mayem mamen

capítulo 16 mi vida va a cambiar radicalmente

 

Narra Atenea

Sigo haciéndome algunas preguntas para encontrar la lógica, porque el Sr. Russo tiene una foto de mi madre. De repente escucho la voz del Sr. Russo diciéndome que es la mujer que amaba durante la adolescencia y un día desapareció, desde entonces no ha sabido nada de ella. Me lo dice con un tono de tristeza. Lo escucho hasta que su secretaria entra para advertirme que me ha dejado un mensaje para que lo llame, al parecer es algo urgente. Sin pensarlo dos veces, me retiro del despacho de mi jefe. Volviendo a mi puesto de trabajo, lo llamo y me responde. Le cuento lo que ha pasado, siento que las lágrimas caen y que no puedo respirar, me falta aire. Estoy intentando superar el aire .
Después de la llamada, me dirijo a la oficina de mi jefe para pedirle un permiso por motivos personales. En cuanto entro, al verme en ese estado, me pregunta qué ha pasado. Le cuento lo sucedido y él me abraza, lo cual me reconforta, y siento que estoy segura en sus brazos. Luego me dice que tome unos días libres, a lo que le agradezco. 
Así que me retiro, vuelvo a mi puesto de trabajo, agarro mi bolso y me voy de la empresa. Nada más salir, veo a mi novio, corro hasta él, lo abrazo mientras me acaricia el pelo y me dice que tengo que ser fuerte. Acto seguido, nos subimos al coche y él conduce hasta el hospital.

En cuanto llegamos al hospital, bajando del coche juntos con él.

Al cruzar por la puerta del hospital, veo al señor Adriano. Cuando me acerco más a él, lo abrazo para intentar que mi dolor se vaya. En cuanto veo al médico que se acerca hacia nosotros con una mirada de preocupación, siento que es hora de despedirme de mi madre.

El médico que me ha permitido entrar para despedirme . Cuando entro la veo bastante pálida, débil y sin fuerzas. Ahora, verla tumbada en la cama y dormida, intento mantenerme fuerte mientras sostengo la mano de mi madre hasta que ella dejo de respirar
Aquella misma tarde estamos encuentrando en el funeral despidiendo  para siempre de mi madre, estoy intentando no llorar delante de todos, debo ser fuerte. 
Intento ser fuerte, aunque por dentro estoy destrozada, mi corazón late lentamente y siento que el aire no llega a mis pulmones. Ver a mi madre sin vida es lo peor que me ha pasado, no sé exactamente cómo describir lo que siento, sola me alejo de todos para estar solo.  Por lo tanto comienzo  a caminar hasta la playa. Es mi lugar preferido y donde puedo ser yo misma

En cuanto llego apoyo mi frente en mis rodillas, gritando de impotencia, doy puñetazos en la arena furiosa , hasta que caigo de rodillas mirando al cielo teñido de negro como mi alma.

En ese momento alguien toca mi hombro. Me volteo y me encuentro con los ojos de mi jefe.

Lo abrazo con fuerza, lo cual me devuelve el abrazo y me siento atrapado entre sus brazos sin  decir nada, comienza a acariciarme el pelo y me dice palabras relajantes que me hacen sentir un poco mejor.

Después de ese abrazo, suspiro y vuelvo a mirar hacia adelante con las manos apoyadas detrás en la arena.

Justo ahora mismo estamos sentados en la arena en silencio, de vez en cuando me mira de reojo. Se da cuenta de que aún estoy apenada. De repente, comienza a coger arena y a hacerla desaparecer entre sus dedos. Haciéndome una señal, me dice que haga lo mismo que él. Al principio dudo, pero al final logra convencerme.

— Es relajante, pruébalo. Verás cómo poco a poco tu malestar irá desapareciendo.

— No sé, siento mucho dolor almacenado aquí por haber perdido a mi madre.

— ¿Es duro perder a alguien tan querido?

- Sí, mucho. Y lo peor no es el momento en el que tienes que despedirte de ellos, es cuando pasa el tiempo y no están a tu lado.  

De inmediato nos dimos cuenta que el sol comienza a ponerse, un rato después nos levantamos y comenzamos a caminar hasta una cafetería. Cuando entramos en la cafetería, inmediatamente nos sentamos en una mesa y le envío un mensaje a Massimo para decirle que estoy en la cafetería. Acto seguido, le mando mi ubicación. Después de haber enviado el mensaje, un camarero se acerca hacia nosotros y pedimos nuestros pedidos. 
Después de retirarse, él aprovecha para contarme anécdotas de su juventud con mi madre. Supongo que no sabe que soy la hija de la mujer de la que estuvo enamorado y que falleció.

Después de unos minutos, el camarero aparece con nuestros pedidos y nos los sirve.

Luego se retira, pero nos desea buen provecho. Comenzamos a comer. 
Durante el almuerzo, casi como si quisiera detallar cómo conociste a mi madre, eso puedo imaginar. Sin pensarlo dos veces, le digo con sinceridad que soy la hija de la mujer de la que te has enamorado.

Él se sorprende y me pregunta dónde está   trago saliva y le digo que ha fallecido esta mañana, por eso me encontraste así en la playa.  

Inmediatamente sus ojos se llenan de lágrimas mientras me observa, ahí, donde me dice ahora se da cuenta de que tengo los mismos ojos que mi madre.. Sin embargo, se queda mirándome fijamente y me pregunta por mi padre. Le digo que no he conocido a mi padre. En ese momento aparece Massimo, se acerca a nosotros y le presento a mi jefe. Sin embargo, Massimo se queda mirándonos a ambos acto seguido se sienta junto a nosotros  mientras que termino de almorzar y mi jefe se levanta de la mesa, diciéndome que tiene que irse. Se despide de nosotros y mientras paga la cuenta, lo veo marcharse.

Por lo tanto, me quedo pensando que señor russo y yo tenemos el mismo rasgo, la misma nariz. Ahí es donde pienso en una frase que dice así: En cuanto a la verdad que está delante de ti y descubre que la verdad está ahí en su vida y cambiará totalmente.

 



#619 en Novela romántica

En el texto hay: amor, familia hogar

Editado: 23.06.2024

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