Narra Atenea
Han pasado algunos meses y he ido a visitar a mi madre, pero no ha habido ningún cambio. Sin embargo, he empezado a hablarle a mi madre sobre mi relación con Massimo, lo que me hace derramar una lágrima. Aun así, tengo fe en que mi madre se despertará del coma.
Ahora mismo estoy en clase terminando de hacer exámenes, lo cual me ha costado mucho. En cuanto termino, me levanto de la silla y me acerco a la profesora para entregarle el examen. Acto seguido, regreso a mi asiento para recoger mis cosas y salir de clase. Al hacerlo, me encuentro con el profesor Adonis.
Ya claro en cuanto me mira, comienza a coquetear conmigo. Suspiro frustrada y cansada porque no entiende que no debe coquetear conmigo o con ninguna alumna. En ese momento me pide hablar sobre una cosa, y en ese momento llega el señor Adriano. Suspiro aliviada al ver cómo se acerca hasta nosotros y al verme se percata inmediatamente de que algo está mal. De inmediato me dice que venía a buscarme, sin apartar la mirada del profesor. Su comportamiento de figura paterna hace que el profesor Adonis
Volviendo a la postura de profesor, queda claro que el señor Adriano solo nos mira como si estuviera buscando algo. Después nos marchamos, mientras el profesor Adonis nos observa al entrar a la universidad. Nos subimos al coche, y una vez adentro, él conduce. Luego empezamos a hablar sobre todo. Cuando llegamos al hospital, el médico nos informa que el estado de mi madre sigue igual, pero harán pruebas para saber si sus músculos se mueven.
Después de habernos dicho, nos aconsejan que volvamos mañana y nos informarán cuando las pruebas estén listas. Acto seguido, nos marchamos y nos montamos en un coche que nos lleva hasta la casa. Al llegar ahí, nos encontramos con la mesa puesta con platos de comida.
Nos soltamos nuestras cosas, luego nos sentamos y empezamos a comer. Durante el almuerzo, mi amiga no ha parado de hablar, y claro que el señor Adriano interrumpe con una noticia que hace que mi amiga se alegra. En ese momento, alguien toca el timbre y la empleada va a abrir. En cuanto abre la puerta, nos encontramos con un cartero. Entonces, el señor Adriano se levanta de la mesa y se acerca a él. El cartero le indica que firme y el señor Adriano firma.
El cartero se marcha mientras el señor Andriano abre la carta y comienza a leer. Se queda sorprendido. Después le preguntamos qué ha pasado y nos comunica que me han aceptado para hacer prácticas, eso no me acordaba. Al ver a mi amiga y a su padre, se miran cómplices. Les sonrío. En ese momento, mi móvil suena indicándome que ha llegado un mensaje. Por supuesto, me levanto de la silla y agarro el móvil ahí.
Donde leo ese mensaje del profesor Adonis, ya está claro que él está enseñando al señor Adriano, ya que el profesor Adonis está poniéndose muy pesado. Comienza a leer el mensaje y al ver su expresión, me aconseja que hable con el director de la universidad. Por supuesto, le confieso que él y yo nos habíamos acostado. Después, le digo que fue una atracción sexual de mi parte y que cuando hice novia de Massimo le dije claramente que tengo novio y que solo mantendría una relación de profesor y alumna, nada más. Ya claro que el señor Adriano agarra su móvil y comienza a hablar.
Cuando me derrumbo en el sofá, mi amiga me dijo que todo estaría bien, seguramente su padre haría algo. Luego, el señor Adriano regresó y me dijo que iba a investigar qué interés tiene conmigo. A pesar de todo, me recomendó hablar con el director y me acompañó a hacerlo. Después regresamos a la mesa y continuamos comiendo.
Después de terminar de comer, agarro nuestras cosas y me voy a mi habitación. En cuanto entro, me pongo ropa más cómoda y realizo todas las tareas de inmediato. Enseguida recibo una llamada de Massimo, a la cual contesto rápidamente. Mientras me acomodo en la cama, comenzamos a hablar durante una hora. Después de la llamada, pienso en una frase que dice: Después de la calma viene la tormenta, pero tú tienes el poder de derribarla. Ten fe en tu fortaleza. Es una frase que me gusta mucho
Aunque me recuerda a una frase diferente que solía decir mi madre, la fortaleza debe surgir desde dentro de ti y debería tenerla dentro de mí mismo, ya que es la herramienta para crecer como persona. ¡Es genial convertirse en una nueva versión de uno mismo! A veces va a ser más difícil porque habrá días en los que dudes de tu fortaleza, pero debes sanarte para ser feliz. Aún así, debes encontrar dentro de ti la fuerza que tienes, aunque no será fácil, ¡tú tienes el poder para ser grande!