cómo se hubiera sentido sus labios sobre los míos . Hasta que comienzo a bostezar, acto seguido me dejo caer en un profundo sueño.
Han pasado dos días desde la fiesta en la que estuve disfrutando los últimos días con mis amigos, e incluso me he estado quedando a dormir en la casa de Eve.
En este preciso instante estoy acabando de desayunar, ya que me desperté un poco temprano para prepararme y así evitar encontrarme con el novio de mi madre.
Después de haber desayunado, dejo todo limpio, agarro mi mochila y me marcho de mi casa. Al salir, comienzo a caminar hacia la universidad.
En cuanto entro a la universidad y veo a Massimo, enseguida siento miles de mariposas en mi estómago y no tengo explicación para lo que me sucede.
Respiro profundamente después comienzo a caminar en cuanto paso por su lado al verme me saluda con una gran sonrisa preguntándome que si soy la nueva alumna de la universidad
—Soy la nueva alumna y no me imaginaba que estudiaras en esta universidad, de pronto su amigo le dice que deben entrar en la clase o el profesor no los va a dejar entrar.Así que se marcha.
Pero antes, comienza a decirme:
¡Bienvenida a la universidad! Si necesitas ayuda con tus materias o algo, avísame. Estaré encantado de ayudarte en lo que necesites. —Se va con sus amigos, así que comienzo a caminar hacia el aula de diseño arquitectónico. Nada más entrar, veo a mi amiga hablando con un chico, así que me siento en un asiento libre y estamos a la espera de que llegue el profesor.
Imaginando que sería joven y guapo, pero en realidad es un hombre muy atractivo al que todas las alumnas nos quedamos embobadas.
Se presenta como Adonis Rizzo, con una mirada seria y unos ojos penetrantes, cada vez que comienza a pasar lista. Cada vez que me mira, siento que no aparta su mirada de mí.
Después comienza a darnos la clase que me aparece muy interesante de verdad cada explicación que dan los cuales entiendo perfectamente incluso nos enseñan una manera sencilla de hacer plano de una casa mientras me quedo mirandole sin embargo no me estoy comienzando de él porque es un poco inapropiado
Después comienza a darnos la clase, que me parece muy interesante de verdad. Cada explicación que da la entiendo perfectamente, incluso nos enseña una forma sencilla de hacer un plano de una casa. Mientras tanto, me quedo mirándolo, quizás un poco embobada, a diferencia de cuando conocí a Massimo. Sin embargo, no estoy empezando a sentir algo por él porque es un poco inapropiado. Cuando me explica, puedo oler su rico perfume, pero estoy tan distraída.
Hasta que me doy cuenta, me está hablando y al ver que no le presto atención rápidamente le pido perdón. Luego sigue explicándome, esta vez prestando atención.
Después de haberme explicado, nos mandan unas tareas y unos minutos después suena el timbre. Entonces, el profesor Adonis me dice que quiere hablar conmigo acerca de algo mientras mis compañeros se van del aula.
Así que me comienza a decirme
— pude fijar que estabas distraída por algo o ¿ estabas distraída por mi? —Mientras tanto, intento concentrarme en lo que me acaba de preguntar, algo que me resulta imposible teniéndolo tan cerca de mí. Su cercanía provoca sacudidas en mi estómago e incluso llego a imaginar cosas que nunca había creado en mi mente. Trago la saliva me fijo sus dedos rozan suavemente mi barbilla, en ese momento siento una ola de calor recorrer todo mi cuerpo hasta estremecerme con su tacto. No sé si es la forma en que me mira, esa que algún día terminará por hechizarme, sobre todo siendo tan guapo. Lo sé, voy a perder el control. Demonios, ¿qué me está pasando? No debo pensar en mi profesor.
Recupero mi compostura diciéndole que no debería tocarme de esa manera, y por supuesto me dice:
Disculpe señorita Mazza por haberla tratado de esa manera, mil disculpas y no volverá a suceder —Lo miro detenidamente mientras le digo disculpa aceptada.
—Estaba distraída porque estuve pensando en algo — Veo cómo frunce el ceño mientras me sigue mirando Despues me dice que debo retirarme, así que me salgo del aula.
Intento bajar la temperatura de mis mejillas ardiendo. ¡Qué tonta soy! ¿Qué me está pasando?
Nada más llegar a donde hablo con mis compañeros, me doy cuenta de lo despistada que estoy porque he olvidado una cosa en el aula.
Así que voy al aula a recoger lo que olvidé al entrar. Ahí adentro lo encuentro se está poniendo una chaqueta y me quedo mirándolo desde la distancia, mi mente dando vueltas pensando en lo guapo que está . Cuando me ve, me sonríe de una manera pícara.
Ahora sí que estoy en problemas, me siento como Caperucita en la boca del lobo. Al verme me me sonríe de manera pícara y me pregunta qué hago allí. Inmediatamente le respondo que olvidé algo, y es ahí cuando me entrega mi pequeña libreta. Nuestras manos se cruzan y, desde su altura, siento cómo sus ojos azules me taladran, haciéndome temblar incluso las piernas y salgo corriendo sofocada