Narrador
Cuando Adonis entra en el aula, ve a Atenea muy guapa pero nota un poco apagada su expresión al ver su bonito rostro. Decide acercarse a ella para preguntar qué le ocurre. Ella responde brevemente que está bien, pero Adonis, claro está, no se queda tranquilo con esa respuesta y se marcha para comenzar a dar clase.
Sin apartar su mirada de ella, continúa explicando. Sin embargo, se da cuenta de que aún está distraída a pesar de estar tomando apuntes de la explicación. Sigue explicando de forma normal hasta que suena el timbre y los alumnos salen, pero le pide a Atenea que se quede para hablar.
El último alumno sale cerrando la puerta, y Adonis aprovecha para hablar con ella, preguntándole realmente qué pasa.
Atenea le responde sinceramente que está completamente atraída por él y que ha cometido errores al fijarse en él. Es claro que Adonis se acerca a ella, agarra su barbilla haciendo que lo mire y le dice que también es un error. Sin embargo, él también siente atracción por ella y se vuelve loco, incluso en todas las noches que sueña con ella.
De repente, Adonis nota que Atenea traga saliva y luego se da cuenta de que está nerviosa.
Decide agarrarla por la cintura, acercarse a sus labios y besarla, haciendo que Atenea le devuelva el beso, esta vez de manera muy intensa. Adonis la levanta por la cintura, la lleva a la mesa y la sienta mientras él se coloca entre sus piernas sin dejar de besarla apasionadamente
Pero Atenea lo empuja, diciéndole que no está bien. Sin embargo, Adonis suspira y se lleva la mano al pelo. Empieza a decirle que sabe que no está bien, pero no deberían luchar contra el deseo que ya está claro que tienen. Atenea lo mira como si lo hubiera entendido. Luego baja de la mesa y coge sus cosas, a punto de irse.
La detiene para invitarla a cenar en su casa y darle un papel con la dirección de su hogar . La expresión de Atenea cambia completamente cuando le pregunta a Adonis sin rodeos a qué hora será la cena y él responde a las 8 en punto.
Después de haberla dicho, se marcha del aula. Adonis se queda pensando en su perdición, que es Atenea. Esta seguro de que será su obsesión